/ lunes 3 de diciembre de 2018

Corren Rumores | Las palabras y el viento

HECHOS SON AMORES…Hace seis años cuando tomaba protesta como presidente de la República, Enrique Peña Nieto ofreció que sería un presidente cercano a la gente, que recorrería el país acompañado de su gabinete y nada estaría por encima de la ley. Presentó un plan de gobierno basado en cinco ejes y 13 decisiones. Hay que recordar que nunca ofreció un combate a la corrupción. Si ofreció austeridad y gobierno eficaz, y terminó endeudando al país. Su mayor fracaso fue pegarle donde más reciente la población: en el bolsillo y en la seguridad. Y eso no se lo perdonaron. Porque los discursos de toma de protesta siempre son alentadores y llenos de esperanza, pero no cabe duda que bien lo dicen los viejos: hechos son amores y no buenas razones.

NO VOY A FALLAR…Sin duda que los discursos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, uno en el Congreso y otro en el Zócalo, llegan cargados de muchas esperanzas. Bien armados, porque tuvieron una parte de reflexión y diagnóstico, una de propuestas y la parte de conciliación, que deja por lo pronto conformes a todos y al mismo tiempo los pone en alerta, porque si cumple con lo ofrecido, muchos se verán afectados en el combate a la corrupción, pero también muchos serán beneficiados. Fueron tantos los mensajes, que seguramente durante la semana se estarán comentando y tratando de descifrar lo que realmente pretende hacer, no lo que dijo textualmente.

ESTARÁ EN LAS BOLETAS…Nadie puede llamarse a engaño, porque desde ahora el nuevo presidente anticipa parte de su estrategia electoral. Hábil, anuncia que no es su intención, por el momento, claro, el reelegirse cuando termine el sexenio. Pero, dijo que en tres años sí convocará a una consulta para revocación de mandato. Esto hizo que todos los partidos levantaran las orejas, porque con ello ya deja en claro que aparecerá en las boletas electorales de la elección intermedia federal. Porque es obvio que esta consulta será simultánea a la elección y se levantará en las mismas casillas electorales. Esto es ingenioso para retener el Congreso de la Unión y entonces, ya veremos lo que pase en la segunda parte del sexenio. Avisados están. Claro, que no hay que olvidar que también estuvieron en contra de la reelección Juárez, Porfirio Díaz y Obregón.

NI TODO EL PODER…Otro movimiento interesante, que si bien no aparece en los discursos, sí aparece en los hechos, es que el nuevo presidente no va a crear súper secretarías. Ni tendrá otro Fernando Gutiérrez Barrios controlando la política interna y la seguridad nacional. Por eso, al paisano Alfonso Durazo no se le dio el control del nuevo Centro de Inteligencia o sea el espionaje político. Ese lo tiene un general que informará directo al Ejecutivo. Ni tampoco tendrá el control de la seguridad en los estados. Eso estará a cargo de los superdelegados, también en línea directa con la Presidencia. Y en cuanto a la fuerza pública, la Secretaría de Seguridad Pública lo tendrá que compartir con la Marina y el Ejército. Buen reparto de poder, sin duda.

CHAIROS Y MODERADOS…Otro detalle interesante es que el gabinete no queda en manos de los chairos. Los radicales y acelerados se fueron al Congreso, y en puestos menores, como el caso de Paco Ignacio Taibo, es donde pueden abrir la boca y decir las barbaridades que quieran, pero no podrán tomar decisiones que impacten al país. La economía, las finanzas, la seguridad nacional y la política interior queda en manos de moderados. Eso sí, totalmente leales al Ejecutivo. Eso garantiza que cuando menos las decisiones más importantes pasarán por manos y mentes conscientes, y no por chairos que no les importa quemar la casa para matar al ratón.

BORRÓN Y CUENTA NUEVA…En su discurso reiteró que habrá punto final. Borrón y cuenta nueva. Que no va a perder el tiempo, porque dice que van a iniciar sin perseguir a nadie. Sin circos ni simulaciones. No van a perder el tiempo con chivos expiatorios, porque eso quita tiempo y muchas energías. Va a haber perdón, pero no olvido. Porque dice el nuevo presidente que no es su fuerte la venganza y sí partidario del perdón y la indulgencia. Desde luego que esto no significa que puedan estar tranquilos los que depredaron al país. Porque lo que no dice el jefe lo dicen los cortesanos, como Fernández Noroña, quien ya enseñó las cartas cuando dijo que se portaría bien este sábado con Enrique Peña Nieto, pero ya se verían las caras en marzo. Luego entonces, quiere decir que los verdugos no van a enterrar sus hachas.

REVIENTA CABALLOS… Se lo habíamos anticipado y ahora lo confirmó el Presidente en su discurso, que tendrá agenda matacaballos. Dijo que trabajará 16 horas al día, esto significa que sus empleados deben trabajar 18, porque es regla que deben estar listos una hora antes y tiene que irse a la cama una hora después que el jefe. Con menos gente, deberán hacer más. Nadie se puede llamar a engaño, porque estamos ante alguien con la misma obsesión de trabajo que Luis Echeverría, con la terquedad de Juárez, el nacionalismo de Cárdenas y el idealismo de Madero. Lo malo, que deberá mandar a una burocracia que ya se acostumbró a la buena vida. Veremos si este árbol se puede sacudir.

En fin, que todo sea para bien. Por eso no olviden lo que decía Pepito el de los Cuentos, como dijo el ciego, primero ver y luego veremos. Sale.

