/ lunes 13 de abril de 2020

El serrucho | ¡Nada será igual! 

Es por demás pero lo que conocimos, lo que vivimos, lo que hicimos es y será parte de la historia.

Nada será como antes, entiéndanlo, ¡nada!

Estamos pensando que en tres o cuatro semanas quizá salgamos tranquilamente a la calle, como lo acostumbramos siempre.

También tenemos la esperanza de recuperar nuestras actividades cotidianas, mandar o llevar a nuestros hijos a la escuela, ir a la oficina o al trabajo con la tranquilidad o seguridad de siempre, asistir a un juego de los Naranjeros al Estadio Sonora, o viajar a donde nuestro presupuesto lo permita.

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Pensamos que podremos ir al supermercado tan cómodamente como ha sido siempre, visitar a nuestros familiares y amigos en cualquier lugar y con la confianza absoluta.

Pero... ¡nada será igual! hagamos de cuenta que una noche nos dormimos muy tranquilamente y al día siguiente nos despertamos con un virus que está poniendo en jaque al mundo entero y lo más extraordinario que no es una pesadilla, es lo que estamos viviendo.

Así es... les tengo una mala noticia, en México, en nuestro Sonora, o en Hermosillo, todavía no pasa nada, nada de lo complicado y difícil que vamos a ver.

El escenario es complejo y no es nada halagador, pues hasta el momento, ni autoridades, ni ciudadanos hemos hecho la tarea completa.

El presidente López Obrador, se aferró a respetar hasta el último minuto la sana distancia y las auténticas recomendaciones que el mundo nos daba, perdió tres o cuatro extraordinarias semanas que se traducirán en vidas.

Mientras los ciudadanos en muchos lugares no hemos entendido que esto es muy serio y no existe una medicina o una vacuna para detener el problema.

En Sonora se han dictado muchas recomendaciones y se está pidiendo que nos quedemos en casa, pero saben qué, lo estamos haciendo muy despacio y muy pocos.

Lamentablemente tendrán que morir muchos para entonces sí, hacer caso. Y tendrá que enfermarse algún familiar, un amigo o un vecino, para saber y entender que la cosa viene seria.

México no está haciendo la tarea, así como no la hizo España, Italia y así como no la hicieron en los Estados Unidos.

Es por ello que hablar de malas noticias es algo seguro, no es que pretenda convertirme en ave de mal agüero pero lo que se ve, no se puede ignorar.

Lo triste, lo más triste es que morirán muchos que ni culpa tenían, de esos que se cuidaron, pero no faltará el que no lo haga y contamine a la familia o a los amigos.

Debemos subir la guardia, debemos entender que no es un juego, ni es algo sencillo, nuestras vidas corren peligro, la solución está en manos limpias y pies dentro de la casa.

Pero de algo podemos estar seguros... ¡Nada será igual!

De ida

Un amigo me hizo llegar una extensa carta de su primo dirigida al presidente López Obrador, lo relevante dice:

“Querido empleado”... nos dejaron solos, a ti, a mis clientes y a mí. Nos quedó claro que los políticos sólo dan despensas en campañas.

Una carta de un joven empresario que ve todo perdido, y que ve un país sin la ayuda de su gobierno.

Ve a un país, con un presidente preocupado por su imagen pública y sólo por mantener sus programas sociales por encima incluso, de que la mayoría no tenga ni siquiera para comer.

Un país donde su gobierno abandona a los pequeños y medianos empresarios para seguir haciendo una inservible refinería o un absurdo Tren Maya que solo representa el ego de un hombre.

Así la carta de alguien que pensó que todo sería diferente y que hoy se da cuenta se equivocó.

Lo extraordinario es que es una carta que dice lo que la gran mayoría de los mexicanos pensamos.

De vuelta

Pero no todo está perdido, la naturaleza nos está mandando un rápido y efectivo mensaje, los mares se llenan de vida, los bosques no sienten la agresión de ser talados, las ciudades con cielos despejados y flores por doquier.

Esa llamada de atención, no debemos olvidarla, no se debe ignorar, es una gran oportunidad de recuperarlo que estábamos a punto de exterminar.

Es cierto... ya nada será igual, llenar de humo nuestras ciudades será parte del pasado, así como acabar con nuestros bosques. La naturaleza nos está demostrando que si hacemos bien las cosas podemos volver a florecer y recuperar parte de lo perdido.

Así que ya lo sabemos, no todo está perdido, a lo mejor y esto que sucede es para que nuestros hijos, nietos y las siguientes generaciones conozcan nuestro planeta, de otra forma ya no lo hubieran visto. Verdad que no todo está tan mal.

Aserrín

Dicen los expertos que será comenzando mayo cuando las cosas se pongan difíciles, yo sólo les diría que difíciles ya están, se pondrán complicadas, muy complicadas.

