/ jueves 7 de octubre de 2021

El faro | Cuando nadie te ve

El 58% de las personas confía más en cualquier extraño que en su propio jefe -Harvard Business Review. Por otro lado, otro estudio muestra que sólo el 34% de los jefes confían en sus subordinados.

Este déficit de confianza mutua es un gran obstáculo en cualquier posición de liderazgo.

Entonces, ¿qué hace un tomador de decisión, coordinador de esfuerzos y voluntades para no sumar a estas estadísticas?

La confianza es indispensable en cualquier tipo de relación y pilar fundamental para alcanzar las metas establecidas. La construcción de un entorno funcional y confiable comienza siempre con el líder.

La calidad del líder que la gente percibe está directamente relacionada con las cualidades y patrones de conducta que muchas veces la gente no puede ver.

Un “jefe” debe desempeñarse y actuar con su estilo y visión no sólo cuando la gente puede verlo, sino especialmente cuando su “tribu” no lo acompaña.

Si quieres generar confianza entre tu equipo y lograr las mejores cosas con eficiencia, considera lo siguiente.

1. Lucha con propósito y lealtad

Un buen jefe defiende a su equipo, especialmente cuando es difícil. Puede ser conveniente echar culpas y señalar a algún miembro del equipo cuando algo no resulta, especialmente cuando la gente no se da cuenta.

La única forma de ganarse la lealtad es otorgándola…. siempre, sin importar si la gente se entera o no.

Protege a tu gente. Defiéndelos ya sea que te enfrentes a otros gerentes, clientes, proveedores o incluso a tu propio jefe.

La gente siempre respeta a un líder que lucha por su gente.

2. Reflexiona

La autoconciencia y la autorreflexión son los espejos que usa un líder para ver a través de los ojos de su gente y adaptarse a la realidad.

Un líder improvisado y obstinado que ni siquiera puede considerar que puede estar equivocado o su ego no le permite admitir sus errores, no se ganará el respeto necesario para obtener lo mejor de su equipo.

La reflexión y la humildad son la antesala de la adaptación.

“La autorreflexión es la escuela de la sabiduría ". - Baltasar Gracián

3. Edúcate continuamente

Un buen jefe siempre está aprendiendo.

Aquel que cree que ya lo sabe todo, no sabe nada. Una combinación de ego y pereza hace que las personas piensen que no necesitan seguir aprendiendo.

Un buen líder sabe que siempre puede mejorar y que cualquier persona puede enseñarle; el conocimiento puede venir de cualquier parte, especialmente dentro de su organización.

Los buenos jefes evitan cometer errores especialmente leyendo sobre los errores de otros; se vuelven más sabios al consumir las experiencias de los demás.

El conocimiento, a través de la educación, ya sea informal o formal, sucede la mayoría de las veces, cuando nadie nos ve.

4. Sé congruente en todo momento

El carácter de una persona es una característica ambigua. La gente puede sentir el carácter pero no lo puede ver. Pueden sentir cuando alguien es quien dice ser. Esto se logra cuando hay armonía con lo que uno; piensa, siente, dice y hace. La gente entiende entonces que puede contar contigo en cualquier momento.

La confianza puede tardar años en construirse y segundos en destruirse, por lo que ser digno de confianza en todo momento es un gran atributo de cualquier persona y un valor agregado para el líder.

“Preocúpate más por tu carácter que por tu reputación, porque tu carácter es lo que realmente eres, mientras que tu reputación es simplemente lo que otros piensan que eres... la verdadera prueba del carácter de un hombre es lo que hace cuando nadie está viendo”. - John Wooden

5. Cuídate a ti mismo

No es que todos tengamos que ser fanáticos del “fitness”, pero un buen jefe se respeta a sí mismo lo suficiente como para cuidar el templo en el que reside su liderazgo.

Esta es una forma de predicar con el ejemplo. Si un jefe no se preocupa por sí mismo, ¿qué tan seguro puede estar un seguidor de que su líder se preocuparía por ellos?

Un buen jefe sabe que sólo puede acercar a gente que se identifique y comparta cierta parte de su visión. Entonces si quieres a los mejores e inspirar a que sean lo más que puedan ser, debes ser el mejor y exigirte a ti de la misma forma.

“Si no puedes liderarte a ti mismo, ¿cómo puedes liderar a otros? Antes de liderar a otros, tienes que liderarte a ti mismo primero”. - Debasish Mridha

6. Cuida lo que dices

Los mejores líderes y jefes forman a la gente en todo momento. Se involucran en críticas constructivas sólo de ser necesario, pero no en chismes. Cuando un líder se involucra en dimes y diretes, se ve obligando a mantener dos caras con su equipo y eso no es la mejor forma de guiar ningún proyecto.

Los buenos jefes animan a todos los que pueden. Elevan y construyen las carreras y la vida de los demás. Motivan tanto con sus palabras como con hechos, incluso cuando la gente no se entera.

Por eso

La calidad de persona que la gente ve en ti es solo la punta del iceberg. Todo lo que haces “debajo de la superficie” determina todo lo que realmente eres.

Sólo cuando tienes claro hacia dónde vas, porque haces las cosas y los hábitos y conductas que te acompañarán en el viaje, es cuando tienes una verdadera oportunidad de ser un líder exitoso y hacer que tu influencia se distinga, incluso cuando nadie está viendo…. porque es lo que haces en la oscuridad lo que te pone en el estrellato.

