/ martes 21 de septiembre de 2021

Democracia y debate | Lacalle

Equivocadamente los uruguayos se definen a sí mismos como grises, eso me han dicho ellos mismos en más de una ocasión, sin embargo, no puedo más que opinar todo lo contrario, su luminosidad es equiparable a lo bello de sus atardeceres, que se pueden observar en toda su grandeza en Punta del Este, balneario maravilloso que ha ostentado el realmente honroso cero por ciento de índice de criminalidad, no sé cuántos lugares en el mundo puedan presumir de esto, pero en este sitio de encuentro entre el río y el océano, además de brasileños y argentinos, principalmente, donde los grandes empresarios que tiene la suerte de tener sus casas de descanso, dejan abiertas las puertas para que todo el mundo pueda disfrutar de los jardines, “de esto vivimos, tenemos que cuidarlo”, comentan los uruguayos que trabajan en Punta.

Pero no sólo Punta tiene esta sensación y buena atención de los originarios de este gran país, Ciudad Vieja en Montevideo donde se concentran bares, restaurantes, y en general la vida nocturna, brinda un entorno que se siente seguro para mujeres y hombres que buscar diversión nocturna, vigilados por la bella presencia del Teatro Solís, que ofrece derroche artístico para quien decida acudir a él en pos de música clásica.

Brillan los uruguayos, con luz propia, como brilló Tabaré, Mujica y ahora Lacalle, quién de forma “serena” como son ellos, pero “firme”, ha hablado como es necesario que hablen muchos líderes en el mundo, en el marco del reciente encuentro en México de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (Celac), donde de forma necesaria señala: “La democracia es el mejor sistema de los individuos para ser libres, es el estado más puro de una persona. Participar en este Foro no significa ser complaciente… cuando en determinados países no hay democracia plena, no hay separación de poderes, se encarcelan opositores, no se respetan derechos humanos. Voz tranquila pero firme”, finalmente señala con preocupación lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Otros opinarán de forma distinta, algunos apoyarán lo dicho por Lacalle, otros estará más conformes con las respuestas en otro sentido al de este discurso, pero lo que es innegable es que, la democracia con todos sus defectos es el sistema político que garantiza la libertad, que es el mayor tesoro que puede tener todo ser humano, sí, es verdad la democracia no da certezas, estas las da la dictadura, la democracia no genera el bienestar que se ha aspirado o soñado, la democracia tiene vicios y defectos, es difícil y es en ocasiones muy costosa (cuesta la vida), pero es este sistema el único que nos mantiene en libertad, con incertidumbres e insatisfacciones pero con la oportunidad de decidir en un marco estrecho, lo que deseamos o no hacer, lo que queremos o no leer, estudiar, comer.

También es cierto que nuestra libertad estará sometida entre otras variables a la del mercado, pero también podremos aspirar y soñar con la competencia, podremos fracasar y frustrarnos, vamos a caer, seremos víctimas, pero esperaremos que las instituciones funcionen, en ocasiones lo van a hacer y en otras no.

No tendremos en democracia garantizado todo, pero si tenemos el sueño de ser libres y en momentos podemos serlo. Abrazo a los luminosos uruguayos que han convertido su país en un modelo de democracia.

Equivocadamente los uruguayos se definen a sí mismos como grises, eso me han dicho ellos mismos en más de una ocasión, sin embargo, no puedo más que opinar todo lo contrario, su luminosidad es equiparable a lo bello de sus atardeceres, que se pueden observar en toda su grandeza en Punta del Este, balneario maravilloso que ha ostentado el realmente honroso cero por ciento de índice de criminalidad, no sé cuántos lugares en el mundo puedan presumir de esto, pero en este sitio de encuentro entre el río y el océano, además de brasileños y argentinos, principalmente, donde los grandes empresarios que tiene la suerte de tener sus casas de descanso, dejan abiertas las puertas para que todo el mundo pueda disfrutar de los jardines, “de esto vivimos, tenemos que cuidarlo”, comentan los uruguayos que trabajan en Punta.

Pero no sólo Punta tiene esta sensación y buena atención de los originarios de este gran país, Ciudad Vieja en Montevideo donde se concentran bares, restaurantes, y en general la vida nocturna, brinda un entorno que se siente seguro para mujeres y hombres que buscar diversión nocturna, vigilados por la bella presencia del Teatro Solís, que ofrece derroche artístico para quien decida acudir a él en pos de música clásica.

Brillan los uruguayos, con luz propia, como brilló Tabaré, Mujica y ahora Lacalle, quién de forma “serena” como son ellos, pero “firme”, ha hablado como es necesario que hablen muchos líderes en el mundo, en el marco del reciente encuentro en México de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (Celac), donde de forma necesaria señala: “La democracia es el mejor sistema de los individuos para ser libres, es el estado más puro de una persona. Participar en este Foro no significa ser complaciente… cuando en determinados países no hay democracia plena, no hay separación de poderes, se encarcelan opositores, no se respetan derechos humanos. Voz tranquila pero firme”, finalmente señala con preocupación lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Otros opinarán de forma distinta, algunos apoyarán lo dicho por Lacalle, otros estará más conformes con las respuestas en otro sentido al de este discurso, pero lo que es innegable es que, la democracia con todos sus defectos es el sistema político que garantiza la libertad, que es el mayor tesoro que puede tener todo ser humano, sí, es verdad la democracia no da certezas, estas las da la dictadura, la democracia no genera el bienestar que se ha aspirado o soñado, la democracia tiene vicios y defectos, es difícil y es en ocasiones muy costosa (cuesta la vida), pero es este sistema el único que nos mantiene en libertad, con incertidumbres e insatisfacciones pero con la oportunidad de decidir en un marco estrecho, lo que deseamos o no hacer, lo que queremos o no leer, estudiar, comer.

También es cierto que nuestra libertad estará sometida entre otras variables a la del mercado, pero también podremos aspirar y soñar con la competencia, podremos fracasar y frustrarnos, vamos a caer, seremos víctimas, pero esperaremos que las instituciones funcionen, en ocasiones lo van a hacer y en otras no.

No tendremos en democracia garantizado todo, pero si tenemos el sueño de ser libres y en momentos podemos serlo. Abrazo a los luminosos uruguayos que han convertido su país en un modelo de democracia.