/ lunes 28 de junio de 2021

El espectador | El Amazon de los seguros

Con el confinamiento provocado por el Covid-19 y la mayoría de los centros comerciales tradicionales cerrados, la gente optó por realizar sus compras en las tiendas en línea, los malls virtuales, un modelo de negocio que maduró aceleradamente en estos meses y se ha convertido en el mejor recurso para que las empresas incrementen sus ventas a través de Internet. Estas plataformas amplían exponencialmente el concepto de las ventas online, ya que es aquí donde diferentes marcas anuncian sus productos, ofreciendo de esa forma, un abanico de opciones al cliente bajo un soporte de servicio y garantía más confiable. Desde que inició el siglo han crecido y en estas fechas se han consolidado incluso con esa población que apenas adoptó un teléfono inteligente.

Para los usuarios, un marketplace representa todo lo que uno desea en cuanto a practicidad, ya que al tener en un mismo sitio varias opciones, es más fácil comparar el precio, tomar una decisión y, no sólo eso, el sitio supervisa todo el proceso hasta que el producto llega a nuestros hogares, pudiendo hacer devoluciones o reclamaciones de cualquier tipo. Hay un marketplace para prácticamente cualquier bien tangible que deseemos, sin embargo, ¿Qué pasa si queremos contratar un seguro o un servicio? Para ello ha surgido WOOW, la primera plataforma en el país con un catálogo de más de 60 productos para asegurar cualquier clase de bienes como autos, gadgets, gastos médicos, planes de telefonía celular y hasta mascotas.

Esta firma 100% mexicana, fundada y dirigida por Margarita Zepeda Porraz, congrega a las principales aseguradoras del país como ANA Seguros, que dirige Raúl Barba; AIG, de Marcelo Hernández; GMX, de Jorge Flores, GNP; de José Eduardo Silva; HDI de Juan Ignacio González, y Qualitas, que ahora lleva José Antonio Correa.

Imagina que con esta aplicación es posible, además de comparar y elegir el mejor precio, recibir la atención y asesoramiento de todo el proceso, desde la contratación, el levantamiento en caso de siniestro, solución de dudas, hasta el reembolso. Todo en tiempo real y desde cualquier dispositivo móvil. Y es que por increíble que parezca, hoy en día no existe una herramienta como WOOW en el sector asegurador, cuyo volumen de primas antes de la pandemia se situó en 582 mil 245 millones de pesos, por lo que este tipo de instrumentos podrían mejorar la cifra de la Condusef, de Óscar Rosado, que reporta que en México sólo 22% de sus habitantes cuenta con algún tipo de seguro.

El potencial es enorme si tomamos en cuenta los mismos datos del organismo que reportan que 78% de los que no cuentan con seguro han manifestado que es porque no saben dónde adquirirlo o consideran engorroso el proceso de contrato, a eso hay que sumarle los 86.5 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, por lo que las posibilidades son realmente prometedoras.

Además, y eso lo platicaremos en otra entrega, a veces las máquinas tienen más sentido común que algunos empleados que por teléfono hacen tortuosa la atención a clientes. Empleados humanos que escuchan, pero no entienden, y al final se vuelven cómplices de esas aseguradoras que al final no nos quieren pagar ante cualquier pretexto o letra chiquita. Las máquinas, en algunos casos, son más humanas.


Con el confinamiento provocado por el Covid-19 y la mayoría de los centros comerciales tradicionales cerrados, la gente optó por realizar sus compras en las tiendas en línea, los malls virtuales, un modelo de negocio que maduró aceleradamente en estos meses y se ha convertido en el mejor recurso para que las empresas incrementen sus ventas a través de Internet. Estas plataformas amplían exponencialmente el concepto de las ventas online, ya que es aquí donde diferentes marcas anuncian sus productos, ofreciendo de esa forma, un abanico de opciones al cliente bajo un soporte de servicio y garantía más confiable. Desde que inició el siglo han crecido y en estas fechas se han consolidado incluso con esa población que apenas adoptó un teléfono inteligente.

Para los usuarios, un marketplace representa todo lo que uno desea en cuanto a practicidad, ya que al tener en un mismo sitio varias opciones, es más fácil comparar el precio, tomar una decisión y, no sólo eso, el sitio supervisa todo el proceso hasta que el producto llega a nuestros hogares, pudiendo hacer devoluciones o reclamaciones de cualquier tipo. Hay un marketplace para prácticamente cualquier bien tangible que deseemos, sin embargo, ¿Qué pasa si queremos contratar un seguro o un servicio? Para ello ha surgido WOOW, la primera plataforma en el país con un catálogo de más de 60 productos para asegurar cualquier clase de bienes como autos, gadgets, gastos médicos, planes de telefonía celular y hasta mascotas.

Esta firma 100% mexicana, fundada y dirigida por Margarita Zepeda Porraz, congrega a las principales aseguradoras del país como ANA Seguros, que dirige Raúl Barba; AIG, de Marcelo Hernández; GMX, de Jorge Flores, GNP; de José Eduardo Silva; HDI de Juan Ignacio González, y Qualitas, que ahora lleva José Antonio Correa.

Imagina que con esta aplicación es posible, además de comparar y elegir el mejor precio, recibir la atención y asesoramiento de todo el proceso, desde la contratación, el levantamiento en caso de siniestro, solución de dudas, hasta el reembolso. Todo en tiempo real y desde cualquier dispositivo móvil. Y es que por increíble que parezca, hoy en día no existe una herramienta como WOOW en el sector asegurador, cuyo volumen de primas antes de la pandemia se situó en 582 mil 245 millones de pesos, por lo que este tipo de instrumentos podrían mejorar la cifra de la Condusef, de Óscar Rosado, que reporta que en México sólo 22% de sus habitantes cuenta con algún tipo de seguro.

El potencial es enorme si tomamos en cuenta los mismos datos del organismo que reportan que 78% de los que no cuentan con seguro han manifestado que es porque no saben dónde adquirirlo o consideran engorroso el proceso de contrato, a eso hay que sumarle los 86.5 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, por lo que las posibilidades son realmente prometedoras.

Además, y eso lo platicaremos en otra entrega, a veces las máquinas tienen más sentido común que algunos empleados que por teléfono hacen tortuosa la atención a clientes. Empleados humanos que escuchan, pero no entienden, y al final se vuelven cómplices de esas aseguradoras que al final no nos quieren pagar ante cualquier pretexto o letra chiquita. Las máquinas, en algunos casos, son más humanas.