/ viernes 27 de mayo de 2022

Democracia y debate | Populismo

Comparto la idea de algunos investigadores que señalan que el populismo es todavía un concepto inacabado, el cual es necesario seguir teorizando, aunque es verdad que lo hemos venido escuchando desde los años cincuenta y se identifica con la antigua Unión Soviética y en algún momento con Estados Unidos, es también verdad que es una forma de relacionarse entre el poder y algunos de sus elementos, un estilo me permito decir de gobernar, una forma de ejercer el poder, no necesariamente un modelo todavía, pero puede llegar a serlo.

Es el populismo la revolución política más importante de este siglo, han señalado algunos estudiosos, resultado del desencanto y la crisis de la democracia liberal, un populismo que aparece en todo el mundo con características muy distintas en cada lugar, dependiendo del modelo o sistema de gobierno que le antecedió.

Hay quien habla de su parecido al nacionalismo al buscar un enemigo exterior, sin embargo, el populismo encuentra al enemigo al interior y también al exterior, en América Latina las experiencias de este estilo las hemos visto tanto de derecha como de izquierda y resultado en algunos momentos de dictaduras militares.

Considero necesario seguir observando este estilo de ejercer el poder en el cual podemos ver algunas características que lo pueden distinguir, partiendo de un discurso de los nuevos líderes que lo van anunciando.

Veamos algunos de estos elementos: El populismo se basa en una entidad supraindividual que se llama pueblo, el cual puede darle la espalda a la ley y a las instituciones, su función es la asistencia social, el dar al que lo necesita, su esencia está en el pueblo que se concentra en torno a un líder, lo moral tiene relevancia, la cosmovisión del populismo es precisamente la moral, estableciendo criterios del bien y el mal.

En este estilo de gobernar el ciudadano es desplazado por el pueblo que se enfrenta a las élites que dominaron en un modelo anterior, por lo que es necesario polarizar e identificar al enemigo.

Obama se reconocía a sí mismo como populista, cuando realmente era un demócrata, señalando a los verdaderos populistas como xenófobos, hipócritas y cínicos.

Estamos presenciando a nivel mundial una revolución política y no sabemos a dónde nos va a llevar, lo mejor que podemos intentar hacer es observar e identificarla, seguir teorizando y quizá establecer un modelo. De momento no sabemos si esto es positivo o negativo, en términos populistas si es bueno o malo.

Comparto la idea de algunos investigadores que señalan que el populismo es todavía un concepto inacabado, el cual es necesario seguir teorizando, aunque es verdad que lo hemos venido escuchando desde los años cincuenta y se identifica con la antigua Unión Soviética y en algún momento con Estados Unidos, es también verdad que es una forma de relacionarse entre el poder y algunos de sus elementos, un estilo me permito decir de gobernar, una forma de ejercer el poder, no necesariamente un modelo todavía, pero puede llegar a serlo.

Es el populismo la revolución política más importante de este siglo, han señalado algunos estudiosos, resultado del desencanto y la crisis de la democracia liberal, un populismo que aparece en todo el mundo con características muy distintas en cada lugar, dependiendo del modelo o sistema de gobierno que le antecedió.

Hay quien habla de su parecido al nacionalismo al buscar un enemigo exterior, sin embargo, el populismo encuentra al enemigo al interior y también al exterior, en América Latina las experiencias de este estilo las hemos visto tanto de derecha como de izquierda y resultado en algunos momentos de dictaduras militares.

Considero necesario seguir observando este estilo de ejercer el poder en el cual podemos ver algunas características que lo pueden distinguir, partiendo de un discurso de los nuevos líderes que lo van anunciando.

Veamos algunos de estos elementos: El populismo se basa en una entidad supraindividual que se llama pueblo, el cual puede darle la espalda a la ley y a las instituciones, su función es la asistencia social, el dar al que lo necesita, su esencia está en el pueblo que se concentra en torno a un líder, lo moral tiene relevancia, la cosmovisión del populismo es precisamente la moral, estableciendo criterios del bien y el mal.

En este estilo de gobernar el ciudadano es desplazado por el pueblo que se enfrenta a las élites que dominaron en un modelo anterior, por lo que es necesario polarizar e identificar al enemigo.

Obama se reconocía a sí mismo como populista, cuando realmente era un demócrata, señalando a los verdaderos populistas como xenófobos, hipócritas y cínicos.

Estamos presenciando a nivel mundial una revolución política y no sabemos a dónde nos va a llevar, lo mejor que podemos intentar hacer es observar e identificarla, seguir teorizando y quizá establecer un modelo. De momento no sabemos si esto es positivo o negativo, en términos populistas si es bueno o malo.