No es la primera ocasión que se presenta un caso similar, en cuanto Fidel Castro de retira por motivo de salud, mucho se dijo que sus sucesores no serían como él, evidentemente no lo fueron, pero Cuba sigue bajo el mismo orden y reglas que Fidel construyó, así que aquellos que soñaron con un cambio se quedaron con las ganas y los sueños en Miami.
También en Venezuela, cuando Chávez deja el poder también por motivos de salud, mucho se dijo que su sucesor, Maduro, no era Chávez, sin embargo ha logrado mantener a Venezuela en el modelo y en el sistema de gobierno que Chávez instauró.
Ahora nos encontramos en un punto similar en México, evidentemente Claudia no es Andrés, ¿pero qué significa o qué puede significar esto?
En primer lugar, para los que no comulgan con la 4T se abre una oportunidad para ir debilitando a Morena y aliados, rumbo a las siguientes elecciones, además de que suponen, los no partidarios de Claudia que será menos poderosa que López Obrador, también es posible que no tenga el mismo carisma y popularidad que presume nuestro Presidente, por lo que quizá no sea tan poderosa como lo es Andrés.
Por si fuera poco, Claudia tampoco tiene esas dotes de comunicación con las que cuenta López, que logra casi todo lo que desea y expresa.
Por lo pronto queda claro que no todos en Morena están con ella, como sí, todos en Morena están con Andrés Manuel, salvo que en el camino organice sus fuerzas y ejerza el poder con su propio estilo, pero sin soltarlo.
Es comprensible que mientras no sea presidenta tiene que estar sometida al poderoso, el tema será ver de qué tamaño es ella para seguir como presidenta ella sola y haciendo a un lado a su padre político, de no hacerlo así, difícilmente tendrá todo el poder, ya que el poder viene el padre y lo está transfiriendo a la hija, pero esta lo tiene que hacer manifiesto y lo antes posible.
Cuba y Venezuela, son ejemplos de que no se dio un cambio de modelo, de sistema al separarse de sus cargos aquellos que con carisma, ideas y programas llegaron a imponer nuevas reglas.
En nuestro país veremos cómo toma el poder Claudia, si logra imponer su estilo o si seguirá bajo las ordenes de nuestro presidente y sometida por un partido que no la apoya al cien por ciento.
Claudia no es Andrés, eso es evidente, además en otros países la evidencia nos muestra que no se cambió nada.