/ jueves 22 de abril de 2021

El faro | No construyas un muro. Coloca un ladrillo

La vida como la conocemos está en constante cambio, la longevidad de los seres humanos se amplía cada vez más, la duración de los matrimonios, el periodo de estudio, la pertenencia en empleos y hasta los retiros y jubilaciones… todo ha cambiado. Las décadas ya no son las mismas para la sociedad, ¿quién es viejo ahora? ¿Qué criterios determinan la vejez? ¿Sigue existiendo la crisis de los treinta años y la mediana edad?

Independientemente de la etapa en la que nos encontremos, todos somos sujetos a dudar, a disminuir nuestro ritmo e incluso a bajar nuestra calidad de vida. La mayoría de las veces por la demandante y exigente, apremiante y necesaria toma de decisiones, ya sea que nos encontremos en la etapa de conseguir nuestro primer empleo, de elegir a nuestra pareja de vida, decidir el plan de retiro, nombre de nuestros hijos o lo que se les ocurra.

Siempre hay mucho que hacer: trabajo, relaciones, familia, quehaceres, administración general de la vida. Lo que sí es importante, es evitar el estancamiento y esa famosa rueda de hámster que nunca lleva a ningún lado.

¿Qué nos puede traer esto?

El agotamiento puede ser difícil de detectar porque comienza lentamente y se presenta de la misma manera que los síntomas de depresión leve a moderada que, si no se controlan, pueden transformarse en problemas clínicos graves.

Burnout es el término comúnmente utilizado para describir el estrés laboral crónico, pero se puede aplicar a la vida, en general. Por lo tanto, es importante mantenerse atento a medida que se acumulan los años, las experiencias y los traumas.

Estos son los signos clave del agotamiento que se manifiestan en las diferentes etapas de cualquier ser humano.

1. Agotamiento físico y mental

Muchas personas se frustran al alcanzar la cima de sus carreras profesionales al mismo tiempo que crían a sus hijos y cuidan de sus padres ancianos. Las incesantes demandas y preocupaciones que vienen de todos los ángulos, junto con la igualdad de sus días y el poco tiempo para divertirse, a menudo causan sueño errático, problemas de concentración, sensación de desánimo, más ansiedad y un sentido de "pérdida". Físicamente, puede haber problemas de estómago, dolores de cabeza y dolores y molestias inexplicables. Las personas a menudo explican esto como "envejecer", pero a menudo es la consecuencia de todo el estrés al que están sometidos.

2. Sentirse cínico sobre el trabajo y las relaciones

El agotamiento, como la depresión, influye negativamente en nuestra visión de nosotros mismos, de nuestra gente y de nuestro futuro. Y eso puede llevarnos a ver lo peor en nuestras parejas, familiares, amigos cercanos y las personas con las que trabajamos. Y una vez que adquirimos el hábito de ver las desventajas, es difícil ver otra cosa.

3. Sentir que no estás haciendo nada bien

Un sentimiento de inutilidad se apodera cuando nos damos cuenta de que no tenemos el tiempo o el espacio mental para pensar para qué estamos haciendo todo esto y cuál podría ser nuestro próximo paso.

¿Qué podemos hacer?

1. Prestar atención y tomarse un “break”

El burnout no es una broma. Es la señal más clara de que estás urgido por un descanso físico y mental. Si puedes, tomate un descanso de inmediato.

2. Administración de tiempo, conoce el límite

Haz un inventario de tu horario y luego elimina sin piedad todo lo que sea innecesario y establece algunos límites en torno a todas las demandas de tu tiempo.

3. Dedica tiempo exclusivamente para ti

Esto puede resultar particularmente difícil para las personas que no tienen tiempo libre. Pero si no haces nada por ti mismo, estarás resentido en un futuro. No es necesario que tengas mucho tiempo “para ti” para sentirte mejor, solo un par de espacios regulares en los que puedes hacer algo que te gusta y disfrutar.

4. Emociónate

No te obligues a sentirte feliz, así no funciona. Sólo encuentra una pequeña cosa (legal) que te emocione un poco y hazlo. Puede ser algo que no has hecho durante un tiempo, o puede ser un viraje en una nueva dirección. Pero lo que se busca es ese sentimiento de emoción genuina y lo que conlleva.

Es cuando nos enfrentamos cara a cara con las elecciones de vida que hemos tomado, y las consecuencias, y comenzamos a ver la vida como finita.

