/ jueves 19 de diciembre de 2019

El faro | ¿La impresión ha muerto?

La transición de las revistas a lo digital

En los últimos años, varios medios de comunicación han renunciado a sus publicaciones impresas a favor de ir exclusivamente en línea, algunas de las más conocidas son; ESPN The Magazine, The New York Observer, Glamour y Seventeen.

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A pesar de estos cambios, aún no se puede asegurar si realmente se ha perdido o ganado con la implementación de estas estrategias. Alejarse del papel y la tinta para sólo existir online pudiera sugerir que aquellas publicaciones que han finalizado sus ediciones impresas están sacrificando en valiosa medida el compromiso e interacción con sus lectores, en otras palabras, el tiempo (engagement).

Un estudio realizado (Journalism Practice) específicamente a NME, la popular revista de música británica también conocida como New Musical Express que tenía una circulación de alrededor de 300,000 cuando su producto impreso se descontinuó en marzo de 2018 estimaron que la cantidad de tiempo que los lectores dedicaron a interactuar con NME se redujo en un asombroso 72% en el año posterior al cierre de la revista. Eso equivale a una pérdida de 307 millones de minutos de interacción en comparación con el último año que NME se imprimió, cuando los lectores pasaron 424 millones de minutos con la publicación, (datos de Comscore y de la Compañía de Medición de Audiencias de Editores del Reino Unido).

Curiosamente, el estudio también encontró que el número de lectores netos semanales y mensuales de NME creció en el año posterior al abandono de la revista impresa. Pero el aumento del tráfico no siempre es una medida de mayor atención o compromiso profundo, según los autores del estudio, Neil Thurman, profesor de comunicación de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, y Richard Fletcher, investigador principal del Instituto Reuters para el Estudio de periodismo en la Universidad de Oxford.

Los lectores en línea pasan un promedio de aproximadamente tres minutos al mes con la publicación, mientras que los lectores impresos pasan un promedio de aproximadamente media hora a la semana con las publicaciones (revista). Es correcto que sin la existencia de las revistas impresas se reducen los costos, pero gran parte de la atención que antes se disfrutaba simplemente disminuye o desaparece.

El mismo estudio compartió hallazgos similares del periódico británico “The Independent” cuando informaron que los lectores pasaron mucho menos tiempo después de que dejó de publicarse diariamente en marzo de 2016.

A medida que mantener una publicación impresa se vuelve cada vez más insostenible, cada vez más periódicos y revistas se verán obligados a ir sólo en línea. Quizá los tomadores de decisión busquen explicar que la reducción del alcance en la impresión es subsanada en el aumento de seguidores y consumidores en línea. Pero algo más se puede perder en el proceso de cambiar del papel a sólo píxeles. El nivel de atención y frecuencia que la impresión atrae a los lectores, genera lecturas de nivel y profundas. El peligro es que, cuando las publicaciones dejen de imprimirse, veremos grandes reducciones en el tiempo dedicado al consumo de noticias de calidad, lo que podría tener profundas consecuencias para la sociedad.



Si los Millennials mataron a la impresión, ¿la Gen Z la revivirá?




David Martínez Aguirre. RMR Consultores.

#InnovaciónDisruptiva

david@rmr.mx

La transición de las revistas a lo digital

En los últimos años, varios medios de comunicación han renunciado a sus publicaciones impresas a favor de ir exclusivamente en línea, algunas de las más conocidas son; ESPN The Magazine, The New York Observer, Glamour y Seventeen.

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A pesar de estos cambios, aún no se puede asegurar si realmente se ha perdido o ganado con la implementación de estas estrategias. Alejarse del papel y la tinta para sólo existir online pudiera sugerir que aquellas publicaciones que han finalizado sus ediciones impresas están sacrificando en valiosa medida el compromiso e interacción con sus lectores, en otras palabras, el tiempo (engagement).

Un estudio realizado (Journalism Practice) específicamente a NME, la popular revista de música británica también conocida como New Musical Express que tenía una circulación de alrededor de 300,000 cuando su producto impreso se descontinuó en marzo de 2018 estimaron que la cantidad de tiempo que los lectores dedicaron a interactuar con NME se redujo en un asombroso 72% en el año posterior al cierre de la revista. Eso equivale a una pérdida de 307 millones de minutos de interacción en comparación con el último año que NME se imprimió, cuando los lectores pasaron 424 millones de minutos con la publicación, (datos de Comscore y de la Compañía de Medición de Audiencias de Editores del Reino Unido).

Curiosamente, el estudio también encontró que el número de lectores netos semanales y mensuales de NME creció en el año posterior al abandono de la revista impresa. Pero el aumento del tráfico no siempre es una medida de mayor atención o compromiso profundo, según los autores del estudio, Neil Thurman, profesor de comunicación de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, y Richard Fletcher, investigador principal del Instituto Reuters para el Estudio de periodismo en la Universidad de Oxford.

Los lectores en línea pasan un promedio de aproximadamente tres minutos al mes con la publicación, mientras que los lectores impresos pasan un promedio de aproximadamente media hora a la semana con las publicaciones (revista). Es correcto que sin la existencia de las revistas impresas se reducen los costos, pero gran parte de la atención que antes se disfrutaba simplemente disminuye o desaparece.

El mismo estudio compartió hallazgos similares del periódico británico “The Independent” cuando informaron que los lectores pasaron mucho menos tiempo después de que dejó de publicarse diariamente en marzo de 2016.

A medida que mantener una publicación impresa se vuelve cada vez más insostenible, cada vez más periódicos y revistas se verán obligados a ir sólo en línea. Quizá los tomadores de decisión busquen explicar que la reducción del alcance en la impresión es subsanada en el aumento de seguidores y consumidores en línea. Pero algo más se puede perder en el proceso de cambiar del papel a sólo píxeles. El nivel de atención y frecuencia que la impresión atrae a los lectores, genera lecturas de nivel y profundas. El peligro es que, cuando las publicaciones dejen de imprimirse, veremos grandes reducciones en el tiempo dedicado al consumo de noticias de calidad, lo que podría tener profundas consecuencias para la sociedad.



Si los Millennials mataron a la impresión, ¿la Gen Z la revivirá?




David Martínez Aguirre. RMR Consultores.

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