/ viernes 15 de octubre de 2021

Democracia y debate | Radio Sonora, 1ª parte

Abelardo Rodríguez, querido por muchos y recordado con aprecio por quienes de manera generosa tocó su vida, como es mi caso, me dejó este documento poco antes de morir, “Para que un día lo publiques”, me comentó, afortunadamente ese día llegó en el marco de un aniversario más de Radio Sonora, por lo que sólo transcribiré el documento que mi querido amigo Abelardo, me entregó.

Radio Sonora

Por Abelardo Rodríguez M.

Corría el año de 1980 y al terminar una entrevista con el Doctor Samuel Ocaña, gobernador del Estado, buscó algo entre un montón de carpetas y papeles que tenía arriba de su escritorio, y al encontrar un escrito, después de un breve vistazo, me lo entregó diciendo:

—Me vino a ver Jorge Esma de la Casa de la Cultura y me trajo este oficio que firma el Ing. Miguel Ángel Barberena de la S.C.T., donde comunica al Mtro. Víctor Sandoval de INBA, que es posible instalar una radio cultural aquí en Hermosillo, estúdialo muy bien y tú que estuviste en la S.C.T., síguele la pista y después me dices qué hacer, desde ahorita te digo, que no le creí ni cinco centavos a Esma, porque no me quedó claro si la radio es para el INBA o para nosotros…

¿Y por qué con el INBA?, respondí en automático, sólo por preguntar algo. —No lo sé —y cuando iba a continuar hablando, entró el coronel G. Gayoso, le hizo una seña y apenas alcancé a escuchar lo que me dijo.

—Me tengo que ir, en el siguiente acuerdo me haces todas las preguntas que quieras —y abandonó su despacho.

Apunté algunos datos del oficio y me fui a ver a Jorge Esma, director de la Casa de la Cultura, para preguntarle cómo estaba el asunto y qué relación teníamos con el INBA y todo lo que me pudiera decir del proyecto de radio cultural.

—Es un honor para el Estado —respondió Esma, que el INBA nos incluya en su programa de radiodifusión.

—¿Y qué tenemos que hacer nosotros?

—Nada más comprar los equipos de grabación, reproducción, el transmisor, la antena, hacer las instalaciones correspondientes y pagar los sueldos del personal.

—¿Y el INBA qué va a poner?

—Su experiencia en el manejo de radiodifusión, su gran acervo musical y va a capacitar a los productores y conductores.

—¿Cuál experiencia en radio tiene el INBA?

—Por si no estás enterado, el INBA, va instalar una cadena de radio de alcance nacional, el propio Lic. López Portillo, ya se las autorizó.

—¿Y por qué no ponen la radio ellos?

—Mi querido amigo —respondió Esma imprimiéndole un gran dramatismo a sus palabras (actor al fin) —El Mtro. Víctor Sandoval y el propio director del INBA, quieren reunirse con el Gobernador del Estado una vez que el doctor me diga si está de acuerdo con hacer la inversión, tú eres sólo un técnico, no te ofendas, pero deja la política cultural a un servidor, al gobernador Ocaña y al Mtro. Víctor Sandoval.

—Sigo sin entender quién va a pagar…

Salí de la oficina de Jorge Esma con más dudas que con las que había entrado, y resolví hablar con el Ing. Luis Valencia Pérez que era el encargado de los permisos de radio y televisión y compañero de muchos años, cuando laboré en la S.C.T. y con la amabilidad que lo caracteriza respondió.

—Eso del INBA no te lo puedo decir por teléfono, cuando vengas por estos lados me vienes a ver.

Abelardo Rodríguez, querido por muchos y recordado con aprecio por quienes de manera generosa tocó su vida, como es mi caso, me dejó este documento poco antes de morir, “Para que un día lo publiques”, me comentó, afortunadamente ese día llegó en el marco de un aniversario más de Radio Sonora, por lo que sólo transcribiré el documento que mi querido amigo Abelardo, me entregó.

Radio Sonora

Por Abelardo Rodríguez M.

Corría el año de 1980 y al terminar una entrevista con el Doctor Samuel Ocaña, gobernador del Estado, buscó algo entre un montón de carpetas y papeles que tenía arriba de su escritorio, y al encontrar un escrito, después de un breve vistazo, me lo entregó diciendo:

—Me vino a ver Jorge Esma de la Casa de la Cultura y me trajo este oficio que firma el Ing. Miguel Ángel Barberena de la S.C.T., donde comunica al Mtro. Víctor Sandoval de INBA, que es posible instalar una radio cultural aquí en Hermosillo, estúdialo muy bien y tú que estuviste en la S.C.T., síguele la pista y después me dices qué hacer, desde ahorita te digo, que no le creí ni cinco centavos a Esma, porque no me quedó claro si la radio es para el INBA o para nosotros…

¿Y por qué con el INBA?, respondí en automático, sólo por preguntar algo. —No lo sé —y cuando iba a continuar hablando, entró el coronel G. Gayoso, le hizo una seña y apenas alcancé a escuchar lo que me dijo.

—Me tengo que ir, en el siguiente acuerdo me haces todas las preguntas que quieras —y abandonó su despacho.

Apunté algunos datos del oficio y me fui a ver a Jorge Esma, director de la Casa de la Cultura, para preguntarle cómo estaba el asunto y qué relación teníamos con el INBA y todo lo que me pudiera decir del proyecto de radio cultural.

—Es un honor para el Estado —respondió Esma, que el INBA nos incluya en su programa de radiodifusión.

—¿Y qué tenemos que hacer nosotros?

—Nada más comprar los equipos de grabación, reproducción, el transmisor, la antena, hacer las instalaciones correspondientes y pagar los sueldos del personal.

—¿Y el INBA qué va a poner?

—Su experiencia en el manejo de radiodifusión, su gran acervo musical y va a capacitar a los productores y conductores.

—¿Cuál experiencia en radio tiene el INBA?

—Por si no estás enterado, el INBA, va instalar una cadena de radio de alcance nacional, el propio Lic. López Portillo, ya se las autorizó.

—¿Y por qué no ponen la radio ellos?

—Mi querido amigo —respondió Esma imprimiéndole un gran dramatismo a sus palabras (actor al fin) —El Mtro. Víctor Sandoval y el propio director del INBA, quieren reunirse con el Gobernador del Estado una vez que el doctor me diga si está de acuerdo con hacer la inversión, tú eres sólo un técnico, no te ofendas, pero deja la política cultural a un servidor, al gobernador Ocaña y al Mtro. Víctor Sandoval.

—Sigo sin entender quién va a pagar…

Salí de la oficina de Jorge Esma con más dudas que con las que había entrado, y resolví hablar con el Ing. Luis Valencia Pérez que era el encargado de los permisos de radio y televisión y compañero de muchos años, cuando laboré en la S.C.T. y con la amabilidad que lo caracteriza respondió.

—Eso del INBA no te lo puedo decir por teléfono, cuando vengas por estos lados me vienes a ver.