Así es, un año del arrollador triunfo de López Obrador y siete meses de un incierto sexenio que aún no da color.
Lo bueno… por supuesto que existen cosas buenas, aunque no palpables, una de ellas es el combate a la corrupción, la insistencia del Presidente en combatir este arraigado mal en la clase política y todo lo que le rodea es algo que debemos de reconocer.
Evitar el crecimiento del sistema burocrático del país creo que es algo que también vale la pena resaltar, aunque esa parte todavía está por verse, pues son cientos o quizá miles de seguidores que están esperando el hueso prometido.
Informar todas las mañanas sobre lo que se hace y no se hace, creo que se debe considerar como bueno, aunque esa parte al final del día tiene sus consecuencias, me refiero a que no precisamente se dice lo que está sucediendo y el hecho de que el Presidente “tiene otros números” no deja contento a muchos.
Otro punto favorable es… es… es…, bueno, creo que por lo pronto aquí la dejo, si en el camino recuerdo algo que valga la pena lo anotaremos.
Lo malo… ufff, voy a comenzar por los programas sociales que eliminó de forma absurda y torpe. Esos programas que según el Presidente estaban llenos de corrupción, sí, corrupción que nunca se conoció y no pudieron demostrarla.
Esas inversiones como la del aeropuerto de Texcoco que también señaló como un foco de corrupción y que no dio un solo dato consistente de ello.
Cosas malas como enfrentar al gremio empresarial y señalarlos, exhibirlos y cuestionarlos antes de llevar a cabo algún tipo de reunión y saber en dónde está el problema, empresarios que acusó de evasores de impuestos y de estar involucrados en fraudes, bueno, para variar nunca dijo nombres, sólo algunas empresas que por cierto al final del día son las que más aportan al fisco.
Lo feo… Un gabinete lleno de ignorantes y de hombres y mujeres en el desprestigio total. Algunos diputados y senadores que sólo hacen el papel de focas, me refiero a aplaudir lo que les dicen que tienen que aplaudir.
Un malestar permanente cuando no funciona lo que promete, que es casi siempre, me refiero a un país de una economía poco estable, las calificadoras no pueden estar equivocadas.
Un país con una violencia desbordada, ofreció un México en paz y no sucede nada, por el contrario, está colapsada la inseguridad y se encuentra en un punto crítico.
Aparentemente la Guardia Nacional pondrá orden y todos sabemos que eso no sucederá por una simple razón, la famosa Guardia son los mismos, y no tienen recursos, su armamento es menor al del crimen organizado, los carros son hechizos, no tienen presupuesto para hospedarse y comer en las regiones a donde van a estar y lo peor, no se ve una estrategia definida de cómo van a operar. La cantidad no ofrece confianza, la calidad sería lo importante.
Partiendo de este escenario, nos podemos dar cuenta que lo malo y lo feo, supera y por mucho a lo bueno. Así las cosas, estamos a siete meses de un gobierno de buenas intenciones no de resultados, un gobierno que habla, habla y habla, pero no se ve nada, nada y nada.
DE IDA
Y ya que estamos con el tema de la seguridad, de tristeza ver un estado, me refiero a Sonora lleno de violencia, ya no se matan entre ellos como todo mundo dice e intentan hacer creer.
Ahora han sido niños los que asesinan, que en ese afán de venganza matan a quien se encuentre cerca del objetivo.
Cajeme está en aprietos, no lo digo yo, lo dice la sociedad de ese lugar, la gente tiene miedo salir a la calle, sus restaurantes semivacíos esperando que los habitantes se sientan menos atemorizados, las calles por las noches solas cuando en otros tiempos en estas fechas de calor se veían abarrotadas y “bulevariando” como suelen decir.
Sus comercios sufriendo las pocas ventas y muchos, pero muchos de sus habitantes pensando seriamente en buscar otra ciudad donde vivir.
Así está Cajeme, no se asusten, eso lo dicen los que viven.
DE VUELTA
Parece increíble, pero ya comenzó el alboroto del 2021, funcionarios estatales de Sonora, enviando mensajes de “quererla” ofreciendo sus servicios para el próximo sexenio, cuando aún no cumplen con sus resultados.
Es momento de poner orden en ese terreno, los sonorenses han visto esos destapes como algo absurdo y sin sentido, los sonorenses no caen en esas falsas declaraciones. Para querer se tiene que demostrar y para demostrar se tienen que ver resultados.
Es tiempo de trabajar y no desviar la atención a temas por demás fuera de tiempo.
Además, hoy día los partidos y me atrevo a decir que todos sin excepción no tienen fuerza, no están acreditados, llegarán los hombres y mujeres que hayan demostrado trabajo, honestidad y capacidad. Así que no se aceleren todavía no es tiempo de soñar.
ASERRÍN
Y en esto de soñar, debemos de identificar que el problema que tiene hoy día Ana Gabriela Guevara fue precisamente ese, se ha puesto a soñar con ser gobernadora, cuando todavía ni siquiera se sienta bien en su silla de Conade y demuestra que sabe hacer las cosas.
Su anticipado sueño, está a punto de convertirse en su peor pesadilla.
Víctor Mendoza Lambert director de Grupo Entre Todos.
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