/ martes 2 de agosto de 2022

Democracia y debate | El Mercadito San Pedro

La bendita lluvia nos moviliza en el mundo, en México, en Sonora y claro en Hermosillo, la fascinación por una de las fuentes de la vida que es el agua, es incontenible en el ser humano. Esta emoción es mucho más evidente cuando vivimos en el desierto.

No nos damos cuenta en muchas ocasiones de lo afortunados que somos algunos de tener agua en casa, de poder bañarnos y en general de contar con agua sin mucho esfuerzo.

Recuerdo algunos lugares donde para poder tener agua hay que caminar, hay que cargarla en la espalda y andar algunos kilómetros.

Es el agua sin duda lo más valioso que tenemos como seres humanos, eso lo sabemos, pero quizá no queremos entenderlo.

Cuando llueve en Hermosillo pasan muchas cosas, entre otras, quedamos como hipnotizados ante su belleza que nos llena de vida y esperanza, también se logran unos grados menos en el ardiente verano, lo que provoca que nos movilicemos para aprovechar el buen clima.

Posterior a la hermosa lluvia del fin de semana, junto con mi familia y en modo hermosillense, partimos rumbo a San Pedro, para disfrutar del clima y de la oferta gastronómica. Ya me habían comentado de un lugar nuevo, así que con ánimo aventurero nos dirigimos al mismo.

Llegamos toda la familia, montonera, escandalosa y feliz a un nuevo lugar en San Pedro que se llama “El Mercadito San Pedro”, que huele a nuevo, piso firme, baños limpios, techado y agradable, pero más que eso, atrapa el sabor de San Pedro y puedo asegurar que lo proyecta con gran fuerza.

He comido el mejor plato de carne con chile, además de una riquísima y jugosa carne deshebrada, tamales de carne que estaban más que buenos, mis hijos poco innovadores pidieron tacos de carne asada los cuales devoraron como si no hubiera mañana, los totopos preparados en el lugar y mojados en las salsas que se ofrecen son una botana que hay que tomarla con cuidado, podrías no poder dejar de comerlos, hasta las quesadillas (que es algo que podría parecer simple) son realmente especiales. Hay muchas cosas más pero lamentablemente nos fue imposible seguir comiendo, descubrimos nuestros propios límites de ingesta, pero no dejaba de ver pasar otros platillos a otras mesas que se veían espectaculares, como las tostadas de mariscos.

Decir que “El Mercadito San Pedro” es para la familia, no es poca cosa, no todos los lugares lo son, y en este lugar puedes estar con toda tranquilidad con tus hijos y familia completa.

El Mercadito, además de todo lo que ofrece, es un lugar administrado por una bella familia, que con amor y comida deliciosa te espera. No faltes, no te vas a arrepentir.

La bendita lluvia nos moviliza en el mundo, en México, en Sonora y claro en Hermosillo, la fascinación por una de las fuentes de la vida que es el agua, es incontenible en el ser humano. Esta emoción es mucho más evidente cuando vivimos en el desierto.

No nos damos cuenta en muchas ocasiones de lo afortunados que somos algunos de tener agua en casa, de poder bañarnos y en general de contar con agua sin mucho esfuerzo.

Recuerdo algunos lugares donde para poder tener agua hay que caminar, hay que cargarla en la espalda y andar algunos kilómetros.

Es el agua sin duda lo más valioso que tenemos como seres humanos, eso lo sabemos, pero quizá no queremos entenderlo.

Cuando llueve en Hermosillo pasan muchas cosas, entre otras, quedamos como hipnotizados ante su belleza que nos llena de vida y esperanza, también se logran unos grados menos en el ardiente verano, lo que provoca que nos movilicemos para aprovechar el buen clima.

Posterior a la hermosa lluvia del fin de semana, junto con mi familia y en modo hermosillense, partimos rumbo a San Pedro, para disfrutar del clima y de la oferta gastronómica. Ya me habían comentado de un lugar nuevo, así que con ánimo aventurero nos dirigimos al mismo.

Llegamos toda la familia, montonera, escandalosa y feliz a un nuevo lugar en San Pedro que se llama “El Mercadito San Pedro”, que huele a nuevo, piso firme, baños limpios, techado y agradable, pero más que eso, atrapa el sabor de San Pedro y puedo asegurar que lo proyecta con gran fuerza.

He comido el mejor plato de carne con chile, además de una riquísima y jugosa carne deshebrada, tamales de carne que estaban más que buenos, mis hijos poco innovadores pidieron tacos de carne asada los cuales devoraron como si no hubiera mañana, los totopos preparados en el lugar y mojados en las salsas que se ofrecen son una botana que hay que tomarla con cuidado, podrías no poder dejar de comerlos, hasta las quesadillas (que es algo que podría parecer simple) son realmente especiales. Hay muchas cosas más pero lamentablemente nos fue imposible seguir comiendo, descubrimos nuestros propios límites de ingesta, pero no dejaba de ver pasar otros platillos a otras mesas que se veían espectaculares, como las tostadas de mariscos.

Decir que “El Mercadito San Pedro” es para la familia, no es poca cosa, no todos los lugares lo son, y en este lugar puedes estar con toda tranquilidad con tus hijos y familia completa.

El Mercadito, además de todo lo que ofrece, es un lugar administrado por una bella familia, que con amor y comida deliciosa te espera. No faltes, no te vas a arrepentir.