Se dice que “es más oscuro antes del amanecer.”
¿Es esto siempre cierto? ¿Tiene que haber un período oscuro antes de que llegue la prosperidad? ¿Y la prosperidad sigue siempre a la oscuridad?
Independientemente de cómo suceda, los sistemas de creencias no tienen que ser necesariamente ciertos. Tienen que ser útiles. Al menos, tienen que ser útiles y ayudarnos en obtener lo que deseamos.
Estamos atravesando una pandemia mundial en este momento. Los casos aún están aumentando, las perspectivas económicas parecen sombrías y no hay nada más que incertidumbre de cara para este primer semestre del año. Luego, tenemos la política y las elecciones más grandes en la historia del país. Además de eso, tenemos medios de comunicación empeñados en exacerbar los problemas tanto como sea posible.
¿Qué deberíamos hacer personalmente? ¿A quién deberíamos creer? ¿Deberíamos creer que estamos peor o que nos acercamos a un nuevo amanecer?
Posibles escenarios disruptivos
Después de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de la gripe española, entramos en un período de prosperidad económica y cultural llamado los “rugientes años 20”. Después de haber pasado por un período tan trágico, la gente estaba lista para vivir de nuevo. Y después del peligro económico causado por la guerra, la economía también estaba lista para recuperarse.
Una vez que nuestra pandemia termine (terminará en algún momento), prepárense porque sucederá lo mismo. Entraremos en un período en el que un determinado sector de la población vivirá la mejor década de todos los tiempos.
¿Qué evidencia respalda esto?
Observemos las tendencias en la sociedad. Antes de la pandemia, durante la pandemia, ahora en la etapa de la vacunación. Siempre hay tendencias que favorecen a cierto tipo de personas.
Si estás en este grupo de personas, vivirás una década increíble porque estarás en condiciones de aprovechar las nuevas oportunidades:
Descentralización: los “guardianes” ya no pueden controlar todo el poder de la sociedad. Las barreras de entrada en tantos campos son inexistentes. Con nada más que una computadora portátil o un teléfono inteligente, podemos ser el propietario de nuestra propia empresa.
Conectividad: ahora tenemos acceso a casi cualquier persona del mundo. En todo caso, la pandemia aceleró el avance de ideas como el trabajo remoto, la economía disruptiva y el nuevo empleado-emprendedor que tiene contratos con muchas empresas. La descentralización más la conectividad significa más autonomía para las personas.
Información: podemos aprender a hacer casi cualquier cosa en estos días. Sí, podemos crear nuestra propia educación y autoirigirla a cualquier competencia, mostrar ese conocimiento y capacidad de alguna manera utilizando la tecnología y conectarnos con las personas adecuadas, podemos construir nuestro propio mini-imperio.
Recordemos que la sociedad se dividirá en dos bandos: hiperoptimista, conocedores de la tecnología y autodirigidos frente a hiperpesimistas, esclavos de la tecnología e individuos dependientes.
Todos se beneficiarán de los avances que logremos en la próxima década, pero sólo un lado se dará cuenta. Todo saldrá bien. En comparación con las generaciones anteriores, nosotros seremos la generación “todo incluido”.
Infortunadamente, habrá algunas personas que experimenten crisis mentales, ansiedad y niveles importantes de estrés durante la época más próspera de la historia de la humanidad porque los medios de comunicación, los políticos y la cultura pesimista en su conjunto han impactado de esa manera. Pero, hay muchos de nosotros que somos optimistas sobre el futuro. Depende de nosotros predicar con el ejemplo. Usemos el momento presente, la próxima semana, el resto del año, 2021, el resto de la década y el resto de nuestras vidas para mostrarle a otras personas cómo se hace.
No seamos parte de la sociedad que acaba con el sinsentido pesimismo de la cultura de la indignación. Estamos listos para tomar el control no solo del discurso, sino de nuestras propias vidas. La responsabilidad personal está resurgiendo y la tecnología está acelerando el proceso.
Muchos de nosotros hemos pasado el último año no sólo lidiando con el momento presente, sino mejorándonos, creciendo y adaptándonos. Cuando las condiciones vuelvan a la normalidad, ya tendremos el impulso. La edad de oro está sobre nosotros.
No hay límites en lo que somos capaces de hacer con nuestras vidas. Solía ser, pero hoy ya no. Sintámonos afortunados de vivir en un mundo libre de “guardianes” donde tenemos tanto acceso a la educación, la tecnología y otras personas que nuestros límites y opresión son casi y completamente psicológicos.
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Ahora es nuestro momento. Demostremos a todos de lo que somos posibles.
