Para avanzar y sentir progreso, considera un cambio de enfoque respecto a tu esfuerzo y metas.
Es fácil juzgar a aquellos que han tenido éxito o que han logrado un progreso constante. Las personas exitosas eligen sus objetivos con cuidado y adoptan un enfoque extra para progresar. Se centran en pasos accesibles y profundamente prácticos, en lugar de hacer un esfuerzo adicional algunas veces durante año. Logrando un mejor progreso a largo plazo.
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Cada persona que admiras no alcanzó su éxito debido a un movimiento gigante, sino a una serie de acciones consistentes a lo largo del tiempo. El éxito se trata más de resistencia y sostenibilidad. Los mejores “performance” se centran más en el proceso, no sólo en el resultado. El éxito no se trata tanto del rendimiento final, sino de la práctica continua.
La consistencia se trata de construir pequeños hábitos y rituales de empoderamiento. Son los procesos probados por el tiempo los que finalmente se suman. Si deseas progresar adecuadamente (semana a semana, mes a mes y, en última instancia, año a año), evitaras el agotamiento laboral y siempre tendrás suficiente energía y la capacidad mental para seguir adelante.
La mayoría de las personas no siguen la ley de progresión. Crean grandes objetivos y apuntan a progresar o completar sus objetivos en unos pocos pasos difíciles, que pueden resultar contraproducentes.
Un mejor enfoque es centrarse en la práctica (mejoras constantes y cotidianas) en lugar del resultado.
Este enfoque puede garantizar la capacidad de recuperación mental, mejores resultados en casi cualquier esfuerzo y un crecimiento constante en todo lo que persigas; ya sea que desees ser más inteligente acerca de cómo abordar el trabajo, mejorar, o adoptar el aprendizaje permanente, la simple ley de progresión puede ayudarte a llegar a tu destino de la mejor manera posible.
El principio de progresión también puede valorar el proceso tanto como el resultado final: si disfrutas del proceso, es más probable que lo cumplas, lo que en última instancia puede ayudarte a lograr tus resultados finales.
Cuando haces algo paso a paso, eres más intencional. Se siente menos intimidante y es más manejable. Puede parecer menos emocionante que perseguir una gran victoria, pero tus resultados serán más fuertes y más sostenibles. Todo lo que elijas hacer se sentirá más gratificante cuando aceptes el poder del proceso incremental.
Peter Drucker, uno de los pensadores más influyentes en la gestión, dijo una vez: “La gente a menudo sobreestima lo que puede lograr en un año. Pero subestiman enormemente lo que podrían lograr en cinco años".
Es mejor dar muchos pasos pequeños en la dirección correcta que dar un gran paso en la dirección equivocada.
La consistencia es la diferencia entre progresar y postergar.
Si has estado luchando con la consistencia, en hacer dieta, hacer ejercicio, meditar, lo que sea, supongo que probablemente te estés enfocando demasiado en la intensidad, en dar un gran paso a la vez. La verdad es que la intensidad no es sostenible: tu cuerpo se defiende al final y el progreso sufre.
Si deseas ser el tipo de persona que progresa de manera constante, no intentes mejorar o cambiar todo a la vez; en última instancia, no mejorará nada. En cambio, concéntrate en las pequeñas acciones que pueden tener el mayor impacto. Haz pequeños progresos constantes que puedas sostener.
“La cuestión es que el progreso diario incremental (negativo o positivo) es lo que realmente causa la transformación. Un goteo figurativo, goteo, goteo. Apareciendo, todos los días, ganando fuerza, organizando a largo plazo, creando conexiones, estableciendo un camino: este trabajo sutil pero difícil es cómo cambia la cultura” Seth Godin.
David Martínez. RMR Consultores
david@rmr.mx
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