/ lunes 8 de julio de 2024

ElCritico21 | Alex F. y la Ley de Murphy

“La nostalgia – escribió Don de Lillo – es producto de la insatisfacción y la furia. Es un arreglo de agravios entre el pasado y el presente”. Y así, es viable especular sobre el descontento que invade al espíritu. Que el mundo, en su evidente locura, no tiene lugar para nosotros ha sido percepción constante: desde la historia antigua hasta el día de hoy.

Añoramos infancia, adolescencia y juventud al recordar aquello que consideramos digno. En realidad, han dicho los sociólogos, anhelamos que nada cambie.

Arte y entretenimiento lo saben y han creado géneros de consumo con el propósito de burlar el inexorable paso del tiempo.

De eso abreva Un detective suelto en Hollywood: Axel F. ( Mark Molly, 2024 ), cuarta entrega de una serie de producciones cinematográficas que iniciaron hace cuarenta años, cuando el planeta navegaba de la mano liberal de Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Juan Pablo II y Shimon Peres.

Sin embargo, lo que puede salir mal, saldrá mal.

Así, Un detective suelto en Hollywood: Axel F. se esfuerza por aferrarse al ayer para entregar una orden de comida rápida, regalo incluido, sin otro objetivo que saciar el apetito por diversión dura y pura. ¿Lo logra? Sí, aunque sea a medias.

Axel Foley ( Eddie Murphy ) sigue en activo, protagonizando persecuciones imposibles y eludiendo las reglas que ha jurado proteger valiéndose de su irreverencia e inquebrantable lealtad hacia la corporación. Sin embargo, la situación da un giro al enterarse que Jane ( Taylour Paige ), su hija, se encuentra en peligro mortal.

Axel debe trasladarse a Hollywood – una vez más - donde le espera una aventura que le obligará a enfrentar la corrupción del cuerpo policíaco, la tardanza de la justicia y, sobre todo, el distanciamiento que Jane sostiene con él.

Esta cinta sigue la fórmula impuesta por Murphy para Un príncipe en Nueva York, 2 ( Craig Brewer, 2021 ) en donde un atractivo de dicha película fue el reclutamiento de casi todo el elenco original. Sin embargo, lo que en el universo imaginario de Zamunda pudo provocar una sonrisa, en la exagerada realidad de California – demasiados “perrhijos”, influencers, trans y otros productos de la actualidad – luce fuera de lugar.

Personajes que repiten en apariciones no tan breves: Billy Rosewood ( Judge Reinhold ), el jefe Taggart ( John Ashton ), el jefe Friedman ( Paul Raiser ) y el flamboyante Serge ( Bronson Pinchot ); y ahora, los que llegan por vez primera a esta escenario: Jane ( Taylour Paige ), el detective Bobby Abbot ( Joseph Gordon-Levitt ) y el Capitán Grant ( Kevin Bacon ).

Los nuevos apenas tienen tiempo de adaptarse al humor y a la acción de la trama y los viejos, lucen cada vez más veteranos y pretéritos.

La magia del cine nos da la oportunidad de esculpir el tiempo. Marilyn Monroe, Liza Minelli, Marlon Brando o bien, Sophia Loren y Marcello Mastroianni gozarán del eterno esplendor que, en cada fotograma, les conserva seductores. Por eso, ver a nuestros héroes de antaño envejecidos y cansados no es nostálgico, ni divertido.

Es pervertido.

QUE LEER ANTES O DESPUÉS DE LA FUNCIÓN.

Breve historia del tiempo, de Stephen Hawking. Pieza clave de divulgación científica donde el célebre físico y cosmólogo, parte del concepto de tiempo para explicar el origen del universo así como su destino. Conceptos como la gravedad, la naturaleza del tiempo y el Big Bang son presentados con la agilidad y elocuencia de un gran narrador.

“La nostalgia – escribió Don de Lillo – es producto de la insatisfacción y la furia. Es un arreglo de agravios entre el pasado y el presente”. Y así, es viable especular sobre el descontento que invade al espíritu. Que el mundo, en su evidente locura, no tiene lugar para nosotros ha sido percepción constante: desde la historia antigua hasta el día de hoy.

Añoramos infancia, adolescencia y juventud al recordar aquello que consideramos digno. En realidad, han dicho los sociólogos, anhelamos que nada cambie.

Arte y entretenimiento lo saben y han creado géneros de consumo con el propósito de burlar el inexorable paso del tiempo.

De eso abreva Un detective suelto en Hollywood: Axel F. ( Mark Molly, 2024 ), cuarta entrega de una serie de producciones cinematográficas que iniciaron hace cuarenta años, cuando el planeta navegaba de la mano liberal de Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Juan Pablo II y Shimon Peres.

Sin embargo, lo que puede salir mal, saldrá mal.

Así, Un detective suelto en Hollywood: Axel F. se esfuerza por aferrarse al ayer para entregar una orden de comida rápida, regalo incluido, sin otro objetivo que saciar el apetito por diversión dura y pura. ¿Lo logra? Sí, aunque sea a medias.

Axel Foley ( Eddie Murphy ) sigue en activo, protagonizando persecuciones imposibles y eludiendo las reglas que ha jurado proteger valiéndose de su irreverencia e inquebrantable lealtad hacia la corporación. Sin embargo, la situación da un giro al enterarse que Jane ( Taylour Paige ), su hija, se encuentra en peligro mortal.

Axel debe trasladarse a Hollywood – una vez más - donde le espera una aventura que le obligará a enfrentar la corrupción del cuerpo policíaco, la tardanza de la justicia y, sobre todo, el distanciamiento que Jane sostiene con él.

Esta cinta sigue la fórmula impuesta por Murphy para Un príncipe en Nueva York, 2 ( Craig Brewer, 2021 ) en donde un atractivo de dicha película fue el reclutamiento de casi todo el elenco original. Sin embargo, lo que en el universo imaginario de Zamunda pudo provocar una sonrisa, en la exagerada realidad de California – demasiados “perrhijos”, influencers, trans y otros productos de la actualidad – luce fuera de lugar.

Personajes que repiten en apariciones no tan breves: Billy Rosewood ( Judge Reinhold ), el jefe Taggart ( John Ashton ), el jefe Friedman ( Paul Raiser ) y el flamboyante Serge ( Bronson Pinchot ); y ahora, los que llegan por vez primera a esta escenario: Jane ( Taylour Paige ), el detective Bobby Abbot ( Joseph Gordon-Levitt ) y el Capitán Grant ( Kevin Bacon ).

Los nuevos apenas tienen tiempo de adaptarse al humor y a la acción de la trama y los viejos, lucen cada vez más veteranos y pretéritos.

La magia del cine nos da la oportunidad de esculpir el tiempo. Marilyn Monroe, Liza Minelli, Marlon Brando o bien, Sophia Loren y Marcello Mastroianni gozarán del eterno esplendor que, en cada fotograma, les conserva seductores. Por eso, ver a nuestros héroes de antaño envejecidos y cansados no es nostálgico, ni divertido.

Es pervertido.

QUE LEER ANTES O DESPUÉS DE LA FUNCIÓN.

Breve historia del tiempo, de Stephen Hawking. Pieza clave de divulgación científica donde el célebre físico y cosmólogo, parte del concepto de tiempo para explicar el origen del universo así como su destino. Conceptos como la gravedad, la naturaleza del tiempo y el Big Bang son presentados con la agilidad y elocuencia de un gran narrador.