/ jueves 8 de noviembre de 2018

Cruzando líneas | Las tropas de Trump, cortinas de humo

Texas.- El júbilo se acabó de un momento a otro según iban pasando los minutos y llegaban más votos.

Los primeros resultados le daban la ventaja al famoso Beto O’Rouke, el hombre que podría reivindicar al Partido Demócrata en estas elecciones y las generales; pero el tiempo y el proceso fueron crueles. Con el 99% de las casillas contabilizadas, los más de 4 millones de votos a su favor no fueron suficientes. Ted Cruz, el republicano y amigo del presidente Trump, se reelegía como senador por Texas.

En Arizona, la conservadora Martha McSally aún lidera la contienda por el Senado federal. La diferencia es mínima y la demócrata Kyrsten Sinema no la dejará cantar victoria hasta que no sea contado el último voto. La que gane tendrá asegurado su capítulo en la historia al convertirse en la primera mujer en ocupar ese cargo; por eso se aferran y no ceden. Está en juego la inmortalidad política y muchos intereses.

Estas dos contiendas en particular marcan una tendencia que no se debe ignorar para las elecciones generales de 2020: El voto latino es crucial. Si bien es cierto que en estos comicios no fue determinante, sí fue poderoso. Beto y Sinema no hubieran podido llegar tan lejos sin el apoyo de los votantes de las minorías, muchos de ellos son la primera generación de migrantes que tiene ese derecho en su familia. Esos jóvenes votaron anticipadamente y no cayeron en el juego manipulador del presidente Trump; los demás, no fueron tan astutos.

Justo unos días antes del esperado 6 de noviembre, el presidente Trump lanzó ataques políticos contra la inmigración ilegal y creó una paranoia virtual de una presunta crisis de seguridad fronteriza. Utilizó la caravana de migrantes para sembrar miedo en los votantes y persuadirlos de que aquellos candidatos más “abiertos” a los migrantes estaban traicionando a una patria que podría desmoronarse si les abría las puertas a los extranjeros indocumentados. Le funcionó.

La estrategia del magnate republicano tuvo el resultado esperado a pesar de que los centroamericanos todavía están a cientos de kilómetros de la frontera y quizá el grupo se disuelva y jamás llegue a pisar el territorio fronterizo. Fue exitosa su táctica de enviar tropas a la frontera para generar incertidumbre, para que los vieran con uniformes y armas, y provocar la sensación de inseguridad. Le sirvieron las imágenes de la caravana abalanzada y caótica en su llegada a México. Le bastó la ignorancia para ganar.

Ahora se lava las manos. Justo un día después de las elecciones, con algunas contiendas aún en el aire, el Pentágono cancela el “Operativo Patriota Fiel” y el despliegue de los soldados en la frontera. ¿Casualidad?

Esas decisiones no se toman a la ligera ni de un día para otro, al menos que vengan desde muy arriba. Entonces ¿qué hacían los soldados poniendo alambres de púas sobre el muro el mismo día que el pueblo estadounidense estaba votando? ¿Cuál es el afán de tener a las tropas alineadas junto a los puertos de entrada custodiando lo que ya estaba seguro? ¿Por qué el despliegue en un martes electoral y no un lunes cualquiera? En la política no existen este tipo de coincidencias.

Maritza L. Félix. Periodista, escritora y amante de las letras.

Twitter: @MaritzaLFélix

Correo: maritzalizethfelix@gmail.com


Texas.- El júbilo se acabó de un momento a otro según iban pasando los minutos y llegaban más votos.

Los primeros resultados le daban la ventaja al famoso Beto O’Rouke, el hombre que podría reivindicar al Partido Demócrata en estas elecciones y las generales; pero el tiempo y el proceso fueron crueles. Con el 99% de las casillas contabilizadas, los más de 4 millones de votos a su favor no fueron suficientes. Ted Cruz, el republicano y amigo del presidente Trump, se reelegía como senador por Texas.

En Arizona, la conservadora Martha McSally aún lidera la contienda por el Senado federal. La diferencia es mínima y la demócrata Kyrsten Sinema no la dejará cantar victoria hasta que no sea contado el último voto. La que gane tendrá asegurado su capítulo en la historia al convertirse en la primera mujer en ocupar ese cargo; por eso se aferran y no ceden. Está en juego la inmortalidad política y muchos intereses.

Estas dos contiendas en particular marcan una tendencia que no se debe ignorar para las elecciones generales de 2020: El voto latino es crucial. Si bien es cierto que en estos comicios no fue determinante, sí fue poderoso. Beto y Sinema no hubieran podido llegar tan lejos sin el apoyo de los votantes de las minorías, muchos de ellos son la primera generación de migrantes que tiene ese derecho en su familia. Esos jóvenes votaron anticipadamente y no cayeron en el juego manipulador del presidente Trump; los demás, no fueron tan astutos.

Justo unos días antes del esperado 6 de noviembre, el presidente Trump lanzó ataques políticos contra la inmigración ilegal y creó una paranoia virtual de una presunta crisis de seguridad fronteriza. Utilizó la caravana de migrantes para sembrar miedo en los votantes y persuadirlos de que aquellos candidatos más “abiertos” a los migrantes estaban traicionando a una patria que podría desmoronarse si les abría las puertas a los extranjeros indocumentados. Le funcionó.

La estrategia del magnate republicano tuvo el resultado esperado a pesar de que los centroamericanos todavía están a cientos de kilómetros de la frontera y quizá el grupo se disuelva y jamás llegue a pisar el territorio fronterizo. Fue exitosa su táctica de enviar tropas a la frontera para generar incertidumbre, para que los vieran con uniformes y armas, y provocar la sensación de inseguridad. Le sirvieron las imágenes de la caravana abalanzada y caótica en su llegada a México. Le bastó la ignorancia para ganar.

Ahora se lava las manos. Justo un día después de las elecciones, con algunas contiendas aún en el aire, el Pentágono cancela el “Operativo Patriota Fiel” y el despliegue de los soldados en la frontera. ¿Casualidad?

Esas decisiones no se toman a la ligera ni de un día para otro, al menos que vengan desde muy arriba. Entonces ¿qué hacían los soldados poniendo alambres de púas sobre el muro el mismo día que el pueblo estadounidense estaba votando? ¿Cuál es el afán de tener a las tropas alineadas junto a los puertos de entrada custodiando lo que ya estaba seguro? ¿Por qué el despliegue en un martes electoral y no un lunes cualquiera? En la política no existen este tipo de coincidencias.

Maritza L. Félix. Periodista, escritora y amante de las letras.

Twitter: @MaritzaLFélix

Correo: maritzalizethfelix@gmail.com