/ jueves 4 de octubre de 2018

El faro | Es el proceso no el resultado

No es lo que sabes, es cómo piensas, comprender nuestra mente y entender nuestros patrones es el primer paso hacia la verdadera sabiduría. Cómo pensamos afecta todo, desde nuestra capacidad para resolver problemas hasta cómo entendemos el significado, el valor y el propósito de una tarea.

La información por sí sola no mejora nuestra forma de pensar y atender los problemas, hay que entender y actualizar la forma en que nuestras mentes procesan esta información. Nuestras actividades son mermadas ya que nos enfocamos en el resultado y descuidamos el proceso.

Con el tiempo, comenzamos a canalizar energía y recursos específicamente a la finalidad y descuidamos las acciones y patrones utilizados para alcanzar esta meta. Estos patrones, si se llevan a cabo a conciencia se pueden reutilizar en el futuro eficientando el proceso. Cuanto más diversos sean nuestros patrones de pensamiento entrenados, más amplio el espectro para la obtención del éxito, sin embargo, se ocupa poner mayor atención al proceso y obtener el mayor provecho a cada etapa.

Debido a que nuestros hábitos de pensamiento surgen y se forman de las experiencias que vivimos, la única forma de diversificarlos es buscar encuentros nuevos y retadores. Es por eso la importancia de no descuidar el proceso y darle la misma importancia o incluso mayor que al resultado.

Fuera de las circunstancias externas extremas, cada vez que luchamos por resolver un problema o que carecemos de sentido y satisfacción, se debe a que hemos descuidado el proceso mediante el cual decidimos avanzar. En su lugar, tenemos la idea y la visión fija en el resultado esperado minimizando la oportunidad de ajustes y mejoras del problema en cuestión.

Esta una discusión permanente acerca de a que debemos atribuirle mayor importancia, de si a los resultados o al proceso. ¿Por qué es importante atender y vivir el proceso y no sólo estar a la expectativa de un resultado? Porque si no lo haces te perderías de grandiosas enseñanzas y lecciones que solo se asimilan durante el proceso y de no hacerlo probablemente alguien más te superará en este negocio tan competitivo.

Viviendo el proceso comenzarás a encontrar tu éxito, trabajando más inteligente y más duro que todos los demás. Nunca dejaras ir una oportunidad debido al desarrollo y sensibilidad obtenida al estar consciente durante el proceso.

Tener metas es tener un propósito, y levantarse cada día para alcanzarlos es lo que nos dirige para evitar decir ¿Cómo carajo llegue aquí?, pero también a la hora de colocarte metas pregúntate no sólo lo que quieres, si no, si estás dispuesto a vivir el proceso, los desafíos y los sacrificios a pasar para obtener lo que deseas.

Establece tus metas altas y no te vendas corto. Disminuye los plazos de tus metas. Puedes alcanzar tus metas más rápido. Sólo necesitas tomar la cantidad correcta de acciones durante el proceso.

En el mundo laboral los objetivos son vitales para el funcionamiento de las empresas y organizaciones porque dan una dirección y un propósito. Sin embargo, es muy importante no olvidarse del proceso, del viaje hacia el objetivo, ya que se disfruta la tarea, se vuelve naturalmente interesante y cuando se está enfocado en el proceso existe un compromiso total para alcanzar el objetivo.

Lo más importante que te dejará haber vivido el proceso y los sacrificios en cada etapa son:

  • Conocer tu zona de confort.
  • Identificar tus miedos irracionales.
  • Controlar tu mentalidad y no permitir que sabotee
  • Entender que se tiene la capacidad de lograr siempre más.

Recuerda que una meta orientada a resultados se enfoca en el fin, mientras que una meta orientada al proceso se enfoca en los medios. Enfocarte en el proceso cambia la manera en la que percibes las cosas.

Establecer una meta, y después enfocarte en el proceso hace más placentero el camino hacia lo que deseas lograr, cuando menos lo esperes habrás llegado a tu destino.

Querer el premio, pero no el sacrificio, es una percepción alejada de la realidad, la vida no funciona así.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores en Innovación Disruptiva.

