/ martes 24 de mayo de 2022

Democracia y debate | Que se vayan al carajo

El carajo es la canasta que se encuentra en el mástil de una embarcación antigua y la podemos ver en películas, dibujos, pinturas de barcos antiguos, y que usada por los marineros para tener una mejor vista.

Al parecer, este lugar era de los menos apreciados por los marinos, así que era considerado como un castigo. Entonces irse al carajo es irse castigado a un lugar donde nadie quiere estar.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manda castigados a un lugar donde nadie quiere estar a quienes no están de acuerdo con él, ¿por qué hace esto en lugar de convencer, negociar, etc.?, la respuesta es simple, lo hace porque puede, porque le alcanza y porque tiene a más de la mitad del país que le gusta que su Presidente se exprese de esta forma.

Las encuestas son contundentes, a pesar de lo que pase o no pase, el Presidente se mantiene en su alta popularidad, pese a las expresiones que difícilmente se le permitirían a otra persona. El presidente AMLO sigue firme, a pesar de la descalificación que hace López Obrador de gremios enteros, como el de los abogados, el de los médicos, entre otros, su popularidad se mantiene, a pesar de que todavía no somos Noruega en el Sistema de Salud como lo prometió, a pesar de los informes de seguridad que no son favorables, la preferencia del electorado se mantiene con él, incluso le alcanza para mantener con buenos números a su partido Morena.

¿Esta forma de comunicar le puede funcionar a otra persona?, difícilmente, su muy particular estilo de gobernar lo sigue manteniendo firme y sus opositores no crecen, lo único que puede cambiar este sentido es una mala decisión en el sucesor o sucesora rumbo al relevo presidencial, pero, aun así, la presencia del Presidente en campaña junto con su delfín es más que garantía para su triunfo.

El cambio sólo se verá ya en funciones de quien pretenda dar continuidad a la 4T. Sin embargo, de quienes tratan de imitarlo hay uno que no parece tan fingido, que se ve natural, es posible que esto sea porque son del mismo Estado, así que después de AMLO puede ser que Adán pueda seguir mandando a la mitad del País al carajo.

El carajo es la canasta que se encuentra en el mástil de una embarcación antigua y la podemos ver en películas, dibujos, pinturas de barcos antiguos, y que usada por los marineros para tener una mejor vista.

Al parecer, este lugar era de los menos apreciados por los marinos, así que era considerado como un castigo. Entonces irse al carajo es irse castigado a un lugar donde nadie quiere estar.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manda castigados a un lugar donde nadie quiere estar a quienes no están de acuerdo con él, ¿por qué hace esto en lugar de convencer, negociar, etc.?, la respuesta es simple, lo hace porque puede, porque le alcanza y porque tiene a más de la mitad del país que le gusta que su Presidente se exprese de esta forma.

Las encuestas son contundentes, a pesar de lo que pase o no pase, el Presidente se mantiene en su alta popularidad, pese a las expresiones que difícilmente se le permitirían a otra persona. El presidente AMLO sigue firme, a pesar de la descalificación que hace López Obrador de gremios enteros, como el de los abogados, el de los médicos, entre otros, su popularidad se mantiene, a pesar de que todavía no somos Noruega en el Sistema de Salud como lo prometió, a pesar de los informes de seguridad que no son favorables, la preferencia del electorado se mantiene con él, incluso le alcanza para mantener con buenos números a su partido Morena.

¿Esta forma de comunicar le puede funcionar a otra persona?, difícilmente, su muy particular estilo de gobernar lo sigue manteniendo firme y sus opositores no crecen, lo único que puede cambiar este sentido es una mala decisión en el sucesor o sucesora rumbo al relevo presidencial, pero, aun así, la presencia del Presidente en campaña junto con su delfín es más que garantía para su triunfo.

El cambio sólo se verá ya en funciones de quien pretenda dar continuidad a la 4T. Sin embargo, de quienes tratan de imitarlo hay uno que no parece tan fingido, que se ve natural, es posible que esto sea porque son del mismo Estado, así que después de AMLO puede ser que Adán pueda seguir mandando a la mitad del País al carajo.