/ viernes 21 de enero de 2022

El columnario | Apuntes de la contemporaneidad y la actualidad de las cosas

Ante los nuevos escenarios sociales y la realidad inmediata considero oportuno describir si no a detalle, al menos desde una visión más general desde lo social, pese a las diferencias y contrastes desde cada óptica; así como de quienes pretenden pertenecer a una clase pensante, (por cierto, muy reducida), intentan adosarse y adherirse por medio de artimañas y farsas, en donde se descubren de manera muy simple y llana, exhibiendo su potencial ignorancia, sabiéndose acreedores, así como dueños absolutos de lo anterior.

Reconociendo que quienes en realidad practicamos la lógica y el sentido común, somos aquellos que en la práctica cultural, como en la social creamos un contrapeso a quienes carecen de una aparente libertad (ya sea esta de izquierda o de derecha); ya que los intereses personales se muestran con claridad y total evidencia, al menos para quienes sabemos observar el entorno inmediato, así tan frío como objetivo suelo ser en mi cotidianeidad ya sea de manera consciente e inconsciente, lo que no resulta raro, ni extraña en lo absoluto.

Por lo que el dominio de temas de intelecto me queda claro, no es para todos; ya que este se basa en el pleno conocimiento y argumentación de la idea objetiva, es por ello que el sustento tanto temático, como de lo pragmático y conceptual, requiere de la razón. Retomando oportunamente el siguiente precepto filosófico:

“Cada cosa en la naturaleza actúa (wirken) según leyes. Sólo un ser racional tiene la capacidad (Vermögen) de obrar (handeln) según la representación de leyes, i.e. de obrar según principios, o lo que es lo mismo, posee una voluntad. Dado que para la derivación de acciones a partir de leyes se exige la razón, entonces la voluntad no es otra cosa que razón práctica”. (Sic) E. Kant y la voluntad como "razón práctica".

Por lo que la contrarréplica sustentada es siempre la mejor respuesta a la ignorancia. No es de extrañarse, para quienes estamos inmersos en la Contracultura, generalmente transcurrimos con una total naturalidad ante los hechos generados dentro de la razón social de las cosas, al igual que de la “aparente cultura”, sin embargo la realidad es siempre distinta de lo que ello representa, desde las instituciones y el “establishment”, (incluida el aparato gubernamental); lo que no resulta ajeno en la supuesta y también aparente contemporaneidad, pese a que las circunstancias (también realidades), sean en extremo contrarias tanto en idearios, como en aparentes preceptos ideológicos, cuál franquicia capitalista se asienta temporalmente, independientemente de sus siglas y colores. Lo mismo pasa con los sujetos.

De lo antes descrito, llama la atención, aspectos como la incongruencia, la falta de convicción, (la de conveniencia es evidente), ya que en ocasiones se atribuyen “el mote” (de defensores absolutos). Sin embargo, como en todo, la vestimenta no los hace ser, ya que el actuar prevalece solo en la apariencia (algunos visten santos…) es por ello que decidí ya no pelear mas con mis gatos… (a pesar de que ya usen lentes), y eso gracias a la recomendación de un amigo. Considero que el tema del “esquirolaje” resulta por demás apasionante, ya que el de la “traición” lo dejo aparte. Lo anterior en algunos de los casos, peor aun cuando profesan supuestas ideologías, resultando al extremo… el colmo es, cuando es evidente la realidad contrapuesta y como esta discurre ante los ojos de una sociedad completamente desestructurada, y delante de quienes presiden partidos y siglas abanderando supuestas causas; la incongruencia como primer estandarte de la antilógica, acallando las voces de quienes se desgarran las vestiduras, dejando incluso el alma en el campo de batalla, peor aun perdiendo la dignidad… triste asunto para su ya de por sí precaria existencia.

