/ jueves 16 de septiembre de 2021

Democracia y debate | Nacer Patria

Fue un 15 de septiembre, en Montevideo, Uruguay, la celebración de la Embajada de México en este país sudamericano, de una de las festividades que más nos une como mexicanos, una fiesta que nos hace gritar, como Hidalgo, lo que sentimos que somos, lo que deseamos ser y lo que por lo menos en un momento todos somos, Orgullosos mexicanos.

Fue en esta fiesta cuando conocí a José Mujica (Pepe Mujica), en ese año, él era ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, estando en la presidencia Tabaré Vázquez, resultado del trabajo político electoral del llamado “Frente Amplio”, que unificaba sindicatos y partidos de izquierda que lograban así el triunfo sobre los partidos “tradicionales”, en aquel país, renacía el Uruguay y celebrábamos mexicanos y uruguayos el nacer patrio.

Fue el Pepe, guerrillero tupumano, preso, ministro, luego sería presidente y se convertiría en lo que hoy es, un símbolo de un político diferente, el más pobre del mundo, contribuyendo junto con el Frente Amplio, a un renacer de este país que hoy es considerado “la suiza de América”, así lo apunta el especialista de inversión John Plassard, “Ha gozado (Uruguay), de una sólida estabilidad política y social durante años, respaldada por una democracia consolidada y una sólida seguridad jurídica, lo que le hace atractivo para los inversores”, no estoy seguro que este fuera el objetivo de ex combatientes guerrilleros, sindicalistas y miembros de partidos de izquierda, pero seguramente si buscaban, lograr la estabilidad, nacer como nación democrática, segura y con un fuerte Estado de Derecho, ya si las calificadoras comerciales opinan que es Suiza, Francia o Inglaterra, mientras lo sociedad viva en paz y tranquila, es ganar hacia adentro y hacia afuera.

Regresando a la celebración “del grito de Dolores”, donde puede hablar con el Pepe, vestido en esa ocasión con ropa militar, pude también con los funcionarios de la embajada, invitados de Montevideo, Brasil y Argentina compartir tacos al pastor. Así vivimos juntos un momento de los más democráticos, la lucha por los tacos, codo a codo, unos por nostalgia y otros por curiosidad, nadie quería quedarse sin comerlos.

La música de fondo, alegoría de lo que nos gusta que piensen que somos, recuerdo también una no muy grata discusión con el agregado cultural de México que le molestaba la música de mariachis, pero el nutrido público de latinoamericanos la exigía y el purista funcionario no tuvo más remedio que darle gusto a la concurrencia.

Celebramos juntos el nacer, el nacer como pueblo, como nación, no tenía ni idea en ese momento de con quién había tenido la oportunidad de conversar unos minutos, “El Pepe”, se convertirla con el tiempo en un símbolo mundial del renacer de la política, de los ideales, representando a un pueblo como el nuestro, hijo del dolor y hoy una nación considerada como uno de los mejores lugares para invertir.

Me gusta pensar que ellos, (los uruguayos) ya terminaron de nacer, ¿nosotros cuándo terminaremos?

Viva México

Fue un 15 de septiembre, en Montevideo, Uruguay, la celebración de la Embajada de México en este país sudamericano, de una de las festividades que más nos une como mexicanos, una fiesta que nos hace gritar, como Hidalgo, lo que sentimos que somos, lo que deseamos ser y lo que por lo menos en un momento todos somos, Orgullosos mexicanos.

Fue en esta fiesta cuando conocí a José Mujica (Pepe Mujica), en ese año, él era ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, estando en la presidencia Tabaré Vázquez, resultado del trabajo político electoral del llamado “Frente Amplio”, que unificaba sindicatos y partidos de izquierda que lograban así el triunfo sobre los partidos “tradicionales”, en aquel país, renacía el Uruguay y celebrábamos mexicanos y uruguayos el nacer patrio.

Fue el Pepe, guerrillero tupumano, preso, ministro, luego sería presidente y se convertiría en lo que hoy es, un símbolo de un político diferente, el más pobre del mundo, contribuyendo junto con el Frente Amplio, a un renacer de este país que hoy es considerado “la suiza de América”, así lo apunta el especialista de inversión John Plassard, “Ha gozado (Uruguay), de una sólida estabilidad política y social durante años, respaldada por una democracia consolidada y una sólida seguridad jurídica, lo que le hace atractivo para los inversores”, no estoy seguro que este fuera el objetivo de ex combatientes guerrilleros, sindicalistas y miembros de partidos de izquierda, pero seguramente si buscaban, lograr la estabilidad, nacer como nación democrática, segura y con un fuerte Estado de Derecho, ya si las calificadoras comerciales opinan que es Suiza, Francia o Inglaterra, mientras lo sociedad viva en paz y tranquila, es ganar hacia adentro y hacia afuera.

Regresando a la celebración “del grito de Dolores”, donde puede hablar con el Pepe, vestido en esa ocasión con ropa militar, pude también con los funcionarios de la embajada, invitados de Montevideo, Brasil y Argentina compartir tacos al pastor. Así vivimos juntos un momento de los más democráticos, la lucha por los tacos, codo a codo, unos por nostalgia y otros por curiosidad, nadie quería quedarse sin comerlos.

La música de fondo, alegoría de lo que nos gusta que piensen que somos, recuerdo también una no muy grata discusión con el agregado cultural de México que le molestaba la música de mariachis, pero el nutrido público de latinoamericanos la exigía y el purista funcionario no tuvo más remedio que darle gusto a la concurrencia.

Celebramos juntos el nacer, el nacer como pueblo, como nación, no tenía ni idea en ese momento de con quién había tenido la oportunidad de conversar unos minutos, “El Pepe”, se convertirla con el tiempo en un símbolo mundial del renacer de la política, de los ideales, representando a un pueblo como el nuestro, hijo del dolor y hoy una nación considerada como uno de los mejores lugares para invertir.

Me gusta pensar que ellos, (los uruguayos) ya terminaron de nacer, ¿nosotros cuándo terminaremos?

Viva México