Así que ya lo saben #QuédateEnCasa.


Es por demás pero lo que conocimos, lo que vivimos, lo que hicimos es y será parte de la historia.

Nada será como antes, entiéndanlo, ¡nada!

Estamos pensando que en tres o cuatro semanas quizá salgamos tranquilamente a la calle, como lo acostumbramos siempre.

También tenemos la esperanza de recuperar nuestras actividades cotidianas, mandar o llevar a nuestros hijos a la escuela, ir a la oficina o al trabajo con la tranquilidad o seguridad de siempre, asistir a un juego de los Naranjeros al Estadio Sonora, o viajar a donde nuestro presupuesto lo permita.

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Pensamos que podremos ir al supermercado tan cómodamente como ha sido siempre, visitar a nuestros familiares y amigos en cualquier lugar y con la confianza absoluta.

Pero... ¡nada será igual! hagamos de cuenta que una noche nos dormimos muy tranquilamente y al día siguiente nos despertamos con un virus que está poniendo en jaque al mundo entero y lo más extraordinario que no es una pesadilla, es lo que estamos viviendo.

Así es... les tengo una mala noticia, en México, en nuestro Sonora, o en Hermosillo, todavía no pasa nada, nada de lo complicado y difícil que vamos a ver.

El escenario es complejo y no es nada halagador, pues hasta el momento, ni autoridades, ni ciudadanos hemos hecho la tarea completa.

El presidente López Obrador, se aferró a respetar hasta el último minuto la sana distancia y las auténticas recomendaciones que el mundo nos daba, perdió tres o cuatro extraordinarias semanas que se traducirán en vidas.

Mientras los ciudadanos en muchos lugares no hemos entendido que esto es muy serio y no existe una medicina o una vacuna para detener el problema.

En Sonora se han dictado muchas recomendaciones y se está pidiendo que nos quedemos en casa, pero saben qué, lo estamos haciendo muy despacio y muy pocos.

Lamentablemente tendrán que morir muchos para entonces sí, hacer caso. Y tendrá que enfermarse algún familiar, un amigo o un vecino, para saber y entender que la cosa viene seria.

México no está haciendo la tarea, así como no la hizo España, Italia y así como no la hicieron en los Estados Unidos.

Es por ello que hablar de malas noticias es algo seguro, no es que pretenda convertirme en ave de mal agüero pero lo que se ve, no se puede ignorar.

Lo triste, lo más triste es que morirán muchos que ni culpa tenían, de esos que se cuidaron, pero no faltará el que no lo haga y contamine a la familia o a los amigos.

Debemos subir la guardia, debemos entender que no es un juego, ni es algo sencillo, nuestras vidas corren peligro, la solución está en manos limpias y pies dentro de la casa.

Pero de algo podemos estar seguros... ¡Nada será igual!

De ida

Un amigo me hizo llegar una extensa carta de su primo dirigida al presidente López Obrador, lo relevante dice:

“Querido empleado”... nos dejaron solos, a ti, a mis clientes y a mí. Nos quedó claro que los políticos sólo dan despensas en campañas.

Una carta de un joven empresario que ve todo perdido, y que ve un país sin la ayuda de su gobierno.

Ve a un país, con un presidente preocupado por su imagen pública y sólo por mantener sus programas sociales por encima incluso, de que la mayoría no tenga ni siquiera para comer.

Un país donde su gobierno abandona a los pequeños y medianos empresarios para seguir haciendo una inservible refinería o un absurdo Tren Maya que solo representa el ego de un hombre.

Así la carta de alguien que pensó que todo sería diferente y que hoy se da cuenta se equivocó.

Lo extraordinario es que es una carta que dice lo que la gran mayoría de los mexicanos pensamos.

De vuelta

Pero no todo está perdido, la naturaleza nos está mandando un rápido y efectivo mensaje, los mares se llenan de vida, los bosques no sienten la agresión de ser talados, las ciudades con cielos despejados y flores por doquier.

Esa llamada de atención, no debemos olvidarla, no se debe ignorar, es una gran oportunidad de recuperarlo que estábamos a punto de exterminar.

Es cierto... ya nada será igual, llenar de humo nuestras ciudades será parte del pasado, así como acabar con nuestros bosques. La naturaleza nos está demostrando que si hacemos bien las cosas podemos volver a florecer y recuperar parte de lo perdido.

Así que ya lo sabemos, no todo está perdido, a lo mejor y esto que sucede es para que nuestros hijos, nietos y las siguientes generaciones conozcan nuestro planeta, de otra forma ya no lo hubieran visto. Verdad que no todo está tan mal.

Aserrín

Dicen los expertos que será comenzando mayo cuando las cosas se pongan difíciles, yo sólo les diría que difíciles ya están, se pondrán complicadas, muy complicadas.

Así que ya lo saben #QuédateEnCasa.