/ jueves 6 de septiembre de 2018

Cruzando líneas | Kaepernick, de vuelta al campo gracias a la desafiante campaña de Nike

Arizona.- Solo hazlo, dijeron… y lo hicieron. Sus acciones cayeron un 3% y quemaron un cartucho político que desató una guerra social. Todo tras presentar un comercial en las redes sociales. No era de tenis, no, nunca es de calzado, es de emociones y, ahora, activismo. Se trata de Nike y el mariscal de campo Colin Kaepernick, cuya mancuerna ha sacado chispas y se ha convertido casi en una hoguera.

El jugador de futbol americano no solo es el rostro de la marca deportiva, es la cara de la lucha por los derechos civiles, principalmente de los afroamericanos. Solo bastó hincarse en una rodilla durante la interpretación del himno nacional durante los partidos de la NFL para comenzar un movimiento en contra de la brutalidad policiaca. Con ese gesto, revivió el sentimiento de indignación por las muertes de “sus hermanos” y sacrificó su carrera.

Nike escogió celebrar el hito de su décimo tercer aniversario dándole voz a la polémica. No es la primera vez. La compañía había lanzado otras piedras con mensajes sutiles y persuasivos, pero ahora se abre de lleno con una afrenta política… que fue tomada a personal por el mismo presidente Trump. Se la jugó, lo hizo y le echó leña al fuego.

El mensaje es directo, poderoso y descarado: “Cree en algo. Incluso si eso significa sacrificar todo”. Así, la empresa pone las cartas sobre la mesa; el ex jugador de los 49’s de San Francisco es su as debajo de la manga.

La campaña está cumpliendo su cometido, aunque aún no se ve reflejado en las ventas. Algunos en un intento de boicot provocado por un falso sentimiento de patriotismo, han creado su propio movimiento, uno que incluye quemar los tenis y prender todo lo que tenga grabado el nombre de la marca, como si con eso se pudiera esfumar la presión por la eterna búsqueda de la justicia social. No se puede apagar fuego con fuego… menos cuando las emociones lo han hecho viral.

Otros han sido menos radicales. Están comprando dos pares, para apoyar a la compañía que se ha atrevido a levantarle el castigo al ex jugador, a pesar del posible complot profesional en su contra.

Así de contrastantes son las respuestas a la desafiante aventura promocional que inspira toda clase de sentimientos. No se trata de una campaña de ventas, sino de luchas ideológicas, en las que siempre las cuentas de la empresa salen ganando.

Al final, Nike ha conseguido que Kaepernick, regrese a la NFL. No jugará, pero su rostro estará en todos los estadios y su voz retumbará en las pantallas durante los cortes comerciales. La compañía ha logrado que el desplazado vuelva a casa.

Maritza L. Félix. Periodista, escritora y amante de las letras.

maritzalizethfelix@gmail.com

@MaritzaLFelix

Arizona.- Solo hazlo, dijeron… y lo hicieron. Sus acciones cayeron un 3% y quemaron un cartucho político que desató una guerra social. Todo tras presentar un comercial en las redes sociales. No era de tenis, no, nunca es de calzado, es de emociones y, ahora, activismo. Se trata de Nike y el mariscal de campo Colin Kaepernick, cuya mancuerna ha sacado chispas y se ha convertido casi en una hoguera.

El jugador de futbol americano no solo es el rostro de la marca deportiva, es la cara de la lucha por los derechos civiles, principalmente de los afroamericanos. Solo bastó hincarse en una rodilla durante la interpretación del himno nacional durante los partidos de la NFL para comenzar un movimiento en contra de la brutalidad policiaca. Con ese gesto, revivió el sentimiento de indignación por las muertes de “sus hermanos” y sacrificó su carrera.

Nike escogió celebrar el hito de su décimo tercer aniversario dándole voz a la polémica. No es la primera vez. La compañía había lanzado otras piedras con mensajes sutiles y persuasivos, pero ahora se abre de lleno con una afrenta política… que fue tomada a personal por el mismo presidente Trump. Se la jugó, lo hizo y le echó leña al fuego.

El mensaje es directo, poderoso y descarado: “Cree en algo. Incluso si eso significa sacrificar todo”. Así, la empresa pone las cartas sobre la mesa; el ex jugador de los 49’s de San Francisco es su as debajo de la manga.

La campaña está cumpliendo su cometido, aunque aún no se ve reflejado en las ventas. Algunos en un intento de boicot provocado por un falso sentimiento de patriotismo, han creado su propio movimiento, uno que incluye quemar los tenis y prender todo lo que tenga grabado el nombre de la marca, como si con eso se pudiera esfumar la presión por la eterna búsqueda de la justicia social. No se puede apagar fuego con fuego… menos cuando las emociones lo han hecho viral.

Otros han sido menos radicales. Están comprando dos pares, para apoyar a la compañía que se ha atrevido a levantarle el castigo al ex jugador, a pesar del posible complot profesional en su contra.

Así de contrastantes son las respuestas a la desafiante aventura promocional que inspira toda clase de sentimientos. No se trata de una campaña de ventas, sino de luchas ideológicas, en las que siempre las cuentas de la empresa salen ganando.

Al final, Nike ha conseguido que Kaepernick, regrese a la NFL. No jugará, pero su rostro estará en todos los estadios y su voz retumbará en las pantallas durante los cortes comerciales. La compañía ha logrado que el desplazado vuelva a casa.

Maritza L. Félix. Periodista, escritora y amante de las letras.

maritzalizethfelix@gmail.com

@MaritzaLFelix