/ jueves 27 de enero de 2022

Democracia y debate | Miseria

Somos animales carniceros, somos los seres humanos capaces de los actos más miserables, nuestra capacidad de pensamiento en ocasiones la usamos para actuar sin razón, todas las capacidades que tenemos hay quienes las ponen al servicio de actos que son indescriptibles, que son difíciles de ver, de entender, actos y hechos que suceden y que cuando sabemos de ellos nos escandalizamos, nos horrorizamos y no los podemos comprender.

Sin embargo, parece que la maldad humana no tiene límites, todo indica que por más que nos esforzamos en evolucionar, en hablar correctamente, en ser mejores como sociedad, en perfeccionar el arte, la música, la literatura, como bomba nos enfrentamos a lo más bajo, a lo más ruin, a lo intolerable.

Pareciera que no tenemos límites, parece que el fondo de la crueldad es infinito, de pronto largos periodos de calma o grandes hechos de solidaridad social y humana nos vuelven a llenar de esperanza, de satisfacción y de amor. Pero de pronto y sin aviso la crueldad, lo ruin, lo bajo, lo indescriptible nos sumerge al fondo de lo más despreciable.

Tadeo cumplió 3 meses de edad, le bastaron apenas 3 meses para demostrar su grandeza y dejar este mundo, para trascender y enfrentar a los demonios, que en un acto de gran crueldad intentaron hacerle daño, lo que no sabían era que con todo su poder Tadeo los venció, porque él tiene todo el poder de un ángel que está en una perfecta armonía y a salvo de esos monstruos.

A Tadeo lo sacaron de su tumba en Iztapalapa, y lo tiraron en un contenedor de basura en el penal de San Miguel, en Puebla, su pequeño cuerpo ya sin vida fue usado al parecer para introducir algún tipo de sustancia prohibida.

Tres renglones apenas, unas cuantas palabras, para describir la bajeza y la descomposición social. ¿Es posible caer más bajo?

Lo que ignoran esos seres oscuros que hicieron lo que los marcará para siempre, es que Tadeo está sobre todos, él ya es indestructible, sólo con tres meses logró mucho más, que los que quisieron dañarlo, usando su pequeño cuerpo. Tadeo es y será un gran protector, un ángel benefactor y una fuerza contra esa terrible maldad.

“Los hombres, señor Faulques, somos animales carniceros. Nuestra inventiva para crear horror no tiene límites. Usted tiene que saberlo. Toda una vida fotografiando maldades enseñan algo, supongo”. Arturo Pérez-Reverte, El pintor de batallas.


Somos animales carniceros, somos los seres humanos capaces de los actos más miserables, nuestra capacidad de pensamiento en ocasiones la usamos para actuar sin razón, todas las capacidades que tenemos hay quienes las ponen al servicio de actos que son indescriptibles, que son difíciles de ver, de entender, actos y hechos que suceden y que cuando sabemos de ellos nos escandalizamos, nos horrorizamos y no los podemos comprender.

Sin embargo, parece que la maldad humana no tiene límites, todo indica que por más que nos esforzamos en evolucionar, en hablar correctamente, en ser mejores como sociedad, en perfeccionar el arte, la música, la literatura, como bomba nos enfrentamos a lo más bajo, a lo más ruin, a lo intolerable.

Pareciera que no tenemos límites, parece que el fondo de la crueldad es infinito, de pronto largos periodos de calma o grandes hechos de solidaridad social y humana nos vuelven a llenar de esperanza, de satisfacción y de amor. Pero de pronto y sin aviso la crueldad, lo ruin, lo bajo, lo indescriptible nos sumerge al fondo de lo más despreciable.

Tadeo cumplió 3 meses de edad, le bastaron apenas 3 meses para demostrar su grandeza y dejar este mundo, para trascender y enfrentar a los demonios, que en un acto de gran crueldad intentaron hacerle daño, lo que no sabían era que con todo su poder Tadeo los venció, porque él tiene todo el poder de un ángel que está en una perfecta armonía y a salvo de esos monstruos.

A Tadeo lo sacaron de su tumba en Iztapalapa, y lo tiraron en un contenedor de basura en el penal de San Miguel, en Puebla, su pequeño cuerpo ya sin vida fue usado al parecer para introducir algún tipo de sustancia prohibida.

Tres renglones apenas, unas cuantas palabras, para describir la bajeza y la descomposición social. ¿Es posible caer más bajo?

Lo que ignoran esos seres oscuros que hicieron lo que los marcará para siempre, es que Tadeo está sobre todos, él ya es indestructible, sólo con tres meses logró mucho más, que los que quisieron dañarlo, usando su pequeño cuerpo. Tadeo es y será un gran protector, un ángel benefactor y una fuerza contra esa terrible maldad.

“Los hombres, señor Faulques, somos animales carniceros. Nuestra inventiva para crear horror no tiene límites. Usted tiene que saberlo. Toda una vida fotografiando maldades enseñan algo, supongo”. Arturo Pérez-Reverte, El pintor de batallas.