/ jueves 19 de septiembre de 2019

El faro | ¿Por quién debo votar?

El clima político actual ha dejado a muchos políticamente sin hogar.

Muchos votantes en México están absolutamente indignados por las payasadas públicas del Presidente Andrés Manuel López Obrador y proclaman que votarán por absolutamente cualquier otra persona sobre él y sus proyectos. Por otro lado, los fervientes partidarios de AMLO se niegan a reconocer cualquiera de los defectos más terroríficos del Presidente e insisten en que toda la información negativa en los medios sobre él es el resultado de una conspiración neoliberal.

Si no estás totalmente de acuerdo en estas dos posturas extremistas, autodenomínate un votante “swing”.

A la fecha, existen mexicanos que no pueden decir con certeza porqué corriente ideológica y partido político votarán en las elecciones del 2021, o si votarán en lo absoluto. Si no votan, será una nueva victoria para el abstencionismo electoral. No son pocos quienes se han desilusionado con los partidos políticos y detestan a la mayoría de las figuras públicas (candidatos), incluido el Presidente en ejercicio.

Lo más probable es que las razones dadas para votar estén motivadas por el miedo o emociones, en lugar de centrarse en las políticas públicas y la razón, lo que una vez más hará que los votantes indefinidos se retiren de —lo que mejor se puede describir— como un carnaval de vergüenza ideológica y cero profesionalismo.

Ambas posturas están lamentablemente equivocadas en la dirección de su política, y ambas son igualmente culpables al emplear información errónea, trivializar lo trascendental y complicar lo obvio, pero no tiene por qué ser así. Ciertamente, hay figuras públicas (aspirantes) que podrían adoptar una postura socialmente menos extrema que la que suscriben actualmente los “haters” y los seguidores de AMLO.

Una interpretación de este punto de vista se vuelve también un punto toral e importante para para los votantes “swingers”, en nuestro país. Estas dos posturas extremistas mencionadas arrojan como resultado una dicotomía; capitalismo contra socialismo.

¿Quieren ganar los votos “swing”? Entonces entendamos estos dos conceptos y su impacto en la sociedad para las próximas elecciones del 2021.

Como sistema económico, el capitalismo ha permitido innovaciones y mejoras inigualables en la condición humana. Muchos críticos del capitalismo consideran que simplemente ganó la guerra de ideas contra el socialismo, pero esa visión simplista ignora la realidad de que no existe un sistema capitalista puro. Además, la versión actual del capitalismo institucional y el corporativismo en México es un desarrollo relativamente reciente y no es un subproducto natural de la actividad de libre mercado.

El enfoque de la economía mexicana debe ser maximizar el bienestar humano creando las condiciones a través de políticas públicas, sociales economías incluso de libre mercado que lo logren.

El socialismo con sus virtudes y logros, como opción de sistema económico en diferentes naciones, busca la igualdad entre sus ciudadanos en los temas trascendentales como; educación, empleo, economía, entre otros. Sin embargo, también es visto como una causa importante en guerras, genocidios múltiples, tiranos y el exterminio de las libertades personales. El socialismo también ha fallado como modelo económico en muchas ocasiones dejando a muchas naciones lisiadas y desconectadas del resto del mundo. Consideremos por ejemplo algunos casos conocidos de gobiernos socialistas como; la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Revolución cubana, la Guerra civil laosiana, la Guerra civil camboyana y la Guerra civil etíope, sus líderes y figuras de autoridad como Kim Jung-il, Vladimir Lenin, Joseph Stalin, Pol Pot, Che Guevara y Mao Zedong.

Por lo tanto, habrá que identificar la conexión entre el modelo económico, su implementación y el valor que le provee a los mexicanos, mexicanos que no coinciden con las posturas radicales extremistas que se viven en México y que cuentan con capacidad de voto.

En política, buscar la verdad significa ignorar la retórica de la persona y, en cambio, observar que proyectos de ley votan, promueven o patrocinan.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores Innovación Disruptiva.

