Gracias a los lectores de este Podcast Escrito donde el día de hoy, retomaremos las declaraciones de la titular de la CONADE, Ana Guevara y de nuestro Presidente respecto al lugar 65 que obtuvo México en el medallero de los Juegos Olímpicos de París 2024, ambos hablando en direcciones dispares, pero ambos esta vez, con mucha razón.
Asumo que no debe haber sorprendidos, 65 mundial no es un buen resultado, pero es la media a la que aspiramos porque no nos alcanza para más, no por falta de talento, sino de presupuesto y planeación. Ayer dijo el presidente López Obrador que mucha culpa la tienen los gobiernos del pasado, cierto que en todos los temas el presidente culpa siempre al pasado, pero en esta ocasión sí hay mucho de verdad, porque los talentos no se desarrollan en 6 años, muchos países toman a sus talentos deportivos a los 5 o 6 años, esperando que con apoyo y desarrollo a los 14 les entreguen medallas, aquí esto nunca ha pasado.
Ojo también es cierto que en este gobierno, conscientes de la falta de apoyo de los gobiernos del pasado, no hubo una reorganización del deporte de alto rendimiento en el país, no hubo un golpe de timón, ni el inicio de una nueva política simplemente hubo menos presupuesto. Un dato que me parece prudente aportar y que no es para justificar sino para tenerlo en mente, es que de acuerdo al Ranking del PIB Per Cápita de la OCDE México tiene el lugar 66 del mundo, es decir en la relación de cuánto producimos contra cuantos habitantes tenemos somos el 66 del mundo, que curiosamente casi empata con el lugar 65 que nos dio París en desempeño deportivo. No creo que sea casualidad.
Ahora bien en el caso de la titular de CONADE, Ana Guevara severamente criticada, por el resultado en París, pero también por lo que se señaló como falta de apoyos y sobre todo, porque se le fotografió en restaurantes, se hospedó en un hotel lujoso y viajó en primera clase. Al respecto ayer habló a los medios y les dijo: “No tengo codependientes familiares, todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como da mi chingada gana, no tengo marido, ni marida!, ni concubino ni nadie que me exija porque gasto”.
Creo que esto fue prudente, porque siempre es prudente no callar y tomar la narrativa de una historia, sus palabras y su forma de entregar el mensaje, desvía toda la atención del resultado de París y nos centra en su persona y los hechos. No sé si ella hizo bien o no su trabajo, pero sí sé que en este sexenio ningún titular de área de se mandó solo, ni decidió solo sobre presupuestos, ni planes de trabajo.
Los logros en competencias internacionales requieren años de preparación, infraestructura adecuada y programas bien diseñados para identificar y nutrir talentos desde una edad temprana. En México, la falta de inversión y planificación en estas áreas nos ha pasado factura, y es evidente que los pocos éxitos que hemos tenido son producto del esfuerzo individual y no de un sistema robusto.
Ya veremos sí la presidenta electa decide reorganizar nuestra casa, de replantear nuestras prioridades deportivas. Tal vez sea hora de dejar de lado deportes de conjunto, como el fútbol, donde a pesar de una enorme afición y una liga profesional establecida, México nunca ha sido un referente mundial. En su lugar, deberíamos enfocar nuestros esfuerzos en disciplinas donde hemos demostrado tener un gran potencial, como los clavados, el boxeo, la lucha, el tiro con arco, la marcha, la equitación y la halterofilia. Estos deportes han producido grandes talentos a lo largo de la historia, pero han sido desatendidos por un sistema que no les ha dado el apoyo necesario para alcanzar su máximo potencial. Invertir en estas áreas podría no solo mejorar nuestra posición en el medallero, sino también fortalecer el orgullo nacional y demostrar que, con la planificación adecuada, México puede competir al más alto nivel.