Correo: corporativo@rmr.mx

No es lo que sabes, es cómo piensas, comprender nuestra mente y entender nuestros patrones es el primer paso hacia la verdadera sabiduría. Cómo pensamos afecta todo, desde nuestra capacidad para resolver problemas hasta cómo entendemos el significado, el valor y el propósito de una tarea.

La información por sí sola no mejora nuestra forma de pensar y atender los problemas, hay que entender y actualizar la forma en que nuestras mentes procesan esta información. Nuestras actividades son mermadas ya que nos enfocamos en el resultado y descuidamos el proceso.

Con el tiempo, comenzamos a canalizar energía y recursos específicamente a la finalidad y descuidamos las acciones y patrones utilizados para alcanzar esta meta. Estos patrones, si se llevan a cabo a conciencia se pueden reutilizar en el futuro eficientando el proceso. Cuanto más diversos sean nuestros patrones de pensamiento entrenados, más amplio el espectro para la obtención del éxito, sin embargo, se ocupa poner mayor atención al proceso y obtener el mayor provecho a cada etapa.

Debido a que nuestros hábitos de pensamiento surgen y se forman de las experiencias que vivimos, la única forma de diversificarlos es buscar encuentros nuevos y retadores. Es por eso la importancia de no descuidar el proceso y darle la misma importancia o incluso mayor que al resultado.

Fuera de las circunstancias externas extremas, cada vez que luchamos por resolver un problema o que carecemos de sentido y satisfacción, se debe a que hemos descuidado el proceso mediante el cual decidimos avanzar. En su lugar, tenemos la idea y la visión fija en el resultado esperado minimizando la oportunidad de ajustes y mejoras del problema en cuestión.

Esta una discusión permanente acerca de a que debemos atribuirle mayor importancia, de si a los resultados o al proceso. ¿Por qué es importante atender y vivir el proceso y no sólo estar a la expectativa de un resultado? Porque si no lo haces te perderías de grandiosas enseñanzas y lecciones que solo se asimilan durante el proceso y de no hacerlo probablemente alguien más te superará en este negocio tan competitivo.

Viviendo el proceso comenzarás a encontrar tu éxito, trabajando más inteligente y más duro que todos los demás. Nunca dejaras ir una oportunidad debido al desarrollo y sensibilidad obtenida al estar consciente durante el proceso.

Tener metas es tener un propósito, y levantarse cada día para alcanzarlos es lo que nos dirige para evitar decir ¿Cómo carajo llegue aquí?, pero también a la hora de colocarte metas pregúntate no sólo lo que quieres, si no, si estás dispuesto a vivir el proceso, los desafíos y los sacrificios a pasar para obtener lo que deseas.

Establece tus metas altas y no te vendas corto. Disminuye los plazos de tus metas. Puedes alcanzar tus metas más rápido. Sólo necesitas tomar la cantidad correcta de acciones durante el proceso.

En el mundo laboral los objetivos son vitales para el funcionamiento de las empresas y organizaciones porque dan una dirección y un propósito. Sin embargo, es muy importante no olvidarse del proceso, del viaje hacia el objetivo, ya que se disfruta la tarea, se vuelve naturalmente interesante y cuando se está enfocado en el proceso existe un compromiso total para alcanzar el objetivo.

Lo más importante que te dejará haber vivido el proceso y los sacrificios en cada etapa son:

  • Conocer tu zona de confort.
  • Identificar tus miedos irracionales.
  • Controlar tu mentalidad y no permitir que sabotee
  • Entender que se tiene la capacidad de lograr siempre más.

Recuerda que una meta orientada a resultados se enfoca en el fin, mientras que una meta orientada al proceso se enfoca en los medios. Enfocarte en el proceso cambia la manera en la que percibes las cosas.

Establecer una meta, y después enfocarte en el proceso hace más placentero el camino hacia lo que deseas lograr, cuando menos lo esperes habrás llegado a tu destino.

Querer el premio, pero no el sacrificio, es una percepción alejada de la realidad, la vida no funciona así.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores en Innovación Disruptiva.

Correo: corporativo@rmr.mx