/ miércoles 20 de noviembre de 2019

Diálogo | Urge estrategia para frenar violencia en México

“No me queda más remedio que volver a salir a las calles, pedirle a la ciudadanía que salga también, que ocupe los espacios públicos que nos está quitando el crimen organizado. Ya no queda tiempo para enfrentar este horror y cambiar la estrategia” son las palabras de Javier Sicilia, activista del Movimiento por la Paz surgido a raíz del homicidio de su hijo en 2011.

En una entrevista para el diario El País inmerso en la frustración y este contexto de un gobierno rebasado por el crimen, el padre que perdió a su hijo y que ha intentado ‘sacudir’ al sistema le pide al presidente Andrés Manuel López Obrador cambiar la estrategia de seguridad; este 2019 suman ya más de 30 mil muertes, el año más violento desde que se lleva registro.

Pero justo esa es la cuestión ¿cuál estrategia? y el mismo Sicilia señala que aún en campaña en una reunión que sostuvo con el entonces candidato de Morena el mismo Andrés Manuel le confesó “Yo sé cómo afrontar los problemas del país. De esto de las víctimas e inseguridad no lo sé, ayúdenme”.

“No tiene ni idea”, concluye el activista con aire desolado.

Esa es la percepción que se está generalizando en el país, pero lo más delicado es que también en el extranjero; el mundo entero tiene los ojos puestos en México primero por la liberación de Ovidio Guzmán en Culiacán y el sometimiento del Ejército en cuestión de horas ante el crimen organizado.

Después vino, la barbarie y el horror con el homicidio de mujeres y niños de la familia LeBarón en Bavispe.

Javier Sicilia es un activista polémico y según sus propias palabras ‘desgastado’, pero las reflexiones que hace tienen eco porque son las mismas que sin duda millones de mexicanos hacemos a diario sin encontrar respuestas.

El planteamiento de que la solución está en un pacto social, dando la espalda a un sistema que ya no funciona es muy tentador, pero también uno de los riesgos importantes que el Gobierno debe atender, cuando no hay para empezar Estado de Derecho ni aplicación de justicia que garantice la tranquilidad propia y de nuestras familias.

Cuando en televisión abierta el Gobierno queda disminuido ante la estrategia de la contraparte y el poder o la capacidad de respuesta se exhibe limitada al de los grupos delincuenciales; y lo que es peor que una parte de la sociedad ya lo celebra en esta cultura tan extraña e inconcebible, pero real.

Dice Fernando Savater en su clásico ‘Política para Amador’ que es mejor temerle a un Calígula que a mil Calígulas juntos, hablando de gobernabilidad. El monstruo puede despertar si la clase política no deja sus diferencias a un lado de una vez por todas.

Este movimiento que ya no sería por la paz, sino por el miedo y el hartazgo puede ser el detonante en el País que se requiere para que el Gobierno federal reaccione y corrija su fallida estrategia, pues ni los foros por la pacificación que es lo único que esta administración ha mostrado dieron algún fruto.

Estos foros que se promovieron mediáticamente tanto en campaña como recién iniciado el Gobierno, terminaron siendo el fracaso que presagiaban lo que hoy estamos viviendo para someter a los violentos.

Desde entonces, desde esas primeras semanas no ha habido nada más que la Guardia Nacional reducida a una discusión estéril sobre si es militarización o no.

En este tema de seguridad y después economía que también pinta por los suelos con una pérdida histórica en la caída de empleos e inversión, no hay ideologías o partidos políticos que puedan prevalecer por encima de la desesperación.

Un cambio urgente de estrategia pide Sicilia de López Obrador y su voz debe tomarse como la de millones de mexicanos que queremos vivir en paz.

Dice el Presidente que no quiere violencia ni guerra; como retorica está muy bien, pero ¿y luego? ¿Entonces qué sí quiere? ¿Cómo va a enfrentar la inseguridad y cómo va a garantizar justicia? la paz está cada vez más lejos, y la sangre derramada en este primer año ‘sin guerra’ es demasiada como para no hacer comparaciones.

El llamado a salir a las calles, la desesperación de millones de víctimas de la violencia en México como este activista que habla de lo que se vive en México como ‘el infierno’ (y debe serlo para él como padre, para miles de madres, hijos, esposos y esposas que han perdido a su familia), es un grito desesperado para el Gobierno federal.

No se puede seguir minimizando la violencia frente a la cruda realidad, o jugando a la política de los adversarios, ninguno de estos argumentos son ya tolerables.

La urgencia de una estrategia contra la violencia en México es inaplazable.



Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

davidfigueroao@me.com

@DavidFigueroaO

David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.

