Obligados a un operativo… Con el fallecimiento de una mujer de 60 años subieron a cuatro las víctimas mortales del choque frontal registrado el fin de semana en la carretera a Bahía de Kino. Además de la mujer, también fallecieron dos niños de cuatro años y un policía municipal de la Costa de Hermosillo.
Es la segunda tragedia masiva en menos de un mes. Antes habían muerto cinco estudiantes que conducían a exceso de velocidad. Esto, no lo pueden negar, convierte a esta vía en una auténtica carretera de la muerte. Sin entrar en polémica quién tuvo la culpa, si la vía o los conductores, lo cierto es que algo se tiene que hacer y lo menos es montar un operativo para forzar a que los choferes y acompañantes respeten señales y límites de velocidad.
La cuatro carriles… El Gobierno del Estado ha ofrecido ampliar esta carretera a cuatro carriles. Caray, con todo respeto a esta buena intención, pero si vemos que en tres años no han podido terminar los mugres tramos y puentes de las Curvas de Quijano en la Cuatro Carriles, ampliar a dos carriles más en la carretera a Kino nos suena a buenos deseos. Y atenidos a esta promesa no se atiende el problema que simplemente obligar a los conductores a cumplir con las reglas de tránsito. Para empezar, respetar velocidad y condiciones para manejar. Ampliar serán muchos millones. En cambio, operativos de fin de semana sólo son unos miles, porque implica sueldos y gastos de combustible. Ah, y las vidas que se van a salvar son muchas. Porque no lo piensan.
Operativo Paisano… Esta semana comenzó una nueva vacilada que es el programa Paisano, con el que buscan que los pobres paisanos que vienen de vacaciones de verano no sean extorsionados o agredidos. Pero los pobres son como los peces en migración. Por todos lados les pegan. Primero están las aduanas fronterizas. Luego los policías de tránsito en las ciudades por donde pasan. Los falsos retenes de grupos sicarios. Los policías estatales que les da por hacerle de aduaneros. Y pobre de aquél que se queje, porque al regreso los van a estar esperando y se las van a cobrar a lo chino. Este es un programa no sólo de lo más inútil, sino de lo más hipócrita. Y que conste que no es un invento de la 4T, sino que alguien desde hace algunos sexenios tuvieron la infeliz idea de legalizar la extorsión. Ah, y en Sonora se me pasaban los bloqueos de los yaquis. Y aléguenle.
Se enojó con Ebrard… Porque su equipo denunció que en la precampaña presidencial no hay suelo parejo y las cartas están marcadas. Esto molestó sobremanera al presidente López Obrador, algo que sin duda debió preocupar al canciller Marcelo Ebrard, porque lo que menos quiere el jefe máximo es que sigan insistiendo en que la designación del candidato presidencial o sea la corcholata mayor será por la vía del dedazo. Se necesitaría ser demasiado mononeuronal para pensar que realmente se aplicarán métodos democráticos. Por favor, si es cosa de ver la encuesta que han hecho en el Estado de México. Hicieron 1,300 llamadas telefónicas para cubrir un universo de más de 13 millones de votantes. Por favor.
Cartas muy marcadas… Aunque el Presidente enojado haya dicho que no hay cartas marcadas, porque el pueblo es el que decide, se necesita ser de una ingenuidad chayochairesco para creerlo. Cualquiera que haya estado en kínder de la política sabe cómo se manipulan las encuestas. No es que no las hagan, porque pueden presentar los cuestionarios llenados. Lo que hacen es que si les piden mil cuestionarios, hacen tres mil, y escogen los que están a modo. Estos tienen domicilio, nombre y rostro si quieren verificar. Pero fueron las que favorecen. No sé si esto sean cartas marcadas, pero transa sí que es y así es como se toman las decisiones. Por eso a veces truenan como truenan las encuestas.
Está bajando la inseguridad… Ahora la última es que quieren vender es que la inseguridad está bajando en el país. Pero son sus numeritos, porque la gente tiene otros datos. Por ejemplo, lo que no manejan en las estadísticas oficiales son los siguientes numeritos: Van en lo del año 250 masacres, reportados 856 casos de tortura. Son 426 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres. 410 asesinatos de mujeres con crueldad extrema.
Y 12 periodistas asesinados entre enero-junio. Pero claro, los números presidenciales dicen que somos el pueblo más feliz. Ni modo, así hay que tragarla.
En fin, por eso hay que recordar lo que decía el Chato Mendívil, si se vienen a hackear cositas malas de mí, que friega me van a poner. Sale.
