/ martes 21 de noviembre de 2023

Democracia y debate | Renuncias a los partidos

Como si el partido fuera de ellos, como si ellos hubieran inventado el agua caliente, el hilo negro y la rueda, con tremenda soberbia algunas y algunos cuando no son favorecidos en sus pretensiones, en la búsqueda por espacios de poder, renuncian a su partido.

Renuncio a mi militancia de más de 30 años, gritan unos, renuncio después de 3 años en X o Y partido, como si el mundo se fuera a desmoronar, como si su salida fuera a causar una crisis internacional, como si el miedo se fuera apoderar de los que quedan en el instituto del cual se marchan, ofendidos, enfadados, desencantados, para entregar su amor y servicios a otro partido.

Son dos partidos los que aguantan estos berrinches personales, que son el PRI y el PAN, sea como sea, pasa el tiempo y ellos permanecen, entran y salen militantes, renuncian, se van, patean la puerta y el pesebre y tanto el PRI como el PAN siguen estando.

En otros casos, la renuncia de sus dirigentes, de sus fundadores, puede causar estragos que pueden llegar a prácticamente la desaparición del instituto Electoral como el caso del PRD y la salida de Andrés Manuel López Obrador, pero siguiendo con este caso cuando AMLO salió del PRI, no desapareció el partido. Ahora otro ejemplo es cuando el actual senador Germán Martínez, dejo el PAN y no pasó gran cosa.

Algunos dejan al partido y el partido sigue, es su carrera política la que se extingue, otros dejan al partido como el caso del Presidente y su carrera continúa, en otros partidos, los cuales le deben su fuerza a su gran personalidad, como es el caso de morena, PT y PVEM, los cuales es posible que ya no existieran si no fuera por la fortaleza de López Obrador.

Qué bueno que se van del PRI y del PAN, es justamente lo que estos partidos necesitan, nuevos rostros, más espacios para otra generación de políticos que busque llenar estos espacios.

Yo veo en los que se van solo los deseos personales, nunca los institucionales, que no lo considero tampoco en términos del bien o el mal, negativo, cada cual debe buscar sus objetivos y sus caminos. La obtención del poder permite y justifica los medios.

Sin embargo, en la lucha institucional, en el sistema de partidos, los abandonos, las traiciones, los que se van, en particular en el PRI y en el PAN, brindan oportunidades a los que a pesar de los pesares buscan en la política espacios de desarrollo.

Bienvenida la sangre nueva a los viejos partidos, espero que vean la gran oportunidad que tiene ante sí y sepan formar una mejor generación de la que abandona el barco.

Como si el partido fuera de ellos, como si ellos hubieran inventado el agua caliente, el hilo negro y la rueda, con tremenda soberbia algunas y algunos cuando no son favorecidos en sus pretensiones, en la búsqueda por espacios de poder, renuncian a su partido.

Renuncio a mi militancia de más de 30 años, gritan unos, renuncio después de 3 años en X o Y partido, como si el mundo se fuera a desmoronar, como si su salida fuera a causar una crisis internacional, como si el miedo se fuera apoderar de los que quedan en el instituto del cual se marchan, ofendidos, enfadados, desencantados, para entregar su amor y servicios a otro partido.

Son dos partidos los que aguantan estos berrinches personales, que son el PRI y el PAN, sea como sea, pasa el tiempo y ellos permanecen, entran y salen militantes, renuncian, se van, patean la puerta y el pesebre y tanto el PRI como el PAN siguen estando.

En otros casos, la renuncia de sus dirigentes, de sus fundadores, puede causar estragos que pueden llegar a prácticamente la desaparición del instituto Electoral como el caso del PRD y la salida de Andrés Manuel López Obrador, pero siguiendo con este caso cuando AMLO salió del PRI, no desapareció el partido. Ahora otro ejemplo es cuando el actual senador Germán Martínez, dejo el PAN y no pasó gran cosa.

Algunos dejan al partido y el partido sigue, es su carrera política la que se extingue, otros dejan al partido como el caso del Presidente y su carrera continúa, en otros partidos, los cuales le deben su fuerza a su gran personalidad, como es el caso de morena, PT y PVEM, los cuales es posible que ya no existieran si no fuera por la fortaleza de López Obrador.

Qué bueno que se van del PRI y del PAN, es justamente lo que estos partidos necesitan, nuevos rostros, más espacios para otra generación de políticos que busque llenar estos espacios.

Yo veo en los que se van solo los deseos personales, nunca los institucionales, que no lo considero tampoco en términos del bien o el mal, negativo, cada cual debe buscar sus objetivos y sus caminos. La obtención del poder permite y justifica los medios.

Sin embargo, en la lucha institucional, en el sistema de partidos, los abandonos, las traiciones, los que se van, en particular en el PRI y en el PAN, brindan oportunidades a los que a pesar de los pesares buscan en la política espacios de desarrollo.

Bienvenida la sangre nueva a los viejos partidos, espero que vean la gran oportunidad que tiene ante sí y sepan formar una mejor generación de la que abandona el barco.