La vida como la conocemos está en constante cambio, la longevidad de los seres humanos se amplía cada vez más, la duración de los matrimonios, el periodo de estudio, la pertenencia en empleos y hasta los retiros y jubilaciones… todo ha cambiado. Las décadas ya no son las mismas para la sociedad, ¿quién es viejo ahora? ¿Qué criterios determinan la vejez? ¿Sigue existiendo la crisis de los treinta años y la mediana edad?

Independientemente de la etapa en la que nos encontremos, todos somos sujetos a dudar, a disminuir nuestro ritmo e incluso a bajar nuestra calidad de vida. La mayoría de las veces por la demandante y exigente, apremiante y necesaria toma de decisiones, ya sea que nos encontremos en la etapa de conseguir nuestro primer empleo, de elegir a nuestra pareja de vida, decidir el plan de retiro, nombre de nuestros hijos o lo que se les ocurra.

Siempre hay mucho que hacer: trabajo, relaciones, familia, quehaceres, administración general de la vida. Lo que sí es importante, es evitar el estancamiento y esa famosa rueda de hámster que nunca lleva a ningún lado.

¿Qué nos puede traer esto?

El agotamiento puede ser difícil de detectar porque comienza lentamente y se presenta de la misma manera que los síntomas de depresión leve a moderada que, si no se controlan, pueden transformarse en problemas clínicos graves.

Burnout es el término comúnmente utilizado para describir el estrés laboral crónico, pero se puede aplicar a la vida, en general. Por lo tanto, es importante mantenerse atento a medida que se acumulan los años, las experiencias y los traumas.

Estos son los signos clave del agotamiento que se manifiestan en las diferentes etapas de cualquier ser humano.

1. Agotamiento físico y mental

Muchas personas se frustran al alcanzar la cima de sus carreras profesionales al mismo tiempo que crían a sus hijos y cuidan de sus padres ancianos. Las incesantes demandas y preocupaciones que vienen de todos los ángulos, junto con la igualdad de sus días y el poco tiempo para divertirse, a menudo causan sueño errático, problemas de concentración, sensación de desánimo, más ansiedad y un sentido de "pérdida". Físicamente, puede haber problemas de estómago, dolores de cabeza y dolores y molestias inexplicables. Las personas a menudo explican esto como "envejecer", pero a menudo es la consecuencia de todo el estrés al que están sometidos.

2. Sentirse cínico sobre el trabajo y las relaciones

El agotamiento, como la depresión, influye negativamente en nuestra visión de nosotros mismos, de nuestra gente y de nuestro futuro. Y eso puede llevarnos a ver lo peor en nuestras parejas, familiares, amigos cercanos y las personas con las que trabajamos. Y una vez que adquirimos el hábito de ver las desventajas, es difícil ver otra cosa.

3. Sentir que no estás haciendo nada bien

Un sentimiento de inutilidad se apodera cuando nos damos cuenta de que no tenemos el tiempo o el espacio mental para pensar para qué estamos haciendo todo esto y cuál podría ser nuestro próximo paso.

¿Qué podemos hacer?

1. Prestar atención y tomarse un “break”

El burnout no es una broma. Es la señal más clara de que estás urgido por un descanso físico y mental. Si puedes, tomate un descanso de inmediato.

2. Administración de tiempo, conoce el límite

Haz un inventario de tu horario y luego elimina sin piedad todo lo que sea innecesario y establece algunos límites en torno a todas las demandas de tu tiempo.

3. Dedica tiempo exclusivamente para ti

Esto puede resultar particularmente difícil para las personas que no tienen tiempo libre. Pero si no haces nada por ti mismo, estarás resentido en un futuro. No es necesario que tengas mucho tiempo “para ti” para sentirte mejor, solo un par de espacios regulares en los que puedes hacer algo que te gusta y disfrutar.

4. Emociónate

No te obligues a sentirte feliz, así no funciona. Sólo encuentra una pequeña cosa (legal) que te emocione un poco y hazlo. Puede ser algo que no has hecho durante un tiempo, o puede ser un viraje en una nueva dirección. Pero lo que se busca es ese sentimiento de emoción genuina y lo que conlleva.

Es cuando nos enfrentamos cara a cara con las elecciones de vida que hemos tomado, y las consecuencias, y comenzamos a ver la vida como finita.