/ miércoles 10 de julio de 2019

Diálogo | Políticas públicas sin sustento

La explosiva renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría De Hacienda y Crédito Público del Gobierno federal, exhibe la descomposición que se vive en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es la segunda renuncia de un alto funcionario que decide dejar por escrito las motivaciones de su renuncia, así lo hizo German Martínez Casares, ex director del IMSS quien el 21 de mayo pasado, acusó precisamente a los funcionarios de Hacienda, de implementar una política de austeridad inhumana, al no liberar los recursos necesarios para otorgar los servicios básicos de salud en el IMSS.

Ahora es Carlos Urzúa quien, en su carta de renuncia, que es corta pero contundente, señala “discrepancias en materia económica hubo muchas” y “algunas de ellas se generaron porque en esta administración se han tomado decisiones de políticas públicas sin el suficiente sustento”.

Esto en clara alusión, a la gran demanda de recursos que se requieren para cumplir las promesas del Presidente, desde sus programas sociales hasta el desarrollo de los proyectos de infraestructura como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, que hoy son cuestionados en su viabilidad técnica y financiera.

“Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o de izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.

Para muchos era uno de los mejores integrantes del gabinete y preocupan las razones que señala para dejar su cargo, “me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública” y remata “esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.

Algo muy similar acusó Martínez es su renuncia “... algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS...” y ahora el mismo Urzúa acusa esta injerencia en la SHCP.

Es decir, ambas renuncias llevan un hilo conductor; exhiben que las decisiones económicas del país no están en Hacienda.

Urzúa, para muchos ha sido el personaje de la 4T que ha mantenido el barco a flote, quien cuidaba los indicadores de inversión y la credibilidad necesarios en el desarrollo de la economía nacional. Quien fungía como ancla económica de este gobierno se retira y deja un claro mensaje, el radicalismo no debe tener cabida en las decisiones económicas de un País.

Mientras esto continúe, la incertidumbre seguirá erosionando la confianza de los inversionistas y nuestra economía seguirá dando síntomas de debilidad, al grado tal que las expectativas de crecimiento para este año difícilmente superarían un raquítico crecimiento del 1% del PIB, que evidentemente es insuficiente para generar desarrollo y bienestar que México requiere.


Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

La explosiva renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría De Hacienda y Crédito Público del Gobierno federal, exhibe la descomposición que se vive en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es la segunda renuncia de un alto funcionario que decide dejar por escrito las motivaciones de su renuncia, así lo hizo German Martínez Casares, ex director del IMSS quien el 21 de mayo pasado, acusó precisamente a los funcionarios de Hacienda, de implementar una política de austeridad inhumana, al no liberar los recursos necesarios para otorgar los servicios básicos de salud en el IMSS.

Ahora es Carlos Urzúa quien, en su carta de renuncia, que es corta pero contundente, señala “discrepancias en materia económica hubo muchas” y “algunas de ellas se generaron porque en esta administración se han tomado decisiones de políticas públicas sin el suficiente sustento”.

Esto en clara alusión, a la gran demanda de recursos que se requieren para cumplir las promesas del Presidente, desde sus programas sociales hasta el desarrollo de los proyectos de infraestructura como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, que hoy son cuestionados en su viabilidad técnica y financiera.

“Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o de izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.

Para muchos era uno de los mejores integrantes del gabinete y preocupan las razones que señala para dejar su cargo, “me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública” y remata “esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.

Algo muy similar acusó Martínez es su renuncia “... algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS...” y ahora el mismo Urzúa acusa esta injerencia en la SHCP.

Es decir, ambas renuncias llevan un hilo conductor; exhiben que las decisiones económicas del país no están en Hacienda.

Urzúa, para muchos ha sido el personaje de la 4T que ha mantenido el barco a flote, quien cuidaba los indicadores de inversión y la credibilidad necesarios en el desarrollo de la economía nacional. Quien fungía como ancla económica de este gobierno se retira y deja un claro mensaje, el radicalismo no debe tener cabida en las decisiones económicas de un País.

Mientras esto continúe, la incertidumbre seguirá erosionando la confianza de los inversionistas y nuestra economía seguirá dando síntomas de debilidad, al grado tal que las expectativas de crecimiento para este año difícilmente superarían un raquítico crecimiento del 1% del PIB, que evidentemente es insuficiente para generar desarrollo y bienestar que México requiere.


Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

Correo: davidfigueroao@me.com

Twitter @DavidFigueroaO

Facebook: David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.