HECHOS SON AMORES…Hace seis años cuando tomaba protesta como presidente de la República, Enrique Peña Nieto ofreció que sería un presidente cercano a la gente, que recorrería el país acompañado de su gabinete y nada estaría por encima de la ley. Presentó un plan de gobierno basado en cinco ejes y 13 decisiones. Hay que recordar que nunca ofreció un combate a la corrupción. Si ofreció austeridad y gobierno eficaz, y terminó endeudando al país. Su mayor fracaso fue pegarle donde más reciente la población: en el bolsillo y en la seguridad. Y eso no se lo perdonaron. Porque los discursos de toma de protesta siempre son alentadores y llenos de esperanza, pero no cabe duda que bien lo dicen los viejos: hechos son amores y no buenas razones.

NO VOY A FALLAR…Sin duda que los discursos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, uno en el Congreso y otro en el Zócalo, llegan cargados de muchas esperanzas. Bien armados, porque tuvieron una parte de reflexión y diagnóstico, una de propuestas y la parte de conciliación, que deja por lo pronto conformes a todos y al mismo tiempo los pone en alerta, porque si cumple con lo ofrecido, muchos se verán afectados en el combate a la corrupción, pero también muchos serán beneficiados. Fueron tantos los mensajes, que seguramente durante la semana se estarán comentando y tratando de descifrar lo que realmente pretende hacer, no lo que dijo textualmente.

ESTARÁ EN LAS BOLETAS…Nadie puede llamarse a engaño, porque desde ahora el nuevo presidente anticipa parte de su estrategia electoral. Hábil, anuncia que no es su intención, por el momento, claro, el reelegirse cuando termine el sexenio. Pero, dijo que en tres años sí convocará a una consulta para revocación de mandato. Esto hizo que todos los partidos levantaran las orejas, porque con ello ya deja en claro que aparecerá en las boletas electorales de la elección intermedia federal. Porque es obvio que esta consulta será simultánea a la elección y se levantará en las mismas casillas electorales. Esto es ingenioso para retener el Congreso de la Unión y entonces, ya veremos lo que pase en la segunda parte del sexenio. Avisados están. Claro, que no hay que olvidar que también estuvieron en contra de la reelección Juárez, Porfirio Díaz y Obregón.

NI TODO EL PODER…Otro movimiento interesante, que si bien no aparece en los discursos, sí aparece en los hechos, es que el nuevo presidente no va a crear súper secretarías. Ni tendrá otro Fernando Gutiérrez Barrios controlando la política interna y la seguridad nacional. Por eso, al paisano Alfonso Durazo no se le dio el control del nuevo Centro de Inteligencia o sea el espionaje político. Ese lo tiene un general que informará directo al Ejecutivo. Ni tampoco tendrá el control de la seguridad en los estados. Eso estará a cargo de los superdelegados, también en línea directa con la Presidencia. Y en cuanto a la fuerza pública, la Secretaría de Seguridad Pública lo tendrá que compartir con la Marina y el Ejército. Buen reparto de poder, sin duda.

CHAIROS Y MODERADOS…Otro detalle interesante es que el gabinete no queda en manos de los chairos. Los radicales y acelerados se fueron al Congreso, y en puestos menores, como el caso de Paco Ignacio Taibo, es donde pueden abrir la boca y decir las barbaridades que quieran, pero no podrán tomar decisiones que impacten al país. La economía, las finanzas, la seguridad nacional y la política interior queda en manos de moderados. Eso sí, totalmente leales al Ejecutivo. Eso garantiza que cuando menos las decisiones más importantes pasarán por manos y mentes conscientes, y no por chairos que no les importa quemar la casa para matar al ratón.

BORRÓN Y CUENTA NUEVA…En su discurso reiteró que habrá punto final. Borrón y cuenta nueva. Que no va a perder el tiempo, porque dice que van a iniciar sin perseguir a nadie. Sin circos ni simulaciones. No van a perder el tiempo con chivos expiatorios, porque eso quita tiempo y muchas energías. Va a haber perdón, pero no olvido. Porque dice el nuevo presidente que no es su fuerte la venganza y sí partidario del perdón y la indulgencia. Desde luego que esto no significa que puedan estar tranquilos los que depredaron al país. Porque lo que no dice el jefe lo dicen los cortesanos, como Fernández Noroña, quien ya enseñó las cartas cuando dijo que se portaría bien este sábado con Enrique Peña Nieto, pero ya se verían las caras en marzo. Luego entonces, quiere decir que los verdugos no van a enterrar sus hachas.

REVIENTA CABALLOS… Se lo habíamos anticipado y ahora lo confirmó el Presidente en su discurso, que tendrá agenda matacaballos. Dijo que trabajará 16 horas al día, esto significa que sus empleados deben trabajar 18, porque es regla que deben estar listos una hora antes y tiene que irse a la cama una hora después que el jefe. Con menos gente, deberán hacer más. Nadie se puede llamar a engaño, porque estamos ante alguien con la misma obsesión de trabajo que Luis Echeverría, con la terquedad de Juárez, el nacionalismo de Cárdenas y el idealismo de Madero. Lo malo, que deberá mandar a una burocracia que ya se acostumbró a la buena vida. Veremos si este árbol se puede sacudir.

En fin, que todo sea para bien. Por eso no olviden lo que decía Pepito el de los Cuentos, como dijo el ciego, primero ver y luego veremos. Sale.