/ sábado 20 de abril de 2019

Éxito es tu responsabilidad | Mejora tus conversaciones



El poder de escuchar para comprender es una forma de respeto hacia la persona que te está comentando algo y hacia ti mismo al meditar tus situaciones.

¿Alguna vez has estado conversando con una persona y quieres mencionar algo, pero tus impulsos por hablar han bloqueado el resto de las palabras que esa persona te decía? Ese momento que dejas de escuchar, no sólo le quitas tu atención a esa persona, pero también existe la posibilidad que estés actuando prematuramente debido a que no tienes el contexto completo de la conversación.

¿Alguna vez has estado conversando con una persona y quieres mencionar algo, pero tus impulsos por hablar han bloqueado el resto de las palabras que esa persona te decía? Ese momento que dejas de escuchar, no sólo le quitas tu atención a esa persona, pero también existe la posibilidad que estés actuando prematuramente debido a que no tienes el contexto completo de la conversación.

La mayoría hemos hecho esto en algún punto, pero mi mensaje no es para juzgar sino ayudar a reflexionar este acto el cuál si dialogas con personas quienes no elevan tu intelecto y quienes tienen hábitos de ser impacientes e irrespetuosos de las palabras de otros, hay una posibilidad de ser influenciado por este comportamiento el cual causará que escuches para contestar en lugar de escuchar para comprender.

Escuchar sólo para contestar tiene un efecto secundario el cuál te adelantará los pensamientos sin analizarlos los cuales afectarán tus decisiones, tus comportamientos en tu vida laboral y personal. Las siguientes tres acciones te permitirán ser mejor líder y tener más empatía.

1.- Enfoca tu atención e intención a escuchar para comprender y no para contestar.

Te ayudara en estudios, crear mejores amistadas y escuchar a tu cliente para incrementar tu servicio al mercado y crecer tu compañía. Si no estás de acuerdo con algo, antes de enojarte o entrar en discusiones asegúrate de realizar las preguntas adecuadas para comprender exactamente que están comunicando y después puedes tomar tu decisión, pero no cometas errores de comunicación por anticiparte o cegarte a ver las cosas de una sola manera.

2.- Piensa lento, piensa rápido. Te puede sonar un poco contradictorio, pero recuerda que cuando piensas primero rápido sin analizar, después sólo piensas lento los efectos no deseados que obtuviste por pensar rápido. Piensa lento significa medita o analiza antes de actuar y puede ser en un minuto o en un segundo y pensar rápido es hacer las conexiones en un micro segundo para conectar ese análisis con tu decisión y tu acción a ejercer lo cual te permite evitar o aprovechar situaciones. No olvides preguntarte ¿qué puede salir mal? ¿Cuál será mi plan de contingencia si la situación A o B no se logra lo deseado? Necesitas realizar las preguntas que muchos no tienen el estómago para hacer y no apresures el proceso para informarte, pero una vez que tengas la información no dudes actúa vehemente.

3.- Medita por un minuto en tu día o en una conversación toma un respiro antes de cada respuesta o comentario para tener un segundo de análisis. Nadie te ha dicho que necesitas contestar inmediatamente después de una pregunta o un comentario; recuerda que sin importar que conversación sea, no importa que tan rápido o lo mucho que hables, importa que las palabras que utilices para comunicarte sean las más poderosas, correctas, cordiales, coherentes, claras, completas y concretas. Si alguna vez te has arrepentido de haber dicho algo justo después de decirlo entonces conoces lo importante que es practicar este punto.

Te daré un último recordatorio y tal vez sea el más importante. Esta columna no importará; si lees un libro completo para mejorar tus relaciones o conversaciones tampoco servirá, incluso si atiendes un evento en vivo para mejorar en estas áreas tampoco servirá si tú no entrenas y practicas lo que se te recomienda. Repetición es la madre de toda la habilidad, nunca lo olvides.



El poder de escuchar para comprender es una forma de respeto hacia la persona que te está comentando algo y hacia ti mismo al meditar tus situaciones.

¿Alguna vez has estado conversando con una persona y quieres mencionar algo, pero tus impulsos por hablar han bloqueado el resto de las palabras que esa persona te decía? Ese momento que dejas de escuchar, no sólo le quitas tu atención a esa persona, pero también existe la posibilidad que estés actuando prematuramente debido a que no tienes el contexto completo de la conversación.

¿Alguna vez has estado conversando con una persona y quieres mencionar algo, pero tus impulsos por hablar han bloqueado el resto de las palabras que esa persona te decía? Ese momento que dejas de escuchar, no sólo le quitas tu atención a esa persona, pero también existe la posibilidad que estés actuando prematuramente debido a que no tienes el contexto completo de la conversación.

La mayoría hemos hecho esto en algún punto, pero mi mensaje no es para juzgar sino ayudar a reflexionar este acto el cuál si dialogas con personas quienes no elevan tu intelecto y quienes tienen hábitos de ser impacientes e irrespetuosos de las palabras de otros, hay una posibilidad de ser influenciado por este comportamiento el cual causará que escuches para contestar en lugar de escuchar para comprender.

Escuchar sólo para contestar tiene un efecto secundario el cuál te adelantará los pensamientos sin analizarlos los cuales afectarán tus decisiones, tus comportamientos en tu vida laboral y personal. Las siguientes tres acciones te permitirán ser mejor líder y tener más empatía.

1.- Enfoca tu atención e intención a escuchar para comprender y no para contestar.

Te ayudara en estudios, crear mejores amistadas y escuchar a tu cliente para incrementar tu servicio al mercado y crecer tu compañía. Si no estás de acuerdo con algo, antes de enojarte o entrar en discusiones asegúrate de realizar las preguntas adecuadas para comprender exactamente que están comunicando y después puedes tomar tu decisión, pero no cometas errores de comunicación por anticiparte o cegarte a ver las cosas de una sola manera.

2.- Piensa lento, piensa rápido. Te puede sonar un poco contradictorio, pero recuerda que cuando piensas primero rápido sin analizar, después sólo piensas lento los efectos no deseados que obtuviste por pensar rápido. Piensa lento significa medita o analiza antes de actuar y puede ser en un minuto o en un segundo y pensar rápido es hacer las conexiones en un micro segundo para conectar ese análisis con tu decisión y tu acción a ejercer lo cual te permite evitar o aprovechar situaciones. No olvides preguntarte ¿qué puede salir mal? ¿Cuál será mi plan de contingencia si la situación A o B no se logra lo deseado? Necesitas realizar las preguntas que muchos no tienen el estómago para hacer y no apresures el proceso para informarte, pero una vez que tengas la información no dudes actúa vehemente.

3.- Medita por un minuto en tu día o en una conversación toma un respiro antes de cada respuesta o comentario para tener un segundo de análisis. Nadie te ha dicho que necesitas contestar inmediatamente después de una pregunta o un comentario; recuerda que sin importar que conversación sea, no importa que tan rápido o lo mucho que hables, importa que las palabras que utilices para comunicarte sean las más poderosas, correctas, cordiales, coherentes, claras, completas y concretas. Si alguna vez te has arrepentido de haber dicho algo justo después de decirlo entonces conoces lo importante que es practicar este punto.

Te daré un último recordatorio y tal vez sea el más importante. Esta columna no importará; si lees un libro completo para mejorar tus relaciones o conversaciones tampoco servirá, incluso si atiendes un evento en vivo para mejorar en estas áreas tampoco servirá si tú no entrenas y practicas lo que se te recomienda. Repetición es la madre de toda la habilidad, nunca lo olvides.