El clima político actual ha dejado a muchos políticamente sin hogar.

Muchos votantes en México están absolutamente indignados por las payasadas públicas del Presidente Andrés Manuel López Obrador y proclaman que votarán por absolutamente cualquier otra persona sobre él y sus proyectos. Por otro lado, los fervientes partidarios de AMLO se niegan a reconocer cualquiera de los defectos más terroríficos del Presidente e insisten en que toda la información negativa en los medios sobre él es el resultado de una conspiración neoliberal.

Si no estás totalmente de acuerdo en estas dos posturas extremistas, autodenomínate un votante “swing”.

A la fecha, existen mexicanos que no pueden decir con certeza porqué corriente ideológica y partido político votarán en las elecciones del 2021, o si votarán en lo absoluto. Si no votan, será una nueva victoria para el abstencionismo electoral. No son pocos quienes se han desilusionado con los partidos políticos y detestan a la mayoría de las figuras públicas (candidatos), incluido el Presidente en ejercicio.

Lo más probable es que las razones dadas para votar estén motivadas por el miedo o emociones, en lugar de centrarse en las políticas públicas y la razón, lo que una vez más hará que los votantes indefinidos se retiren de —lo que mejor se puede describir— como un carnaval de vergüenza ideológica y cero profesionalismo.

Ambas posturas están lamentablemente equivocadas en la dirección de su política, y ambas son igualmente culpables al emplear información errónea, trivializar lo trascendental y complicar lo obvio, pero no tiene por qué ser así. Ciertamente, hay figuras públicas (aspirantes) que podrían adoptar una postura socialmente menos extrema que la que suscriben actualmente los “haters” y los seguidores de AMLO.

Una interpretación de este punto de vista se vuelve también un punto toral e importante para para los votantes “swingers”, en nuestro país. Estas dos posturas extremistas mencionadas arrojan como resultado una dicotomía; capitalismo contra socialismo.

¿Quieren ganar los votos “swing”? Entonces entendamos estos dos conceptos y su impacto en la sociedad para las próximas elecciones del 2021.

Como sistema económico, el capitalismo ha permitido innovaciones y mejoras inigualables en la condición humana. Muchos críticos del capitalismo consideran que simplemente ganó la guerra de ideas contra el socialismo, pero esa visión simplista ignora la realidad de que no existe un sistema capitalista puro. Además, la versión actual del capitalismo institucional y el corporativismo en México es un desarrollo relativamente reciente y no es un subproducto natural de la actividad de libre mercado.

El enfoque de la economía mexicana debe ser maximizar el bienestar humano creando las condiciones a través de políticas públicas, sociales economías incluso de libre mercado que lo logren.

El socialismo con sus virtudes y logros, como opción de sistema económico en diferentes naciones, busca la igualdad entre sus ciudadanos en los temas trascendentales como; educación, empleo, economía, entre otros. Sin embargo, también es visto como una causa importante en guerras, genocidios múltiples, tiranos y el exterminio de las libertades personales. El socialismo también ha fallado como modelo económico en muchas ocasiones dejando a muchas naciones lisiadas y desconectadas del resto del mundo. Consideremos por ejemplo algunos casos conocidos de gobiernos socialistas como; la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Revolución cubana, la Guerra civil laosiana, la Guerra civil camboyana y la Guerra civil etíope, sus líderes y figuras de autoridad como Kim Jung-il, Vladimir Lenin, Joseph Stalin, Pol Pot, Che Guevara y Mao Zedong.

Por lo tanto, habrá que identificar la conexión entre el modelo económico, su implementación y el valor que le provee a los mexicanos, mexicanos que no coinciden con las posturas radicales extremistas que se viven en México y que cuentan con capacidad de voto.

En política, buscar la verdad significa ignorar la retórica de la persona y, en cambio, observar que proyectos de ley votan, promueven o patrocinan.

David Martínez Aguirre. RMR Consultores Innovación Disruptiva.