Y ese es un líder que vale la pena seguir.

El 58% de las personas confía más en cualquier extraño que en su propio jefe -Harvard Business Review. Por otro lado, otro estudio muestra que sólo el 34% de los jefes confían en sus subordinados.

Este déficit de confianza mutua es un gran obstáculo en cualquier posición de liderazgo.

Entonces, ¿qué hace un tomador de decisión, coordinador de esfuerzos y voluntades para no sumar a estas estadísticas?

La confianza es indispensable en cualquier tipo de relación y pilar fundamental para alcanzar las metas establecidas. La construcción de un entorno funcional y confiable comienza siempre con el líder.

La calidad del líder que la gente percibe está directamente relacionada con las cualidades y patrones de conducta que muchas veces la gente no puede ver.

Un “jefe” debe desempeñarse y actuar con su estilo y visión no sólo cuando la gente puede verlo, sino especialmente cuando su “tribu” no lo acompaña.

Si quieres generar confianza entre tu equipo y lograr las mejores cosas con eficiencia, considera lo siguiente.

1. Lucha con propósito y lealtad

Un buen jefe defiende a su equipo, especialmente cuando es difícil. Puede ser conveniente echar culpas y señalar a algún miembro del equipo cuando algo no resulta, especialmente cuando la gente no se da cuenta.

La única forma de ganarse la lealtad es otorgándola…. siempre, sin importar si la gente se entera o no.

Protege a tu gente. Defiéndelos ya sea que te enfrentes a otros gerentes, clientes, proveedores o incluso a tu propio jefe.

La gente siempre respeta a un líder que lucha por su gente.

2. Reflexiona

La autoconciencia y la autorreflexión son los espejos que usa un líder para ver a través de los ojos de su gente y adaptarse a la realidad.

Un líder improvisado y obstinado que ni siquiera puede considerar que puede estar equivocado o su ego no le permite admitir sus errores, no se ganará el respeto necesario para obtener lo mejor de su equipo.

La reflexión y la humildad son la antesala de la adaptación.

“La autorreflexión es la escuela de la sabiduría ". - Baltasar Gracián

3. Edúcate continuamente

Un buen jefe siempre está aprendiendo.

Aquel que cree que ya lo sabe todo, no sabe nada. Una combinación de ego y pereza hace que las personas piensen que no necesitan seguir aprendiendo.

Un buen líder sabe que siempre puede mejorar y que cualquier persona puede enseñarle; el conocimiento puede venir de cualquier parte, especialmente dentro de su organización.

Los buenos jefes evitan cometer errores especialmente leyendo sobre los errores de otros; se vuelven más sabios al consumir las experiencias de los demás.

El conocimiento, a través de la educación, ya sea informal o formal, sucede la mayoría de las veces, cuando nadie nos ve.

4. Sé congruente en todo momento

El carácter de una persona es una característica ambigua. La gente puede sentir el carácter pero no lo puede ver. Pueden sentir cuando alguien es quien dice ser. Esto se logra cuando hay armonía con lo que uno; piensa, siente, dice y hace. La gente entiende entonces que puede contar contigo en cualquier momento.

La confianza puede tardar años en construirse y segundos en destruirse, por lo que ser digno de confianza en todo momento es un gran atributo de cualquier persona y un valor agregado para el líder.

“Preocúpate más por tu carácter que por tu reputación, porque tu carácter es lo que realmente eres, mientras que tu reputación es simplemente lo que otros piensan que eres... la verdadera prueba del carácter de un hombre es lo que hace cuando nadie está viendo”. - John Wooden

5. Cuídate a ti mismo

No es que todos tengamos que ser fanáticos del “fitness”, pero un buen jefe se respeta a sí mismo lo suficiente como para cuidar el templo en el que reside su liderazgo.

Esta es una forma de predicar con el ejemplo. Si un jefe no se preocupa por sí mismo, ¿qué tan seguro puede estar un seguidor de que su líder se preocuparía por ellos?

Un buen jefe sabe que sólo puede acercar a gente que se identifique y comparta cierta parte de su visión. Entonces si quieres a los mejores e inspirar a que sean lo más que puedan ser, debes ser el mejor y exigirte a ti de la misma forma.

“Si no puedes liderarte a ti mismo, ¿cómo puedes liderar a otros? Antes de liderar a otros, tienes que liderarte a ti mismo primero”. - Debasish Mridha

6. Cuida lo que dices

Los mejores líderes y jefes forman a la gente en todo momento. Se involucran en críticas constructivas sólo de ser necesario, pero no en chismes. Cuando un líder se involucra en dimes y diretes, se ve obligando a mantener dos caras con su equipo y eso no es la mejor forma de guiar ningún proyecto.

Los buenos jefes animan a todos los que pueden. Elevan y construyen las carreras y la vida de los demás. Motivan tanto con sus palabras como con hechos, incluso cuando la gente no se entera.

Por eso

La calidad de persona que la gente ve en ti es solo la punta del iceberg. Todo lo que haces “debajo de la superficie” determina todo lo que realmente eres.

Sólo cuando tienes claro hacia dónde vas, porque haces las cosas y los hábitos y conductas que te acompañarán en el viaje, es cuando tienes una verdadera oportunidad de ser un líder exitoso y hacer que tu influencia se distinga, incluso cuando nadie está viendo…. porque es lo que haces en la oscuridad lo que te pone en el estrellato.

Y ese es un líder que vale la pena seguir.