/ miércoles 13 de marzo de 2019

Diálogo | El sello del Gobierno de AMLO a 100 días

Cien días no son suficientes para calificar a un Gobierno en su ejercicio, el presidente Andrés Manuel López Obrador inició tomando decisiones como presidente desde el 2 de julio después de su triunfo electoral, al replegarse el ex presidente Enrique Peña Nieto y dejarle a él la agenda nacional.

Aún quedan 2,090 días de gobierno por transcurrir en este sexenio, pero el tiempo ya transcurrido nos sirve como referente de lo que será el sello distintivo de esta administración.

Y entre lo que sí se puede evaluar está:

1. Un estilo de Gobierno.

Definido porque mantiene la esperanza en los ciudadanos por su comunicación efectiva en las mañanas, con un ritmo de trabajo que no para ni los fines de semana y despierta una empatía en los mexicanos y en los sonorenses que se sienten identificados con ese ritmo de actividad.

Hay más de 30 millones de mexicanos que votaron por esta opción con la esperanza de una transformación democrática.

Además López Obrador consigue un contacto cercano a la gente por eso logra ser hoy el Presidente mejor calificado en encuestas que lo ubican con una aprobación mayor al 80%.

2.- Las prioridades estratégicas.

En lo que va del actual Gobierno, las prioridades estratégicas del Presidente han quedado definidas: Un combate a la corrupción, aunque sin resultados contundentes hasta hoy; la lucha contra la desigualdad social, y la puesta en marcha de la Guardia Nacional.

López Obrador ha dejado en claro que no quiere una oligarquía y que desconfía de las organizaciones de la sociedad civil, también desea gobernar sin lujos, sin aviones presidenciales o carros blindados, entre otros privilegios a los que renunció.

La mayoría de los aciertos del Presidente están basados en símbolos: Por ejemplo la apertura de la Residencia Oficial de Los Pinos convertida en museo, los viajes en vuelos comerciales, las giras por los estados como actos proselitistas de campaña.

El retiro de las pensiones a ex presidentes y el otorgamiento de pensión universal a los adultos mayores.

La lucha anticorrupción y la austeridad republicana son parte de las buenas intenciones, de un Presidente que sabe conectar con la gente, que tiene eficacia para comunicarse y mostrarse como un mandatario honesto.

La personalidad de López Obrador ha logrado generar la sensación de que se están haciendo muchas cosas en México. Es decir, ha logrado llenar el vacío que existía en México de alguien que planta cara después de la ausencia de Enrique Peña Nieto cuando su Gobierno se desdibujó tras el escándalo de la Casa Blanca.

Qué riesgos se perciben:

1. Una economía débil con índices de recesión, con una expectativa de crecimiento a la baja, del 1.64%.

2. La creciente inseguridad con homicidios de alto impacto ocurridos a diario.

3. No hay responsables de la corrupción enfrentando la justicia, aunque todos aplaudieron el anuncio de que se acabaría con este cáncer social que tanto afecta al país.

De la prometida lucha anticorrupción que llevó a los mexicanos a votar por López Obrador es hora de que no hay acciones concretas, no se ha procedido contra uno solo de los implicados.

En el caso del huachicoleo, robo de combustible, no hay detenidos, a pesar del costo, de los sacrificios de los mexicanos por la falta de gasolina al no atacar el Gobierno el problema con una estrategia adecuada.

Los errores y omisiones han provocado pérdidas de consideración para México empezando por la cancelación del aeropuerto de Texcoco y las indemnizaciones que se tendrán que hacer.

La falta de control al querer el Gobierno descalificar a las calificadoras internacionales que han degradado la calificación crediticia de Pemex y la CFE.

En el caso de Sonora. Las cosas no pintan bien en estos primeros 100 días.

1. Con un Fondo Minero de 1,100 millones de pesos al que no tendrán acceso el Gobierno del Estado ni los municipios que realizaban infraestructura con estos recursos.

2. La desaparición de Estancias Infantiles que afectará a madres trabajadores.

3. Recorte al apoyo de agricultores que provoca un movimiento de protesta.

4. Eliminación del ramo 23 que impactó en 1,600 millones de pesos a Sonora.

Preocupa, por último, la concentración de poder que está acumulando el presidente López Obrador con su política de debilitamiento a los órganos autónomos y a las organizaciones de la sociedad civil. En México empieza a suceder lo que en su momento sucedió en Venezuela: Hay muchos opositores, pero no hay oposición.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter: @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.

