/ jueves 30 de agosto de 2018

El faro | Fuentes y límites de la innovación

Una ciudad innova gracias a la generación de nuevas ideas que surgen de la diversidad de su población y de sus espacios públicos donde la gente creativa puede intercambiar ideas y proyectos. La innovación florece por lo regular en donde se glorifica más el talento que el dinero.

No importa si estamos hablando de una StartUp, una Pyme, una empresa o una nación al final del día todas tienen que innovar sus productos-servicios o cuando menos intentar hacerlo.

El secreto de la innovación no tiene nada que ver con el Gobierno, ni con los incentivos económicos, ni con parques tecnológicos o científicos, con nada de eso, que muchas veces es una pérdida de dinero.

Ecosistemas que fomentan la innovación son aquellos que propician una constante combinación y recombinación de la población en general.

El secreto de la innovación es la diversidad de gente, apertura mental y mentes creativas. La innovación nace de la gente con adoración al culto de lo diferente, más la investigación y el desarrollo. Esta gente creativa se reúne en lugares donde se les deje trabajar fuera de las reglas tradicionales, de la burocracia y corporaciones convencionales. Donde se les otorgue capital de riesgo y no de deuda.

La innovación florece de las artes, de las nuevas expresiones musicales, de donde exista la aceptación social en todas sus modalidades, donde haya buena y variada cocina, es decir, las mentes creativas son atraídas por el ambiente de aceptación a la diversidad étnica, cultural y hasta sexual, siendo el factor número uno la gente.

Los grandes genios individuales son un mito, la creatividad es un proceso social. Lo que genera creatividad es la presencia de otra gente creativa.

Es necesario que los líderes y tomadores de decisiones de nuestro país creen una cultura que favorezca la innovación. La sociedad mexicana necesita aprender a no tener miedo a innovar, no tener miedo a que su gente participe y no tener miedo a arriesgarse. Es necesario y preciso crear sistemas legales y económicos más tolerantes con el fracaso empresarial.

Lo bueno es que ya hay lugares en el mundo con grandes reservas de mentes creativas, esencia para las sociedades innovadoras y por ende mejor calidad en los sistemas de los países.

Estamos en una etapa extraordinaria de avance científico y tecnológico. Según los últimos estudios, en la próxima década veremos inventos tecnológicos más revolucionarios que todos los que ha producido la humanidad desde la invención de la rueda, allá por el año 1300 a.C., inventos y avances que vendrán a cambiar nuestras vidas como lo hizo el Internet. De hecho, algunos ya existen y se han venido desarrollando desde hace algunos años atrás, el problema es que no están en el mercado porque existen límites que frenan la innovación científica y tecnológica, limites como barreras legales, invasión a la privacidad o definición de responsabilidades y competencias, entre otros más.

Por mencionar ejemplos: impresoras 3D, que pueden reproducir zapatos, partes de automóviles, joyas, entre otras cosas más, traerá consigo una nueva revolución industrial; Robots, que se convertirán en nuestros asistentes, compañeros, guardaespaldas y hasta servidores sexuales; Automóviles sin conductor, que permitirán que podamos trabajar, leer o dormir mientras el automóvil nos traslada a nuestro destino; Glasses (anteojos), que permitirán ver en el cristal de las gafas, por ejemplo, un plato de comida y cuántas calorías tiene cada alimento; Drones comerciales, aviones no tripulados que vendrán a revolucionar la industria del transporte; Camas inteligentes, que registrarán la respiración, movimientos y cuántas veces despertamos cuando dormimos a través de sensores, para después enviar e-mail con sugerencias para dormir mejor.

Los límites, desafíos y dificultades de innovar están a punto de superarse, de ser así, los países más hábiles para adecuar su legislación vigente y ordenar todos estos temas inconclusos serán punta de lanza en muchos sectores económicos.

Latinoamérica cuenta con ciudades vibrantes llenas de gente creativa espacios con la posibilidad de transformar e incrementar la creatividad en innovación, trayendo consigo el desarrollo científico-tecnológico, el mejoramiento de calidad en los sistemas y la productividad general de su país.

