/ miércoles 8 de enero de 2020

Corren rumores | Regresando al Jurassic Park

Al viejo estilo… No cabe duda que la tentación del poder es muy grande y pocos son capaces de resistirse. Al principio muchos se dan baños diarios de pureza, pero conforme pasa el tiempo y comienzan a gozar de los privilegios y molestarse por las críticas, optan por regresar a lo que por lo general llegan criticando, que son las formas absolutistas y dictatoriales de gobernar. Y bueno, en términos coloquiales se puede decir que es un regreso al Jurassic Park.

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Por lo pronto y por lo malo, comenzamos a ver señales de ese retorno en sectores del Gobierno y de Morena. La última que traen es la propuesta de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez de controlar las redes sociales para que le bajen a los comentarios. No les gustan las verdades y menos las que no pueden refutar. Ah, pero eso todavía está en el aire porque no hay legislador que se anime a dar ese paso sin ser linchado. Pero hay otras cositas que quieren hacer para tener un gobierno terso y sin quejas.

Pétalo de rosas… La última puntada, pero ahora de los legisladores guindas, es que la iniciativa propuesta por diputados de Morena para que los secretarios del gabinete federal que comparezcan en la Cámara sean tratados con toda cortesía y que los legisladores se dirijan a ellos con “respeto, corrección y civismo”. Ah, y además que se prohíba de forma tajante “el invadir el espacio vital de los oradores cuando estén en el uso de la palabra”. O sea prohibido tomar la tribuna. Ohmaigod. Obvio, de inmediato diputados del PAN y PRD pegaron de gritos y dijeron que eso era regresión a sistemas autoritarios. Porque esto es absurdo, puesto que son precisamente los legisladores de Morena los que se han caracterizado por ser los más radicales y agresivos contra funcionarios de otros partidos. Si no pregunten lo que hace “La Roña”.

Ingenuidad o perversión… Es de pensarse, si quieren pensar bien, que esto fue una ingenuidad de los diputados guindas que propusieron la Ley Pétalo de Rosa y que realmente quieren cuidar a sus funcionarios, que en la vida real son sus jefes políticos. Porque de otra manera habría que pensar que es una verdadera perversidad eso de tratar de imponer una nueva ley mordaza al Congreso de la Unión. Volver a los tiempos de Victoriano Huerta, en donde no se podía tocar a los funcionarios y menos al Presidente. O para no ir tan lejos, al viejo PRI, en donde nadie podía hacer una crítica desde tribuna bajo riesgo de represiones o venganzas políticas, como le pasó al sonorense Herminio Ahumada cuando contestó el informe de Manuel Ávila Camacho.

Saltan los borreguitos Como diría Gloria Trevi, de darse esta ley mordaza, en la próxima legislatura, sobre todo si es controlada por Morena, van a saltar los borreguitos, “Con un montonal de borregos arrastrados. Que eran arrastrados por un perro bien perro”. Lo vaciado es que harán lo mismo que tanto criticaron y señalaron a priistas y panistas cuando fueron gobierno. Ahora están haciendo lo mismo o para allá van. Por eso no se olviden del ritmo a la hora que tengan que bailar:” Brincan, brincan los borregos, dentro de un corral. Brincan, brincan los borregos. Brincan los borregos. Brincan los borregos en el mismo lugar”. Claro, ahora falta que pase esta iniciativa porque en realidad está resultando muy arrastrada. A la antigüita, pues.

Abogado de los LeBarón… Buena sorpresa este martes, al darse a conocer que el abogado de la familia LeBarón será nada menos que el ex procurador de Justicia, Abel Murrieta. Sin duda que esto fue una sorpresa para muchos, pero también que fue una atinada selección de las víctimas de una de la peores atrocidades en materia de crímenes violentos del narco. Su designación se dio a conocer luego que esta familia se entrevistó con el fiscal general de la República. Con Abel al frente será muy difícil que las autoridades pretendan engañar a la familia LeBarón con una investigación hechiza y mal hecha. Son muchos años de experiencia, pero sobre todo, que también tiene colmillo político para saber cuándo se tiene que apretar y cuándo negociar. Seguramente pronto tendremos noticias por esos rumbos, sobre todo ahora que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador visite a las familias agraviadas en el rancho La Mora, en Bavispe.

Los dedos cruzados… Las autoridades federales tienen los dedos cruzados para que comience a operar bien el Instituto de Salud para el Bienestar, porque ya comenzó a operar en el país pero todavía sin reglas de operación. Ah, y en algunos casos sin respaldo de medicinas. Se sabe que para ser dado de alta sólo tienen que llevar la credencial del INE, la CURP y el acta de nacimiento. Y punto, ya pueden recibir atención médica. El punto es que en algunos casos están denunciando que los servicios que antes eran casi gratis o baratos, subieron de manera impresionante. Por lo que ya no es fácil para cierto sector de la población acceder a ellos. Ah, y en Sonora, todavía no designan responsables. Bueno, veremos qué pasa.

En fin, ya mitad de semana y por lo mismo mejor recuerden lo que decía doña Tolocha, el que mal anda, es que debe tener juanetes. Sale.

