Para nadie es un secreto que Morena no ganó en el 2018, ganó Andrés Manuel López Obrador, ganó el hartazgo que se tiene a partidos políticos “tradicionales” que no acaban de convencer, ganó el malestar de una sociedad indignada por la corrupción desbordada e incontrolable, ganó ese México que dio una lección de rechazo a quienes se sentían dueños de la voluntad de los mexicanos.
Lo sabemos y lo entendemos perfectamente, Morena fue el escaparate para tener ese importante y legítimo movimiento social, y por medio de él buscar una alternativa entre un PRI que llegó a su final mostrando incapacidad de gobernar a un país que le dio una segunda oportunidad, o un PAN que no aprovechó ese voto de confianza que se le dio en el año 2000 y 2006 y que al final del día, fue más de lo mismo.
Morena no logra consolidarse, es más ni siquiera se puede considerar un partido político con una estructura organizada, no se le conocen hombres o mujeres que marquen la diferencia y que se pudieran convertir en lo que los mexicanos deseamos, me refiero a un partido serio que ofrezca con-fian-za.
Morena se presume un movimiento de izquierda, pero no lo es, la gran mayoría que componen este partido son personajes que hace pocos años eran de la derecha o del mal llamado partido de centro. Son los mismos que hace algún tiempo gritaban y se cortaban las venas por el PRI, por el PAN o unos cuantos por el PRD.
Es por ello que los recientes resultados de Morena en Hidalgo y en Coahuila fueron desastrosos, fue evidente su incapacidad de generar la confianza y de mostrar los mejores candidatos, simplemente pensaron que ganarían por llamarse Morena y por el ser el partido del Presidente.
Debemos recordar que el contexto “oficial” molesta a los mexicanos y Morena hoy día es eso, es el partido oficial y es quien carga con el peso de la responsabilidad de gobernar a un país que está en serios problemas económicos y de seguridad.
Los mexicanos ya no creen en partidos, en ninguno ni en los de antes ni en los actuales, conocen sus intenciones y saben que los chicos se forman para venderse al mejor postor y los grandes dejaron de serlo al no ofrecer sus promesas y compromisos.
Es por ello que Morena no la tiene nada fácil para el 2021, en ningún lugar ni siquiera en los estados donde hoy gobierna, y no la tiene nada sencilla porque los resultados negativos han sido evidentes en muy poco tiempo.
Así que todo puede suceder en México y en Sonora, ganarán los candidatos, ganarán las mejores propuestas con sentido común, ganará quien logre ofrecer más certeza y mayor confianza, ganará quien sepa convencer por las redes sociales y por los medios electrónicos, reiteró, no van a ganar los partidos.
Ninguna encuesta puede pronosticar hoy día resultado alguno, ningún precandidato puede considerarse triunfador, son demasiados los factores que van a influir en la elección del 2021, comenzando con lo que le suceda al país los próximos ocho meses. Que por lo que se puede apreciar no es nada bueno.
De ida
Difiero del historiador, político y buen amigo Bulmaro Pacheco Moreno en su reciente columna muestra a un PRI de regreso a la vida política, de un partido que sabe sobreponerse a las crisis, incluyendo los pésimos gobiernos como el de Peña Nieto. Y digo que difiero porque el PRI a través de la historia tuvo aciertos, pero también tuvo demasiados errores que hoy lo han hecho el partido más despreciado y de menos confianza. Lo que hizo bien ese partido en sus recientes elecciones de Hidalgo y Coahuila fue seleccionar a sus candidatos, pues ya lo comentamos, hoy día ganan los hombres y las mujeres que saben competir y ganar la con-fian-za.
De vuelta
Por su parte el PAN es y seguirá siendo un extraordinario partido de oposición, saben defenderse, saben cuestionar, saben gritar, tienen excelentes voceros que nos hacen reflexionar.
Lo malo del PAN que no supo gobernar, no entendió que lo más importante es la integridad y seguridad de los más desprotegidos; el PAN pensó igual que los priistas, me refiero a pensar que el poder es para servirse y servirse en grande, lo vimos a nivel nacional y lo vimos en Sonora.
Reiteró, el PAN es un excelente partido de oposición, ya veremos si eso le da lo suficiente para volver al poder. Por lo pronto, podemos asegurar que el PAN es quien tiene mayores probabilidades de triunfo, siempre y cuando sepa seleccionar a sus candidatos. El PAN tiene una enorme ventaja, sus malos elementos emigraron a Morena.
Aserrín
"Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar", lo digo por lo que estamos viendo en el vecino estado de Chihuahua, donde el semáforo rojo regresó a ponerle tope a todos los excesos que se venían dando.
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En Sonora llevamos los mismos pasos, hemos olvidado protocolos y sana distancia; principalmente la gente joven que está regresando a la antigua normalidad, lo malo que esos jóvenes contagian a los no tan jóvenes.
Así que a cuidarse, pues la vida no retoña.