David Martínez Aguirre. CEO RMR Innovación Disruptiva.

david@rmr.mx

Una ciudad innova gracias a la generación de nuevas ideas que surgen de la diversidad de su población y de sus espacios públicos donde la gente creativa puede intercambiar ideas y proyectos. La innovación florece por lo regular en donde se glorifica más el talento que el dinero.

No importa si estamos hablando de una StartUp, una Pyme, una empresa o una nación al final del día todas tienen que innovar sus productos-servicios o cuando menos intentar hacerlo.

El secreto de la innovación no tiene nada que ver con el Gobierno, ni con los incentivos económicos, ni con parques tecnológicos o científicos, con nada de eso, que muchas veces es una pérdida de dinero.

Ecosistemas que fomentan la innovación son aquellos que propician una constante combinación y recombinación de la población en general.

El secreto de la innovación es la diversidad de gente, apertura mental y mentes creativas. La innovación nace de la gente con adoración al culto de lo diferente, más la investigación y el desarrollo. Esta gente creativa se reúne en lugares donde se les deje trabajar fuera de las reglas tradicionales, de la burocracia y corporaciones convencionales. Donde se les otorgue capital de riesgo y no de deuda.

La innovación florece de las artes, de las nuevas expresiones musicales, de donde exista la aceptación social en todas sus modalidades, donde haya buena y variada cocina, es decir, las mentes creativas son atraídas por el ambiente de aceptación a la diversidad étnica, cultural y hasta sexual, siendo el factor número uno la gente.

Los grandes genios individuales son un mito, la creatividad es un proceso social. Lo que genera creatividad es la presencia de otra gente creativa.

Es necesario que los líderes y tomadores de decisiones de nuestro país creen una cultura que favorezca la innovación. La sociedad mexicana necesita aprender a no tener miedo a innovar, no tener miedo a que su gente participe y no tener miedo a arriesgarse. Es necesario y preciso crear sistemas legales y económicos más tolerantes con el fracaso empresarial.

Lo bueno es que ya hay lugares en el mundo con grandes reservas de mentes creativas, esencia para las sociedades innovadoras y por ende mejor calidad en los sistemas de los países.

Estamos en una etapa extraordinaria de avance científico y tecnológico. Según los últimos estudios, en la próxima década veremos inventos tecnológicos más revolucionarios que todos los que ha producido la humanidad desde la invención de la rueda, allá por el año 1300 a.C., inventos y avances que vendrán a cambiar nuestras vidas como lo hizo el Internet. De hecho, algunos ya existen y se han venido desarrollando desde hace algunos años atrás, el problema es que no están en el mercado porque existen límites que frenan la innovación científica y tecnológica, limites como barreras legales, invasión a la privacidad o definición de responsabilidades y competencias, entre otros más.

Por mencionar ejemplos: impresoras 3D, que pueden reproducir zapatos, partes de automóviles, joyas, entre otras cosas más, traerá consigo una nueva revolución industrial; Robots, que se convertirán en nuestros asistentes, compañeros, guardaespaldas y hasta servidores sexuales; Automóviles sin conductor, que permitirán que podamos trabajar, leer o dormir mientras el automóvil nos traslada a nuestro destino; Glasses (anteojos), que permitirán ver en el cristal de las gafas, por ejemplo, un plato de comida y cuántas calorías tiene cada alimento; Drones comerciales, aviones no tripulados que vendrán a revolucionar la industria del transporte; Camas inteligentes, que registrarán la respiración, movimientos y cuántas veces despertamos cuando dormimos a través de sensores, para después enviar e-mail con sugerencias para dormir mejor.

Los límites, desafíos y dificultades de innovar están a punto de superarse, de ser así, los países más hábiles para adecuar su legislación vigente y ordenar todos estos temas inconclusos serán punta de lanza en muchos sectores económicos.

Latinoamérica cuenta con ciudades vibrantes llenas de gente creativa espacios con la posibilidad de transformar e incrementar la creatividad en innovación, trayendo consigo el desarrollo científico-tecnológico, el mejoramiento de calidad en los sistemas y la productividad general de su país.

David Martínez Aguirre. CEO RMR Innovación Disruptiva.

david@rmr.mx