/ lunes 11 de octubre de 2021

Democracia y debate | La verdad para construir la paz

Es tan importante la libertad de expresión y defenderla, que en esto muchos han muerto, así es, la vida va en prenda de quienes han decidido hacer de su trabajo, oficio, afición un estandarte de defensa a la libertad de informar “hechos”.

Todavía existe una audiencia que requiere y exige hacer valer su derecho, para poder organizarse mejor y tomar mejores decisiones. Es una condición indiscutible para la democracia que previamente se tenga libertad de expresión en el sentido más amplio, para generar debates, confrontaciones con argumentos, intercambio de ideas y de esa manera poder construir sistemas de organización social, como es al que la mayoría aspira, la democracia.

Por lo que es destacable que el Premio Nobel de la Paz de este año, sea para dos periodistas, que se han distinguido por salvaguardar la libertad de expresión, generando sociedades en paz, donde esta condición, (la paz) se puede construir, es donde la sociedad está informada, es cuando entonces el trabajo de los periodistas se hace necesario, lamentablemente no todos están de acuerdo en que los hechos sean el sustento de la verdad y que esta genere pensamiento crítico, por lo que quienes lo hacen, lamentablemente enfrentan consecuencias.

Defender el derecho de las personas a la libertad de expresión, es un gran mensaje al mundo por la defensa de la libertad de expresión, y los peligros que representa ejercerla y defenderla.

Ya hemos señalado que la comunicación no es el cuarto poder, es la fuente del poder, es la herramienta fundamental del grupo dominante para impulsar sus ideas y proyectos, mediante acciones que se reflejarán en todo, desde el sistema educativo, de salud, de defensa, de seguridad, relaciones exteriores, hasta las definiciones sociológicas más determinantes. De ese tamaño es la importancia de tener varias voces, especialmente fundamentadas en hechos “reales”, por lo tanto, los que están en la cúspide de la pirámide del poder conocedores de lo anterior procurarán dominar el diálogo social para construir sobre las bases que ellos determinen, salvo que la libertad sea tal que permita otros argumentos, otras voces y quizá otros proyectos que convivan y se gesten junto o contra el grupo del poder, esto es entonces el contrapoder buscando equilibrios, mediante la libertad.

Estos complejos equilibrios que gestan y dan origen a sistemas de organización gubernamental son indispensables para la construcción democrática y su anhelada consolidación, de no existir, los ejemplos están a la vista del que quiera verlos, en los países donde la democracia está amenazada, y empieza a serlo generalmente en la libertad de expresión.

Felicidades a María Ressa, periodista de Filipinas y Dimitri Muratov, de Rusia, por hacer notar lo fundamental que es expresar libremente para poder organizarnos como sociedad. Siendo ambos reconocidos con el Premio Nobel de la Paz.

La verdad nos hará libres y nos ayudará a construir la paz.

Es tan importante la libertad de expresión y defenderla, que en esto muchos han muerto, así es, la vida va en prenda de quienes han decidido hacer de su trabajo, oficio, afición un estandarte de defensa a la libertad de informar “hechos”.

Todavía existe una audiencia que requiere y exige hacer valer su derecho, para poder organizarse mejor y tomar mejores decisiones. Es una condición indiscutible para la democracia que previamente se tenga libertad de expresión en el sentido más amplio, para generar debates, confrontaciones con argumentos, intercambio de ideas y de esa manera poder construir sistemas de organización social, como es al que la mayoría aspira, la democracia.

Por lo que es destacable que el Premio Nobel de la Paz de este año, sea para dos periodistas, que se han distinguido por salvaguardar la libertad de expresión, generando sociedades en paz, donde esta condición, (la paz) se puede construir, es donde la sociedad está informada, es cuando entonces el trabajo de los periodistas se hace necesario, lamentablemente no todos están de acuerdo en que los hechos sean el sustento de la verdad y que esta genere pensamiento crítico, por lo que quienes lo hacen, lamentablemente enfrentan consecuencias.

Defender el derecho de las personas a la libertad de expresión, es un gran mensaje al mundo por la defensa de la libertad de expresión, y los peligros que representa ejercerla y defenderla.

Ya hemos señalado que la comunicación no es el cuarto poder, es la fuente del poder, es la herramienta fundamental del grupo dominante para impulsar sus ideas y proyectos, mediante acciones que se reflejarán en todo, desde el sistema educativo, de salud, de defensa, de seguridad, relaciones exteriores, hasta las definiciones sociológicas más determinantes. De ese tamaño es la importancia de tener varias voces, especialmente fundamentadas en hechos “reales”, por lo tanto, los que están en la cúspide de la pirámide del poder conocedores de lo anterior procurarán dominar el diálogo social para construir sobre las bases que ellos determinen, salvo que la libertad sea tal que permita otros argumentos, otras voces y quizá otros proyectos que convivan y se gesten junto o contra el grupo del poder, esto es entonces el contrapoder buscando equilibrios, mediante la libertad.

Estos complejos equilibrios que gestan y dan origen a sistemas de organización gubernamental son indispensables para la construcción democrática y su anhelada consolidación, de no existir, los ejemplos están a la vista del que quiera verlos, en los países donde la democracia está amenazada, y empieza a serlo generalmente en la libertad de expresión.

Felicidades a María Ressa, periodista de Filipinas y Dimitri Muratov, de Rusia, por hacer notar lo fundamental que es expresar libremente para poder organizarnos como sociedad. Siendo ambos reconocidos con el Premio Nobel de la Paz.

La verdad nos hará libres y nos ayudará a construir la paz.