/ viernes 10 de septiembre de 2021

Democracia y debate | 11-S, America Is Under Attack

Nos encontrábamos preparando algo de comer, la diferencia horaria, nos ponía más o menos a esa hora, en el departamento donde vivían mis compañeros de estudios Marco y Alejandro, transcurría la tarde entre proyectos, trabajos, jamones, queso, pan y vino. La televisión encendida por tener algo de fondo, nada importante esperábamos ver, nada particularmente interesante. De pronto como a lo lejos escuchamos la voz de la conductora de noticias, “un incendio, en una de las torres gemelas en Nueva York”, ya con algo de comida en los platos y un vaso de vino nos fuimos sentando frente al televisor, era 11 de septiembre del año 2001.

Un incendio, no se sabía qué lo había provocado, algunos reporteros se aventuraban a señalar que un avión había impactado la torre, difícil que así fuera, más en el espacio aéreo de Nueva York, uno de los más seguros del mundo, “esas cosas pueden pasar en otras partes del mundo, pero en Estados Unidos no y en Nueva York menos”, se comentaba entre conductores de noticias. Entonces se trata de un lamentable incendio pensamos los tres estudiantes, entre vinos y quesos, cuando de repente un avión, lo vimos todos, un avión estrellándose contra la torre, saltamos de nuestros asientos, no es posible, gritamos, nos sacudimos, qué estamos viendo, los conductores no podían articular en la voz lo que sus mentes procesaban y que sus ojos habían visto. Si, un avión impactó el centro del corazón, el máximo símbolo del imperio económico mundial, así el mundo fue testigo con claridad y en directo de una sucesión de hechos lamentables, que nunca superaremos como humanidad. En total fueron 4 aviones los secuestrados, usados por el hombre contra el hombre.

Así como está pandemia está cambiando y marcando a nuevas generaciones, el 11 de septiembre marcó la historia de la humanidad, todos perdimos, nuestra especie perdió como nunca un poco de todo. De la pandemia no existe un lugar en el planeta que pueda estar indiferente, de la misma forma no existió un lugar en el mundo que no se cimbrara por lo ocurrido aquel septiembre y sufriera algún tipo de consecuencia.

Fue Osama bin Laden, fue el terror que encontró como nunca y para siempre el gran canal difusor de miedo, cobrando en un principio la vida de más de 2,700 personas, pero el impacto se multiplicó por millones, en los ojos, memorias y recuerdos que perduran y estarán siempre con nosotros. Como con la pandemia, las fronteras se cerraron, los migrantes fueron señalados, los “otros” fueron los que pagaron y lo siguen haciendo.

Las consecuencias de la guerra contra el terrorismo que inició hace 20 años, incluyeron acciones como la invasión a Iraq, las técnicas de confesión empleadas contra los integrantes de grupos terroristas, el encarcelamiento por años de sospechosos sin juicios, la multiplicación de guardias privadas con el consecuente comercio de armas. Acumulación de rencores y daños de unos y otros.

¿Existe alguna forma de revertir esto?, las consecuencias de lo ocurrido en el corazón financiero del mundo siguen entre nosotros, para muestra Afganistán, así como también los grupos radicales de izquierda y derecha que siguen ganando espacios de poder en el mundo entero.

El mundo no volvió a ser el mismo después del 11 de septiembre de 2001, como no lo volverá a ser después de esta pandemia, pero algo hay entre nosotros que nos impulsa a seguir adelante, que desata sentimientos de solidaridad y compasión, de no ser así ya habríamos dejado de existir desde hace mucho.

11-S, el mundo bajo ataque.


Nos encontrábamos preparando algo de comer, la diferencia horaria, nos ponía más o menos a esa hora, en el departamento donde vivían mis compañeros de estudios Marco y Alejandro, transcurría la tarde entre proyectos, trabajos, jamones, queso, pan y vino. La televisión encendida por tener algo de fondo, nada importante esperábamos ver, nada particularmente interesante. De pronto como a lo lejos escuchamos la voz de la conductora de noticias, “un incendio, en una de las torres gemelas en Nueva York”, ya con algo de comida en los platos y un vaso de vino nos fuimos sentando frente al televisor, era 11 de septiembre del año 2001.

Un incendio, no se sabía qué lo había provocado, algunos reporteros se aventuraban a señalar que un avión había impactado la torre, difícil que así fuera, más en el espacio aéreo de Nueva York, uno de los más seguros del mundo, “esas cosas pueden pasar en otras partes del mundo, pero en Estados Unidos no y en Nueva York menos”, se comentaba entre conductores de noticias. Entonces se trata de un lamentable incendio pensamos los tres estudiantes, entre vinos y quesos, cuando de repente un avión, lo vimos todos, un avión estrellándose contra la torre, saltamos de nuestros asientos, no es posible, gritamos, nos sacudimos, qué estamos viendo, los conductores no podían articular en la voz lo que sus mentes procesaban y que sus ojos habían visto. Si, un avión impactó el centro del corazón, el máximo símbolo del imperio económico mundial, así el mundo fue testigo con claridad y en directo de una sucesión de hechos lamentables, que nunca superaremos como humanidad. En total fueron 4 aviones los secuestrados, usados por el hombre contra el hombre.

Así como está pandemia está cambiando y marcando a nuevas generaciones, el 11 de septiembre marcó la historia de la humanidad, todos perdimos, nuestra especie perdió como nunca un poco de todo. De la pandemia no existe un lugar en el planeta que pueda estar indiferente, de la misma forma no existió un lugar en el mundo que no se cimbrara por lo ocurrido aquel septiembre y sufriera algún tipo de consecuencia.

Fue Osama bin Laden, fue el terror que encontró como nunca y para siempre el gran canal difusor de miedo, cobrando en un principio la vida de más de 2,700 personas, pero el impacto se multiplicó por millones, en los ojos, memorias y recuerdos que perduran y estarán siempre con nosotros. Como con la pandemia, las fronteras se cerraron, los migrantes fueron señalados, los “otros” fueron los que pagaron y lo siguen haciendo.

Las consecuencias de la guerra contra el terrorismo que inició hace 20 años, incluyeron acciones como la invasión a Iraq, las técnicas de confesión empleadas contra los integrantes de grupos terroristas, el encarcelamiento por años de sospechosos sin juicios, la multiplicación de guardias privadas con el consecuente comercio de armas. Acumulación de rencores y daños de unos y otros.

¿Existe alguna forma de revertir esto?, las consecuencias de lo ocurrido en el corazón financiero del mundo siguen entre nosotros, para muestra Afganistán, así como también los grupos radicales de izquierda y derecha que siguen ganando espacios de poder en el mundo entero.

El mundo no volvió a ser el mismo después del 11 de septiembre de 2001, como no lo volverá a ser después de esta pandemia, pero algo hay entre nosotros que nos impulsa a seguir adelante, que desata sentimientos de solidaridad y compasión, de no ser así ya habríamos dejado de existir desde hace mucho.

11-S, el mundo bajo ataque.