/ viernes 10 de junio de 2022

Democracia y debate | Rumbo al 2024

Nos encontramos a poco menos de 2 años, para nuevamente estar en elecciones presidenciales, será el gran momento de Andrés Manuel López Obrador, quien convertido en el gran elector habrá designado a su corcholata favorita para sucederlo en las habitaciones de palacio.

Pero antes de ese momento, estamos viviendo y viendo cosas interesantes.

Resultado de los triunfos y derrotas del pasado domingo, donde Morena gana mucho y la alianza PRI, PAN, PRD ganan poco y pierden credibilidad, donde también nos podemos dar cuenta MC no es como lo pintan, pero puede llegar a serlo.

Vamos con calma, se dice que Morena es el PRI recargado, es posible, todo lo que señalaba del PRI sobre todo en procesos electorales, lo ha copiado y puede ser que incluso perfeccionado, la maquinaria que antes era del PRI, ahora es de Morena, pero hay una gran diferencia, el PRI superó el parricidio en su presidencia imperial, por la vía de las elecciones, superó las balas por las elecciones y el PRI permaneció durante muchos, pero muchos años en el poder, sin importar el grupo que ganara o que perdiera, esta pequeña diferencia es una gran diferencia a lo que es Morena.

Recordemos que Morena es el partido de un solo hombre, que es nuestro presidente y no sabemos si pueda soportar la ausencia de éste, no sabemos si las guerras al interior de este partido político sean de tal magnitud que terminen destruyéndolo.

Por otro lado, está Movimiento Ciudadano, que puede ser el atractivo vehículo electoral para Marcelo, una de las corcholatas menos queridas de AMLO, donde Marcelo puede atraer a cientos, quizá miles de antiobradoristas que están esperando escuchar lo que necesitan para unirse y salir a votar.

Finalmente reitero, que para que algo bueno pueda resultar del fracaso electoral de la alianza, es necesario que renuncien a las presidencias nacionales de los partidos, los que ahora las ostentan en el PRI, PAN y PRD. Pero como en este país nadie renuncia, nadie es culpable de nada, seguramente intentarán vender su derrota como victoria y caminará como si nada a la próxima elección, la cual no es necesario pensar mucho para verse desde ya perdida.

Sin embargo, todavía hay tiempo para que miles, quizá millones de mexicanos que no están de acuerdo con lo que hace Morena y su creador, sean aglutinados por un personaje, por un nuevo movimiento, por un nuevo mensaje que articule un discurso y que vuelva a emocionar y a dar motivos para soñar.


Nos encontramos a poco menos de 2 años, para nuevamente estar en elecciones presidenciales, será el gran momento de Andrés Manuel López Obrador, quien convertido en el gran elector habrá designado a su corcholata favorita para sucederlo en las habitaciones de palacio.

Pero antes de ese momento, estamos viviendo y viendo cosas interesantes.

Resultado de los triunfos y derrotas del pasado domingo, donde Morena gana mucho y la alianza PRI, PAN, PRD ganan poco y pierden credibilidad, donde también nos podemos dar cuenta MC no es como lo pintan, pero puede llegar a serlo.

Vamos con calma, se dice que Morena es el PRI recargado, es posible, todo lo que señalaba del PRI sobre todo en procesos electorales, lo ha copiado y puede ser que incluso perfeccionado, la maquinaria que antes era del PRI, ahora es de Morena, pero hay una gran diferencia, el PRI superó el parricidio en su presidencia imperial, por la vía de las elecciones, superó las balas por las elecciones y el PRI permaneció durante muchos, pero muchos años en el poder, sin importar el grupo que ganara o que perdiera, esta pequeña diferencia es una gran diferencia a lo que es Morena.

Recordemos que Morena es el partido de un solo hombre, que es nuestro presidente y no sabemos si pueda soportar la ausencia de éste, no sabemos si las guerras al interior de este partido político sean de tal magnitud que terminen destruyéndolo.

Por otro lado, está Movimiento Ciudadano, que puede ser el atractivo vehículo electoral para Marcelo, una de las corcholatas menos queridas de AMLO, donde Marcelo puede atraer a cientos, quizá miles de antiobradoristas que están esperando escuchar lo que necesitan para unirse y salir a votar.

Finalmente reitero, que para que algo bueno pueda resultar del fracaso electoral de la alianza, es necesario que renuncien a las presidencias nacionales de los partidos, los que ahora las ostentan en el PRI, PAN y PRD. Pero como en este país nadie renuncia, nadie es culpable de nada, seguramente intentarán vender su derrota como victoria y caminará como si nada a la próxima elección, la cual no es necesario pensar mucho para verse desde ya perdida.

Sin embargo, todavía hay tiempo para que miles, quizá millones de mexicanos que no están de acuerdo con lo que hace Morena y su creador, sean aglutinados por un personaje, por un nuevo movimiento, por un nuevo mensaje que articule un discurso y que vuelva a emocionar y a dar motivos para soñar.