Amarran alianza… De acuerdo con la declaración de Ángel Ávila, representante del PRD en el INE, la alianza de su partido con el PRI y el PAN en Sonora ya se coció para llevar como cabeza a Ernesto Gándara en la elección a gobernador.
Incluso, dicen que ya el acuerdo está listo para presentarla ante las autoridades electorales. Además, aseguró en entrevista con Ciro Gómez Leyva que en el caso concreto de nuestro Estado, van por carro completo porque harán coalición en la mayoría de las candidaturas para diputados locales y federales, y hasta alcaldes. Aseguró que la alianza ya está firmada por las dirigencias nacionales, por lo que sería la primera en donde estarán juntos los tres partidos grandes. Bueno, el PRD no es tan grande, pero en otras partes del país sí pinta.
El PAN con permiso… En el caso del PAN, que consideraban pondría más objeciones, ya quedó listo luego que de manera oficial la Comisión Permanente de este partido aprobó que los comités estatales busquen coaliciones con otros partidos “incluyendo al PRI”. Les dejaron ir en libertad con cualquier partido, salvo con Morena. Con ellos ni al pan de la esquina. A nivel estatal se ha tratado de sabotear la alianza porque podría construir un bloque opositor muy competitivo, sobre todo si el acuerdo es que ningún partido esté a la cabeza y el candidato se presente como externo y ciudadano. Cosa que ya hizo Ernesto Gándara al renunciar al PRI. Nos imaginamos que en este momento se están tocando los puntos finos del acuerdo y sobre todo un reparto de posiciones, con cartas que realmente tengan posibilidad de ganar, porque por ahí se les pueden ir los triunfos.
El PT y su laberinto… La mayoría de los partidos políticos ya se están perfilando para la elección 2021, haciendo alianza o si van en solitario como el caso de Movimiento Ciudadano, que ya tiene su candidato a gobernador. Pero el que todavía no sale de su laberinto es el Partido del Trabajo, que en un principio al parecer intentó irse por la libre con Ana Gabriela Guevara de candidata a gobernadora. Pero tras su descabeche, ahora quedaron en tremenda orfandad que los obliga a subirse el cabús de Morena antes que se les vaya el tren. De ser así, se verían muy mermados en cuanto a contar con candidaturas, porque las mayorías serían guindas, y además deben compartirse con el Verde, a pesar de tener cartas ganadoras, como el caso de Rodolfo Lizárraga para Guaymas. Veremos cómo hace su juego el encargado del partido Ramón Flores. Ah, y además Mario Delgado, dirigente de Morena, dice que si el PT quiere apuntarse para ir en alianza, tendrá que apegarse a directrices de su partido. Si quiere.
Morena y las reelecciones… Bien decía Ramón Martínez, ex alcalde de Puerto Peñasco, que la bronca no es acelerar y calentar precandidatos, sino luego ver cómo sentarlos cuando no son elegidos. Por eso tanto chapulineo. De hecho, de los aspirantes y funcionarios actuales, son pocos, muy pocos los que siguen en su partido de origen. Pero bueno, el punto es que Morena ahora que andan en racha ganadora, como dirían los cronistas deportivos”, todos creen que lo único que hace falta para ganar la elección es apuntarse. Pues bien, el problema es que muchos alcaldes y diputados consideran que tienen derecho de reelegirse. Todos traen sus encuestas, sus manifestaciones de apoyo. Pero bueno, ya les dijeron que no se calienten planchas. En su pasada gira por esta capital, el nuevo dirigente de Morena, Mario Delgado, les dijo que todavía la dirigencia nacional no decide quiénes pueden reelegirse. Porque para empezar no se sabe quiénes quieren. Esto suena a pleonasmo, porque hasta ahorita todos quieren.
A competencia… Lo malo, según lo dicho por Delgado, es que quien tenga interés en la reelección deberá “ganar la apuesta”. Más o menos, significa que tendrá que competir por el cargo en una interna si salen más y levantan la mano. Por ejemplo en Hermosillo, la diputada Wendy Briceño dijo que si hay interna va. En Guaymas también le brincó competencia a Sara Valle. En Nogales, Jesús Pujol trae mucha competencia interna y su principal oposición viene precisamente de Morena. A esto hay que agregar las reglas del INE, entre ellas el respetar la paridad de enero. Y otra, un requisito que va a tener que cumplirse y verificarse, que los candidatos gocen de cabal salud. Porque si sale alguien vulnerable, no sólo a los ataques políticos, sino a enfermedades como el Covid, ese puede quedarse a mitad del camino. Total, que ya veremos cómo resuelve cada partido su bronca.
Estirando la liga… Muchos se preguntan por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue amachado en no querer reconocer el triunfo de Joe Biden. Ya ven, la mayoría piensa que le tiene miedo a un arrebato de coraje de Trump. Que puede sonar lógico. Pues a pesar de que el equipo del nuevo presidente buscó un acercamiento, de Palacio Nacional se los batearon. Otros dicen que porque el Presidente mexicano está muy molesto de que Felipe Calderón haya presumido la relación cercana con Biden. Y que lo haya salido a felicitar antes que López Obrador. Y no sólo eso, sino que hasta presumió amistad y foto juntos. Esto es algo que difícilmente aguanta nuestro presidente, porque si a alguien trae más que atravesado es a Calderón. Pues también tiene algo de lógica. Conociendo cómo se encapricha el preciso, pudiera ser.
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En fin, por lo pronto ahí se ven, porque seguiremos el consejo del Pepino Murguía, árbol que nace torcido, es que no le pusieron palito. Sale.