“No me queda más remedio que volver a salir a las calles, pedirle a la ciudadanía que salga también, que ocupe los espacios públicos que nos está quitando el crimen organizado. Ya no queda tiempo para enfrentar este horror y cambiar la estrategia” son las palabras de Javier Sicilia, activista del Movimiento por la Paz surgido a raíz del homicidio de su hijo en 2011.

En una entrevista para el diario El País inmerso en la frustración y este contexto de un gobierno rebasado por el crimen, el padre que perdió a su hijo y que ha intentado ‘sacudir’ al sistema le pide al presidente Andrés Manuel López Obrador cambiar la estrategia de seguridad; este 2019 suman ya más de 30 mil muertes, el año más violento desde que se lleva registro.

Pero justo esa es la cuestión ¿cuál estrategia? y el mismo Sicilia señala que aún en campaña en una reunión que sostuvo con el entonces candidato de Morena el mismo Andrés Manuel le confesó “Yo sé cómo afrontar los problemas del país. De esto de las víctimas e inseguridad no lo sé, ayúdenme”.

“No tiene ni idea”, concluye el activista con aire desolado.

Esa es la percepción que se está generalizando en el país, pero lo más delicado es que también en el extranjero; el mundo entero tiene los ojos puestos en México primero por la liberación de Ovidio Guzmán en Culiacán y el sometimiento del Ejército en cuestión de horas ante el crimen organizado.

Después vino, la barbarie y el horror con el homicidio de mujeres y niños de la familia LeBarón en Bavispe.

Javier Sicilia es un activista polémico y según sus propias palabras ‘desgastado’, pero las reflexiones que hace tienen eco porque son las mismas que sin duda millones de mexicanos hacemos a diario sin encontrar respuestas.

El planteamiento de que la solución está en un pacto social, dando la espalda a un sistema que ya no funciona es muy tentador, pero también uno de los riesgos importantes que el Gobierno debe atender, cuando no hay para empezar Estado de Derecho ni aplicación de justicia que garantice la tranquilidad propia y de nuestras familias.

Cuando en televisión abierta el Gobierno queda disminuido ante la estrategia de la contraparte y el poder o la capacidad de respuesta se exhibe limitada al de los grupos delincuenciales; y lo que es peor que una parte de la sociedad ya lo celebra en esta cultura tan extraña e inconcebible, pero real.

Dice Fernando Savater en su clásico ‘Política para Amador’ que es mejor temerle a un Calígula que a mil Calígulas juntos, hablando de gobernabilidad. El monstruo puede despertar si la clase política no deja sus diferencias a un lado de una vez por todas.

Este movimiento que ya no sería por la paz, sino por el miedo y el hartazgo puede ser el detonante en el País que se requiere para que el Gobierno federal reaccione y corrija su fallida estrategia, pues ni los foros por la pacificación que es lo único que esta administración ha mostrado dieron algún fruto.

Estos foros que se promovieron mediáticamente tanto en campaña como recién iniciado el Gobierno, terminaron siendo el fracaso que presagiaban lo que hoy estamos viviendo para someter a los violentos.

Desde entonces, desde esas primeras semanas no ha habido nada más que la Guardia Nacional reducida a una discusión estéril sobre si es militarización o no.

En este tema de seguridad y después economía que también pinta por los suelos con una pérdida histórica en la caída de empleos e inversión, no hay ideologías o partidos políticos que puedan prevalecer por encima de la desesperación.

Un cambio urgente de estrategia pide Sicilia de López Obrador y su voz debe tomarse como la de millones de mexicanos que queremos vivir en paz.

Dice el Presidente que no quiere violencia ni guerra; como retorica está muy bien, pero ¿y luego? ¿Entonces qué sí quiere? ¿Cómo va a enfrentar la inseguridad y cómo va a garantizar justicia? la paz está cada vez más lejos, y la sangre derramada en este primer año ‘sin guerra’ es demasiada como para no hacer comparaciones.

El llamado a salir a las calles, la desesperación de millones de víctimas de la violencia en México como este activista que habla de lo que se vive en México como ‘el infierno’ (y debe serlo para él como padre, para miles de madres, hijos, esposos y esposas que han perdido a su familia), es un grito desesperado para el Gobierno federal.

No se puede seguir minimizando la violencia frente a la cruda realidad, o jugando a la política de los adversarios, ninguno de estos argumentos son ya tolerables.

La urgencia de una estrategia contra la violencia en México es inaplazable.



Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través de:

davidfigueroao@me.com

@DavidFigueroaO

David Figueroa O.

David Figueroa Ortega es empresario, ex cónsul de México en Los Ángeles y San José, California; ex diputado federal; ex alcalde de Agua Prieta; ex dirigente del PAN en Sonora.