Cuando miramos hacia atrás a los primeros meses de 2020, una cosa está muy clara: las empresas aprendieron cómo hacer de la velocidad su amigo.
Esto se debe a que la crisis de Covid-19 se ha convertido en un punto muerto para el negocio habitual y en una plataforma de lanzamiento para que las empresas tomen decisiones de todo tipo a la velocidad de la luz. Durante los últimos nueve meses, las organizaciones han trasladado a miles de empleados de la oficina al hogar, han renovado las cadenas de suministro para satisfacer la demanda de los clientes y han establecido canales de comercio electrónico completamente nuevos para hacer negocios de una manera más inteligente y sostenible.
Y aunque la pandemia está lejos de terminar, la crisis ha sido una clase magistral de adaptabilidad, enseñándoles a las empresas que son capaces de operar de formas que eran casi inimaginables hace apenas un año. Las lecciones no han sido fáciles. Millones de personas siguen desempleadas y los economistas estiman que miles de pequeñas empresas han cerrado sus puertas de forma permanente. Pero la pandemia también está demostrando que algo bueno puede salir incluso de las peores circunstancias. Estas son algunas de las lecciones más importantes que las empresas ya están aprendiendo de Covid-19:
Rápido es posible
Uno de los resultados más sorprendentes de la pandemia es la rapidez con la que se pueden hacer las cosas. Las empresas con una fuerza laboral enorme y dispersa descubrieron que podían enviar a los empleados a casa y equiparlos con la tecnología necesaria para trabajar de forma remota casi de la noche a la mañana. Las decisiones sobre las necesidades de la cadena de suministro, las inversiones en tecnología digital y el giro hacia las plataformas de comercio electrónico se tomaron sin mucho desgaste o debate. Los problemas que antes hubieran tardado meses o incluso años en resolverse, se decidieron de repente y se implementaron.
En ninguna parte se vio esto con mayor claridad que en las pequeñas empresas. Los minoristas tradicionales que se mostraban reacios a vender en línea aprendieron rápidamente cómo cambiar a los canales de comercio electrónico. De hecho, la pandemia ha acelerado el cambio de las tiendas físicas a las compras digitales en aproximadamente cinco años. A largo plazo, esto hará que las pequeñas empresas sean más sostenibles porque están ampliando enormemente su base de clientes.
La empatía es una habilidad de liderazgo
La pandemia ha tenido un costo en la salud mental y emocional de los empleados. Las empresas más inteligentes están abordando estas consecuencias al hablar abierta y sinceramente sobre los recursos que tienen para ofrecer a los trabajadores y cómo las personas pueden ayudarse a sí mismas. Parte de esta nueva forma de pensar sobre el bienestar de los empleados se conecta directamente con los líderes y cómo han estado respondiendo durante esta crisis.
La pandemia ha marcado el comienzo de una nueva era de empatía y humanidad entre los líderes empresariales. Los equipos ejecutivos aparecen en videoconferencias con autenticidad y vulnerabilidad, que son exactamente las características que la gente está viviendo y que necesita de los negocios en este momento.
Trabajos a distancia funciona
Antes de Covid-19, el debate sobre el trabajo remoto había estado sucediendo durante años. Luego, en un instante, la pandemia aceleró esta conversación y la hizo avanzar más allá de lo que cualquiera pensaría posible. Las grandes empresas heredadas de todos los sectores operan de forma remota, algunas con cientos de miles de empleados trabajando desde casa en todos los rincones del mundo - IBM envió a 350.000 empleados en 195 países a casa, Bank of America y Wells Fargo enviaron cada uno a más de 150.000 empleados a casa para trabajar de forma remota. - después de esta pandemia, la mayoría de los empleados trabajarán permanentemente de forma remota. La centralidad en la oficina ha terminado.
Comunica más, no menos
Una de las consecuencias no deseadas del trabajo remoto es un sentimiento de aislamiento y preocupación que puede surgir entre los empleados que trabajan desde casa. Superar eso requiere una comunicación consistente y transparente. Es importante, aumentar drásticamente la frecuencia de la comunicación, pero también ser muy directos. Compartir lo que sabemos, lo que no sabemos y lo que se puede esperar de nosotros y cuándo lo pueden esperar de nosotros.
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Sin duda, las lecciones derivadas de la pandemia continuarán desarrollándose. Las empresas inteligentes tomarán estas enseñanzas y las aplicarán, incluso si eso significa operar de formas nuevas y diferentes. Las cosas difíciles te hacen más fuerte, y ahora mismo, ese es el caso de muchas empresas.
