El Gobierno de los Estados Unidos, de nueva cuenta, saca su "letrerito" de Stop para decirnos a los mexicanos que NO podemos pasar a su territorio durante el próximo mes de agosto. No al menos por cuestiones no esenciales.
Podemos llegar vía aérea, siempre y cuando nos alcance para comprar un boleto de avión, que por cierto lo han duplicado y hasta triplicado aprovechando la pandemia y el cierre terrestre de la frontera. También podemos pasar por alguna de las garitas que están en la frontera teniendo un documento para alguna cita médica o de negocios.
Pero los que pretendían cruzar la frontera para algunas compras o para visitar a familiares todavía seguirá cerrada y por lo que se puede apreciar pudiera tardar algunos meses más.
Hoy día, la ciudad de Nogales, Arizona, parece pueblo fantasma, su calle principal la famosa "Morley Ave." tiene sólo un 20% de sus tiendas abiertas, lo demás son cortinas cerradas con letreros de “For Rent o For Sale".
La ciudad predilecta de los sonorenses, me refiero a Tucson, resiente de forma importante los mil millones de dólares que anualmente dejaban los compatriotas en sus malls, hoteles, restaurantes y espacios de entretenimiento.
Mientras que la capital de Arizona, Phoenix, lugar donde se acostumbraba asistir a ver eventos deportivos y conciertos pues nos extrañan, lo que los mexicanos aportaban era importante y relevante para su economía.
Todo esto lo saben las autoridades norteamericanas y lo saben bien, pero prefieren tener cerrada su frontera a exponerse a mayor número de contagios. El gobernador de Arizona Doug Ducey ha declarado en varias ocasiones la importancia de abrir la frontera para que los mexicanos ayuden en su economía, pero no ha sido factor para que las autoridades federales de ese país permitan de nuevo el acceso al común de los mortales.
Lo mismo sucede en otros estados y ciudades fronterizas de nuestro país que limitan con California, Nuevo México y Texas, además de Arizona que es lo conozco y lo que les comento.
Ni siquiera el millón trescientos mil vacunas de Johnson and Johnson que envió el Gobierno norteamericano para aplicarlas a residentes de las zonas fronterizas del país fue suficiente para convencerlos de reabrir la frontera.
El turismo médico es lo que ha repuntado en los Estados Unidos, miles, no tengo un dato exacto y dudo que exista, pero miles de mexicanos se han ido a vacunar, algunos lograron pasar vía terrestre con su cita médica, pero la gran mayoría ha tomado un vuelo, ha llegado a un hotel, consume en restaurantes del lugar donde se vacunan y aprovechan para el shopping.
Por supuesto es un porcentaje bajo al que asistía pero les ha funcionado y les deja algunos ingresos. Los mexicanos con cierto poder económico lo han hecho y lo seguirán haciendo.
Ya veremos, cuando suceda la apertura de la frontera, de qué forma se irá dando, pero no debemos descartar que será como sucede en llegar vía aérea, me refiero a una prueba negativa de Covid por cada persona que pretenda entrar lo deberá presentar.
Abrir la frontera gringa no será nada rápido, ni tampoco será como antes, serán más estrictos y no cualquiera podrá cruzar la línea, así que por lo pronto seguiremos viendo ese letrero de Stop.
De ida
Tengo presente esos mensajes de amistad fraterna que se daban hace algunos meses el presidente López Obrador y el ex presidente Trump, todo era miel sobre hojuelas. Abrazos y apapachos, así se veía la relación de los mandatarios.
La llegada de Joe Biden cambió drásticamente cualquier buena relación, se acabaron los mensajes de amistad y lo peor, se siente un "apretón" de los gringos a las autoridades mexicanas.
Y para muestra un botón, en el reciente viaje de la secretaria de Economía Tatiana Clouthier a la ciudad de Washington no logró el acuerdo sobre reglas del sector automotriz, situación que pone en riesgo una de las industrias más importantes de México y que aportan miles de empleos bien remunerados a mexicanos.
Así que si por la víspera sacamos el día, nos podemos dar cuenta que la luna de miel con los Estados Unidos fue en otra época y con otro presidente. Los que llegaron ni nos ven, ni nos oyen, pero sí nos van a exigir. ¡Tiempo al tiempo!
De vuelta
No sé ustedes, pero los Juegos Olímpicos son una especie de bálsamo en un momento difícil para el mundo. Prender la televisión y ver a los atletas más experimentados del mundo hacer su mejor esfuerzo es alentador.
Los últimos meses hemos estado inmersos en tragedias y en enfermedades de todo tipo. Las noticias de las actividades deportivas por fin son lo más relevante, mucho más atractivas que cualquier mañanera o que cualquier noticiero de esos que sólo traen noticias complejas o discursos y mensajes tóxicos.
Así que la recomendación es muy simple. Disfruten los Juegos Olímpicos, ahí están los hombres y mujeres más destacados y con mayor preparación deportiva del planeta Tierra. Olvídense por un rato de todo lo que nos quieren meter a la cabeza a base de repetirlo insistentemente.
El deporte es vida y además nos da tranquilidad y felicidad.
Aserrín
Y ya que estamos en ese tema, déjeme decirles que un hermosillense fue llamado por el Comité Olímpico Internacional como parte de los jueces de gimnasia artística. Es César Valenzuela Gómez, quien ya está en Japón aplicando sus conocimientos y experiencia en tan extraordinaria disciplina. Felicidades a César que hace poco ruido pero es un orgullo sonorense.
