/ martes 17 de mayo de 2022

Democracia y debate | Señalamientos

No me refiero a cuando una persona o un grupo de personas señalan a otros o a otros, no es un tema de personas, me refiero a un tema de infraestructura. No es la primera ocasión que observo en las calles de Hermosillo un bache, una coladera abierta, una obra en reparación por alguna autoridad, que no esté acompañada de los “señalamientos” preventivos adecuados para precisamente prevenir algún tipo de accidente de los que por ahí anden caminando, en bicicleta o en automóvil.

Podría parecer ocioso, lo que señalo en el primer párrafo, pero cuando estos “señalamientos”, en lugar de prevenir accidentes es posible que los provoquen, la importancia del tema deja de lado lo que pudiera parecer ocioso y se vuelve relevante.

Muchos hemos sido testigos de lo que hablo, vienes conduciendo tu automóvil digamos por el bulevar Colosio y de repente el auto que va frente al tuyo, frena de repente, se desvía y cambia de carril de forma brusca y sin aviso, apenas te da tiempo de frenar, de desviarte, con el mayor de los cuidados cambias de carril, procurando no chocar contra los que vienen junto a ti, cuando logras retomar el camino ves tremendo bache, sólo anunciado por una rama con una bolsa de plástico como bandera, en el mejor de los casos se trata de una coladera abierta con un cono que apenas se puede ver justo frente del lugar en cuestión, en otros casos una valla naranja medio puesta, medio aventada y sin más prudencia que a unos centímetros del bache, coladera u obra.

Pésimos son los señalamientos preventivos, pésimos y risible resulta su colocación, hablamos desde varas de madera y bolsas de plástico como banderas, hasta vallas naranjas que pueden resultar en accidentes lamentables.

¿Acaso no existe una forma correcta de poner señalamientos viales para evitar accidentes?, ¿acaso no existen señales preventivas suficientes para no andar poniendo varitas de madera y bolsas de plástico?, ¿acaso no existe una forma correcta de colocar las señales para que los vehículos, ciclistas y peatones tomen las precauciones con tiempo suficiente para cambiar de camino y de carril, bajando la velocidad y marcando las distancias necesarias.

Sobra decir que no existe un solo tope pintado, que existen múltiples calles que carecen de banquetas y que si éstas existen no cuentan con las rampas para personas con discapacidad, tampoco está la nomenclatura en las calles, los pasos de cebra casi no existen y muchas cosas más.

En lo que los señalamientos viales son los adecuados, tengamos cuidado de no sufrir un accidente y esperemos que estos señalamientos lleguen un día a existir y a ser colocados como es debido, por lo pronto señalemos su ausencia.


No me refiero a cuando una persona o un grupo de personas señalan a otros o a otros, no es un tema de personas, me refiero a un tema de infraestructura. No es la primera ocasión que observo en las calles de Hermosillo un bache, una coladera abierta, una obra en reparación por alguna autoridad, que no esté acompañada de los “señalamientos” preventivos adecuados para precisamente prevenir algún tipo de accidente de los que por ahí anden caminando, en bicicleta o en automóvil.

Podría parecer ocioso, lo que señalo en el primer párrafo, pero cuando estos “señalamientos”, en lugar de prevenir accidentes es posible que los provoquen, la importancia del tema deja de lado lo que pudiera parecer ocioso y se vuelve relevante.

Muchos hemos sido testigos de lo que hablo, vienes conduciendo tu automóvil digamos por el bulevar Colosio y de repente el auto que va frente al tuyo, frena de repente, se desvía y cambia de carril de forma brusca y sin aviso, apenas te da tiempo de frenar, de desviarte, con el mayor de los cuidados cambias de carril, procurando no chocar contra los que vienen junto a ti, cuando logras retomar el camino ves tremendo bache, sólo anunciado por una rama con una bolsa de plástico como bandera, en el mejor de los casos se trata de una coladera abierta con un cono que apenas se puede ver justo frente del lugar en cuestión, en otros casos una valla naranja medio puesta, medio aventada y sin más prudencia que a unos centímetros del bache, coladera u obra.

Pésimos son los señalamientos preventivos, pésimos y risible resulta su colocación, hablamos desde varas de madera y bolsas de plástico como banderas, hasta vallas naranjas que pueden resultar en accidentes lamentables.

¿Acaso no existe una forma correcta de poner señalamientos viales para evitar accidentes?, ¿acaso no existen señales preventivas suficientes para no andar poniendo varitas de madera y bolsas de plástico?, ¿acaso no existe una forma correcta de colocar las señales para que los vehículos, ciclistas y peatones tomen las precauciones con tiempo suficiente para cambiar de camino y de carril, bajando la velocidad y marcando las distancias necesarias.

Sobra decir que no existe un solo tope pintado, que existen múltiples calles que carecen de banquetas y que si éstas existen no cuentan con las rampas para personas con discapacidad, tampoco está la nomenclatura en las calles, los pasos de cebra casi no existen y muchas cosas más.

En lo que los señalamientos viales son los adecuados, tengamos cuidado de no sufrir un accidente y esperemos que estos señalamientos lleguen un día a existir y a ser colocados como es debido, por lo pronto señalemos su ausencia.