/ miércoles 19 de junio de 2019

Diálogo | No podemos ser la piñata de Trump

El emplazamiento que el presidente estadounidense Donald Trump ha realizado al Gobierno de México, para frenar el flujo de migrantes que cruzan por nuestro país en busca del sueño americano, se está convirtiendo en un callejón sin salida.

La amenaza de imponer aranceles escalonados a los productos mexicanos que se exportan a la Unión Americana es una muy mala noticia para la economía de nuestro país. El 10 de junio se impondría un arancel del 5%, después se incrementaría cada mes un 5% hasta llegar al 25% el 1 de octubre.

Es irónico, que después de librar duras negociaciones para lograr la renegociación del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) y siendo hoy México el principal socio comercial de Estados Unidos, reciba este trato del presidente Trump.

Muchos nos preguntamos si al margen de los acuerdos comerciales vigentes, ¿es posible aplicar aranceles de una forma unilateral como Trump lo pretende hacer con México?, y la respuesta sí; bajo el amparo del Acta de Poderes Económicos para una Emergencia Internacional (IEEPA por sus siglas en inglés).

Si bien es cierto, las reacciones inestables del presidente Trump ya no sorprenden a nadie, también es cierto que se debe actuar con inteligencia y mucha sensatez para contener esta seria amenaza que generaría grandes desequilibrios económicos para México.

La reacción del Gobierno mexicano ha sido prudente y serena, con una misiva que exhorta al diálogo para encontrar acuerdos benéficos para ambas naciones.

Pero la política pacifista que plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador, no está en el horizonte del presidente Trump, quien ha respondido con un contundente: “Requerimos acciones y no reuniones”.

Es verdad, el flujo de migrantes que cruzan por nuestro país se ha incrementado vertiginosamente y también es probable que el mismo Gobierno haya abonado a esta crisis con su invitación a migrantes centroamericanos para otorgarles trabajo mediante visas humanitarias en México.

La crisis migratoria llega en buen momento para Trump, que se encuentra en campaña por su reelección y aprovecha para usar a México como su piñata, para resaltar el sentimiento nativista, antiinmigrante y antimexicano que tienen gran parte de sus seguidores.

Su petición es específica para el Gobierno mexicano; frenar el flujo migratorio mediante dos posibles alternativas; cerrar la frontera Sur o bien ser México tercer país seguro.

Cerrar la frontera Sur se antoja difícil, porque sería ir en contra de nuestra doctrina, además de requerirse grandes cantidades de recursos y personal capacitado para no violentar los derechos humanos de los migrante.

Ser México tercer país seguro para los inmigrantes centroamericanos que quieran llegar a EU no puede ni debe ser opción para México.

Esta idea que fue planteada al gobierno anterior de EPN le otorgaría a EU el argumento legal para negar toda solicitud de asilo a los migrantes que hayan ingresado por México, traspasándole la carga de asilo a nuestro país.

El problema de fondo no tiene solución a corto plazo.

¿Qué se puede hacer?

1. México tiene que definir con claridad sus compromisos y dejar la ambigüedad de lado.

2. Debe activar a sus aliados en EU, congresistas republicanos y demócratas que pueden frenar esta decisión unilateral de Trump en el Congreso.

3. Impulsar una narrativa favorable como aliados y principales socios comerciales con los líderes de opinión, empresarios, expertos en la relación bilateral, así como con la conferencia de gobernadores fronterizos.

4. Prepararse para implementar una política con aranceles de represalia, donde electoralmente, le peguen más a Trump.

Si Trump logra aplicar los aranceles escalonados a todos los productos mexicanos como lo pretende, estaría en la posibilidad de construir el muro con dinero de México, lo que seguramente le otorgaría su reelección.

El Gobierno de México tendrá que ser muy audaz para enfrentar un 2019 y 2020 que serán muy largos y sinuosos por la elección presidencial de EU.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter: @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

El emplazamiento que el presidente estadounidense Donald Trump ha realizado al Gobierno de México, para frenar el flujo de migrantes que cruzan por nuestro país en busca del sueño americano, se está convirtiendo en un callejón sin salida.

La amenaza de imponer aranceles escalonados a los productos mexicanos que se exportan a la Unión Americana es una muy mala noticia para la economía de nuestro país. El 10 de junio se impondría un arancel del 5%, después se incrementaría cada mes un 5% hasta llegar al 25% el 1 de octubre.

Es irónico, que después de librar duras negociaciones para lograr la renegociación del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) y siendo hoy México el principal socio comercial de Estados Unidos, reciba este trato del presidente Trump.

Muchos nos preguntamos si al margen de los acuerdos comerciales vigentes, ¿es posible aplicar aranceles de una forma unilateral como Trump lo pretende hacer con México?, y la respuesta sí; bajo el amparo del Acta de Poderes Económicos para una Emergencia Internacional (IEEPA por sus siglas en inglés).

Si bien es cierto, las reacciones inestables del presidente Trump ya no sorprenden a nadie, también es cierto que se debe actuar con inteligencia y mucha sensatez para contener esta seria amenaza que generaría grandes desequilibrios económicos para México.

La reacción del Gobierno mexicano ha sido prudente y serena, con una misiva que exhorta al diálogo para encontrar acuerdos benéficos para ambas naciones.

Pero la política pacifista que plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador, no está en el horizonte del presidente Trump, quien ha respondido con un contundente: “Requerimos acciones y no reuniones”.

Es verdad, el flujo de migrantes que cruzan por nuestro país se ha incrementado vertiginosamente y también es probable que el mismo Gobierno haya abonado a esta crisis con su invitación a migrantes centroamericanos para otorgarles trabajo mediante visas humanitarias en México.

La crisis migratoria llega en buen momento para Trump, que se encuentra en campaña por su reelección y aprovecha para usar a México como su piñata, para resaltar el sentimiento nativista, antiinmigrante y antimexicano que tienen gran parte de sus seguidores.

Su petición es específica para el Gobierno mexicano; frenar el flujo migratorio mediante dos posibles alternativas; cerrar la frontera Sur o bien ser México tercer país seguro.

Cerrar la frontera Sur se antoja difícil, porque sería ir en contra de nuestra doctrina, además de requerirse grandes cantidades de recursos y personal capacitado para no violentar los derechos humanos de los migrante.

Ser México tercer país seguro para los inmigrantes centroamericanos que quieran llegar a EU no puede ni debe ser opción para México.

Esta idea que fue planteada al gobierno anterior de EPN le otorgaría a EU el argumento legal para negar toda solicitud de asilo a los migrantes que hayan ingresado por México, traspasándole la carga de asilo a nuestro país.

El problema de fondo no tiene solución a corto plazo.

¿Qué se puede hacer?

1. México tiene que definir con claridad sus compromisos y dejar la ambigüedad de lado.

2. Debe activar a sus aliados en EU, congresistas republicanos y demócratas que pueden frenar esta decisión unilateral de Trump en el Congreso.

3. Impulsar una narrativa favorable como aliados y principales socios comerciales con los líderes de opinión, empresarios, expertos en la relación bilateral, así como con la conferencia de gobernadores fronterizos.

4. Prepararse para implementar una política con aranceles de represalia, donde electoralmente, le peguen más a Trump.

Si Trump logra aplicar los aranceles escalonados a todos los productos mexicanos como lo pretende, estaría en la posibilidad de construir el muro con dinero de México, lo que seguramente le otorgaría su reelección.

El Gobierno de México tendrá que ser muy audaz para enfrentar un 2019 y 2020 que serán muy largos y sinuosos por la elección presidencial de EU.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter: @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.