Qué bien se siente no estar sujeto a nada ni a nadie… sin prebendas, ni concesiones de ningún tipo, con plena autoridad moral y con la total libertad de expresar la justa razón de las cosas… mientras otros por el temor se arrastran lamiendo cualquier bota en busca de alguna migaja o minúsculo beneficio, aun así, sea temporal… Por lo que me quedo con la parte creativa, ya que ello brinda la razón. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…


Ante los nuevos escenarios sociales y la realidad inmediata considero oportuno describir si no a detalle, al menos desde una visión más general desde lo social, pese a las diferencias y contrastes desde cada óptica; así como de quienes pretenden pertenecer a una clase pensante, (por cierto, muy reducida), intentan adosarse y adherirse por medio de artimañas y farsas, en donde se descubren de manera muy simple y llana, exhibiendo su potencial ignorancia, sabiéndose acreedores, así como dueños absolutos de lo anterior.

Reconociendo que quienes en realidad practicamos la lógica y el sentido común, somos aquellos que en la práctica cultural, como en la social creamos un contrapeso a quienes carecen de una aparente libertad (ya sea esta de izquierda o de derecha); ya que los intereses personales se muestran con claridad y total evidencia, al menos para quienes sabemos observar el entorno inmediato, así tan frío como objetivo suelo ser en mi cotidianeidad ya sea de manera consciente e inconsciente, lo que no resulta raro, ni extraña en lo absoluto.

Por lo que el dominio de temas de intelecto me queda claro, no es para todos; ya que este se basa en el pleno conocimiento y argumentación de la idea objetiva, es por ello que el sustento tanto temático, como de lo pragmático y conceptual, requiere de la razón. Retomando oportunamente el siguiente precepto filosófico:

“Cada cosa en la naturaleza actúa (wirken) según leyes. Sólo un ser racional tiene la capacidad (Vermögen) de obrar (handeln) según la representación de leyes, i.e. de obrar según principios, o lo que es lo mismo, posee una voluntad. Dado que para la derivación de acciones a partir de leyes se exige la razón, entonces la voluntad no es otra cosa que razón práctica”. (Sic) E. Kant y la voluntad como "razón práctica".

Por lo que la contrarréplica sustentada es siempre la mejor respuesta a la ignorancia. No es de extrañarse, para quienes estamos inmersos en la Contracultura, generalmente transcurrimos con una total naturalidad ante los hechos generados dentro de la razón social de las cosas, al igual que de la “aparente cultura”, sin embargo la realidad es siempre distinta de lo que ello representa, desde las instituciones y el “establishment”, (incluida el aparato gubernamental); lo que no resulta ajeno en la supuesta y también aparente contemporaneidad, pese a que las circunstancias (también realidades), sean en extremo contrarias tanto en idearios, como en aparentes preceptos ideológicos, cuál franquicia capitalista se asienta temporalmente, independientemente de sus siglas y colores. Lo mismo pasa con los sujetos.

De lo antes descrito, llama la atención, aspectos como la incongruencia, la falta de convicción, (la de conveniencia es evidente), ya que en ocasiones se atribuyen “el mote” (de defensores absolutos). Sin embargo, como en todo, la vestimenta no los hace ser, ya que el actuar prevalece solo en la apariencia (algunos visten santos…) es por ello que decidí ya no pelear mas con mis gatos… (a pesar de que ya usen lentes), y eso gracias a la recomendación de un amigo. Considero que el tema del “esquirolaje” resulta por demás apasionante, ya que el de la “traición” lo dejo aparte. Lo anterior en algunos de los casos, peor aun cuando profesan supuestas ideologías, resultando al extremo… el colmo es, cuando es evidente la realidad contrapuesta y como esta discurre ante los ojos de una sociedad completamente desestructurada, y delante de quienes presiden partidos y siglas abanderando supuestas causas; la incongruencia como primer estandarte de la antilógica, acallando las voces de quienes se desgarran las vestiduras, dejando incluso el alma en el campo de batalla, peor aun perdiendo la dignidad… triste asunto para su ya de por sí precaria existencia.

Qué bien se siente no estar sujeto a nada ni a nadie… sin prebendas, ni concesiones de ningún tipo, con plena autoridad moral y con la total libertad de expresar la justa razón de las cosas… mientras otros por el temor se arrastran lamiendo cualquier bota en busca de alguna migaja o minúsculo beneficio, aun así, sea temporal… Por lo que me quedo con la parte creativa, ya que ello brinda la razón. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…