/ miércoles 18 de mayo de 2022

Democracia y debate | Megacable

Esta es una historia que parece simple, pero se ha convertido en algo que es incluso difícil de comprender, difícil de entender y que involucra todo un proceso de atención a quien paga un servicio y de esta forma puede junto con miles o millones de usuarios generar una empresa que es soporte de economía para muchas familias.

Este es un caso, no sé si existan otros parecidos o similares, lo que quiero contar es simplemente la barrera con la que nos encontramos cuando nos alejamos de la razón y nos apegamos al manual y a la capacitación.

Aproximadamente hace un mes, cambiamos de domicilio, así familia completa cargada de maletas, cosas que sirven, cosas que no sirven pero que hacen falta y un cúmulo de emociones partimos partidos y con esperanza a nuestro nuevo hogar.

El nuevo hogar es fantástico, tiene cosas que nos hacen la vida muy divertida y la pasamos muy bien, en particular mis pequeños hijos. Todo camina más o menos como debe caminar, vamos en el cambio paso a paso y acomodando maletas, cosas y sentimientos.

Pero, pero, pero (como dice Patricio), no contaba con Megacable, en cuanto iniciamos la mudanza, también solicite el “cambio de domicilio”, para en la nueva casa tener los servicios y conectividad que nos hiciera el trabajo y la vida más relajada, tener conexión a Internet es como tener agua o gas, es necesario.

Sin embargo y tengo que decirlo, ya se va a cumplir el mes y de Megacable, nada, bueno sí algo, o más bien mucho, el tema es que he realizado múltiples llamadas, se han hecho muchos compromisos, que me llamarán y acudirán y no llaman, ni acuden, son dos o tres llamadas diarias a su centro de “atención”, las respuestas son de manual, de capacitación, el punto es que nada se resuelve, un día acudí a una sucursal, la ubicada en Colosio, acompañado con mis menores hijos, los cuales en cuanto vieron una computadora con Internet se fueron a ella, a ver videos a poner música, tienen casi un mes sin el servicio en casa, una de las encargadas nos dijo “eso no es para jugar”, no están jugando, le respondí, están usando un servicio que no tienen en casa porque no han acudido a realizar el cambio de domicilio.

Le expliqué mi caso y me pasó un teléfono, que ellos en sucursal nada podían hacer, que hablara con la persona en el teléfono, que era una de las múltiples personas con las que hablo todos los días, que no tienen la solución, que responden lo que la capacitación y el manual les indica, pero que no resuelven, en el mejor de los casos prometen, “mañana sin falta, a primera hora”, “por la tarde se comunican media hora antes de acudir le van a llamar” y así pasan los días sin servicio, sin Internet y sin respuestas. Sólo múltiples compromisos incumplidos.


Esta es una historia que parece simple, pero se ha convertido en algo que es incluso difícil de comprender, difícil de entender y que involucra todo un proceso de atención a quien paga un servicio y de esta forma puede junto con miles o millones de usuarios generar una empresa que es soporte de economía para muchas familias.

Este es un caso, no sé si existan otros parecidos o similares, lo que quiero contar es simplemente la barrera con la que nos encontramos cuando nos alejamos de la razón y nos apegamos al manual y a la capacitación.

Aproximadamente hace un mes, cambiamos de domicilio, así familia completa cargada de maletas, cosas que sirven, cosas que no sirven pero que hacen falta y un cúmulo de emociones partimos partidos y con esperanza a nuestro nuevo hogar.

El nuevo hogar es fantástico, tiene cosas que nos hacen la vida muy divertida y la pasamos muy bien, en particular mis pequeños hijos. Todo camina más o menos como debe caminar, vamos en el cambio paso a paso y acomodando maletas, cosas y sentimientos.

Pero, pero, pero (como dice Patricio), no contaba con Megacable, en cuanto iniciamos la mudanza, también solicite el “cambio de domicilio”, para en la nueva casa tener los servicios y conectividad que nos hiciera el trabajo y la vida más relajada, tener conexión a Internet es como tener agua o gas, es necesario.

Sin embargo y tengo que decirlo, ya se va a cumplir el mes y de Megacable, nada, bueno sí algo, o más bien mucho, el tema es que he realizado múltiples llamadas, se han hecho muchos compromisos, que me llamarán y acudirán y no llaman, ni acuden, son dos o tres llamadas diarias a su centro de “atención”, las respuestas son de manual, de capacitación, el punto es que nada se resuelve, un día acudí a una sucursal, la ubicada en Colosio, acompañado con mis menores hijos, los cuales en cuanto vieron una computadora con Internet se fueron a ella, a ver videos a poner música, tienen casi un mes sin el servicio en casa, una de las encargadas nos dijo “eso no es para jugar”, no están jugando, le respondí, están usando un servicio que no tienen en casa porque no han acudido a realizar el cambio de domicilio.

Le expliqué mi caso y me pasó un teléfono, que ellos en sucursal nada podían hacer, que hablara con la persona en el teléfono, que era una de las múltiples personas con las que hablo todos los días, que no tienen la solución, que responden lo que la capacitación y el manual les indica, pero que no resuelven, en el mejor de los casos prometen, “mañana sin falta, a primera hora”, “por la tarde se comunican media hora antes de acudir le van a llamar” y así pasan los días sin servicio, sin Internet y sin respuestas. Sólo múltiples compromisos incumplidos.