Cien días no son suficientes para calificar a un Gobierno en su ejercicio, el presidente Andrés Manuel López Obrador inició tomando decisiones como presidente desde el 2 de julio después de su triunfo electoral, al replegarse el ex presidente Enrique Peña Nieto y dejarle a él la agenda nacional.

Aún quedan 2,090 días de gobierno por transcurrir en este sexenio, pero el tiempo ya transcurrido nos sirve como referente de lo que será el sello distintivo de esta administración.

Y entre lo que sí se puede evaluar está:

1. Un estilo de Gobierno.

Definido porque mantiene la esperanza en los ciudadanos por su comunicación efectiva en las mañanas, con un ritmo de trabajo que no para ni los fines de semana y despierta una empatía en los mexicanos y en los sonorenses que se sienten identificados con ese ritmo de actividad.

Hay más de 30 millones de mexicanos que votaron por esta opción con la esperanza de una transformación democrática.

Además López Obrador consigue un contacto cercano a la gente por eso logra ser hoy el Presidente mejor calificado en encuestas que lo ubican con una aprobación mayor al 80%.

2.- Las prioridades estratégicas.

En lo que va del actual Gobierno, las prioridades estratégicas del Presidente han quedado definidas: Un combate a la corrupción, aunque sin resultados contundentes hasta hoy; la lucha contra la desigualdad social, y la puesta en marcha de la Guardia Nacional.

López Obrador ha dejado en claro que no quiere una oligarquía y que desconfía de las organizaciones de la sociedad civil, también desea gobernar sin lujos, sin aviones presidenciales o carros blindados, entre otros privilegios a los que renunció.

La mayoría de los aciertos del Presidente están basados en símbolos: Por ejemplo la apertura de la Residencia Oficial de Los Pinos convertida en museo, los viajes en vuelos comerciales, las giras por los estados como actos proselitistas de campaña.

El retiro de las pensiones a ex presidentes y el otorgamiento de pensión universal a los adultos mayores.

La lucha anticorrupción y la austeridad republicana son parte de las buenas intenciones, de un Presidente que sabe conectar con la gente, que tiene eficacia para comunicarse y mostrarse como un mandatario honesto.

La personalidad de López Obrador ha logrado generar la sensación de que se están haciendo muchas cosas en México. Es decir, ha logrado llenar el vacío que existía en México de alguien que planta cara después de la ausencia de Enrique Peña Nieto cuando su Gobierno se desdibujó tras el escándalo de la Casa Blanca.

Qué riesgos se perciben:

1. Una economía débil con índices de recesión, con una expectativa de crecimiento a la baja, del 1.64%.

2. La creciente inseguridad con homicidios de alto impacto ocurridos a diario.

3. No hay responsables de la corrupción enfrentando la justicia, aunque todos aplaudieron el anuncio de que se acabaría con este cáncer social que tanto afecta al país.

De la prometida lucha anticorrupción que llevó a los mexicanos a votar por López Obrador es hora de que no hay acciones concretas, no se ha procedido contra uno solo de los implicados.

En el caso del huachicoleo, robo de combustible, no hay detenidos, a pesar del costo, de los sacrificios de los mexicanos por la falta de gasolina al no atacar el Gobierno el problema con una estrategia adecuada.

Los errores y omisiones han provocado pérdidas de consideración para México empezando por la cancelación del aeropuerto de Texcoco y las indemnizaciones que se tendrán que hacer.

La falta de control al querer el Gobierno descalificar a las calificadoras internacionales que han degradado la calificación crediticia de Pemex y la CFE.

En el caso de Sonora. Las cosas no pintan bien en estos primeros 100 días.

1. Con un Fondo Minero de 1,100 millones de pesos al que no tendrán acceso el Gobierno del Estado ni los municipios que realizaban infraestructura con estos recursos.

2. La desaparición de Estancias Infantiles que afectará a madres trabajadores.

3. Recorte al apoyo de agricultores que provoca un movimiento de protesta.

4. Eliminación del ramo 23 que impactó en 1,600 millones de pesos a Sonora.

Preocupa, por último, la concentración de poder que está acumulando el presidente López Obrador con su política de debilitamiento a los órganos autónomos y a las organizaciones de la sociedad civil. En México empieza a suceder lo que en su momento sucedió en Venezuela: Hay muchos opositores, pero no hay oposición.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter: @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.