Al viejo estilo… No cabe duda que la tentación del poder es muy grande y pocos son capaces de resistirse. Al principio muchos se dan baños diarios de pureza, pero conforme pasa el tiempo y comienzan a gozar de los privilegios y molestarse por las críticas, optan por regresar a lo que por lo general llegan criticando, que son las formas absolutistas y dictatoriales de gobernar. Y bueno, en términos coloquiales se puede decir que es un regreso al Jurassic Park.

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Por lo pronto y por lo malo, comenzamos a ver señales de ese retorno en sectores del Gobierno y de Morena. La última que traen es la propuesta de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez de controlar las redes sociales para que le bajen a los comentarios. No les gustan las verdades y menos las que no pueden refutar. Ah, pero eso todavía está en el aire porque no hay legislador que se anime a dar ese paso sin ser linchado. Pero hay otras cositas que quieren hacer para tener un gobierno terso y sin quejas.

Pétalo de rosas… La última puntada, pero ahora de los legisladores guindas, es que la iniciativa propuesta por diputados de Morena para que los secretarios del gabinete federal que comparezcan en la Cámara sean tratados con toda cortesía y que los legisladores se dirijan a ellos con “respeto, corrección y civismo”. Ah, y además que se prohíba de forma tajante “el invadir el espacio vital de los oradores cuando estén en el uso de la palabra”. O sea prohibido tomar la tribuna. Ohmaigod. Obvio, de inmediato diputados del PAN y PRD pegaron de gritos y dijeron que eso era regresión a sistemas autoritarios. Porque esto es absurdo, puesto que son precisamente los legisladores de Morena los que se han caracterizado por ser los más radicales y agresivos contra funcionarios de otros partidos. Si no pregunten lo que hace “La Roña”.

Ingenuidad o perversión… Es de pensarse, si quieren pensar bien, que esto fue una ingenuidad de los diputados guindas que propusieron la Ley Pétalo de Rosa y que realmente quieren cuidar a sus funcionarios, que en la vida real son sus jefes políticos. Porque de otra manera habría que pensar que es una verdadera perversidad eso de tratar de imponer una nueva ley mordaza al Congreso de la Unión. Volver a los tiempos de Victoriano Huerta, en donde no se podía tocar a los funcionarios y menos al Presidente. O para no ir tan lejos, al viejo PRI, en donde nadie podía hacer una crítica desde tribuna bajo riesgo de represiones o venganzas políticas, como le pasó al sonorense Herminio Ahumada cuando contestó el informe de Manuel Ávila Camacho.

Saltan los borreguitos Como diría Gloria Trevi, de darse esta ley mordaza, en la próxima legislatura, sobre todo si es controlada por Morena, van a saltar los borreguitos, “Con un montonal de borregos arrastrados. Que eran arrastrados por un perro bien perro”. Lo vaciado es que harán lo mismo que tanto criticaron y señalaron a priistas y panistas cuando fueron gobierno. Ahora están haciendo lo mismo o para allá van. Por eso no se olviden del ritmo a la hora que tengan que bailar:” Brincan, brincan los borregos, dentro de un corral. Brincan, brincan los borregos. Brincan los borregos. Brincan los borregos en el mismo lugar”. Claro, ahora falta que pase esta iniciativa porque en realidad está resultando muy arrastrada. A la antigüita, pues.

Abogado de los LeBarón… Buena sorpresa este martes, al darse a conocer que el abogado de la familia LeBarón será nada menos que el ex procurador de Justicia, Abel Murrieta. Sin duda que esto fue una sorpresa para muchos, pero también que fue una atinada selección de las víctimas de una de la peores atrocidades en materia de crímenes violentos del narco. Su designación se dio a conocer luego que esta familia se entrevistó con el fiscal general de la República. Con Abel al frente será muy difícil que las autoridades pretendan engañar a la familia LeBarón con una investigación hechiza y mal hecha. Son muchos años de experiencia, pero sobre todo, que también tiene colmillo político para saber cuándo se tiene que apretar y cuándo negociar. Seguramente pronto tendremos noticias por esos rumbos, sobre todo ahora que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador visite a las familias agraviadas en el rancho La Mora, en Bavispe.

Los dedos cruzados… Las autoridades federales tienen los dedos cruzados para que comience a operar bien el Instituto de Salud para el Bienestar, porque ya comenzó a operar en el país pero todavía sin reglas de operación. Ah, y en algunos casos sin respaldo de medicinas. Se sabe que para ser dado de alta sólo tienen que llevar la credencial del INE, la CURP y el acta de nacimiento. Y punto, ya pueden recibir atención médica. El punto es que en algunos casos están denunciando que los servicios que antes eran casi gratis o baratos, subieron de manera impresionante. Por lo que ya no es fácil para cierto sector de la población acceder a ellos. Ah, y en Sonora, todavía no designan responsables. Bueno, veremos qué pasa.

En fin, ya mitad de semana y por lo mismo mejor recuerden lo que decía doña Tolocha, el que mal anda, es que debe tener juanetes. Sale.