/ sábado 6 de abril de 2019

Éxito es tu responsabilidad | Sin metas limitas tu futuro

67% de los ricos escriben sus metas; y sólo el 17 % de los pobres lo hacen

Martin Luther King Jr., tenía un sueño, pero fueron sus metas diarias lo que le brindó dirección para las acciones que crearon los resultados necesarios para lograr ese sueño.

Un sueño es algo intangible y cuantitativo hasta que se escribe en una hoja de papel y se complementa con un plan de acción basándose en información clara, correcta y necesaria.

Antes de continuar necesitamos repasar qué es una meta para estar en la “misma página”. Basándonos en la descripción de la Real Academia Española, una meta es: el fin al que se dirigen las acciones o deseos de alguien.

Hay muchos métodos y herramientas para crear metas, pero primero debes de conocer las 11 categorías de metas:

1) Metas personales.

2) Metas de trabajo.

3) Metas financieras.

4) Metas del físico y salud.

5) Metas académicas.

6) Metas de parejas.

7) Metas de desarrollo personal.

8) Metas espirituales.

9) Metas de carrera profesional.

10) Metas sicológicas.

11) Metas externas.

Por supuesto que algunas categorías se relacionan entre sí, pero es muy importante mantener divididas las clases para lograr una mejor claridad entre objetivos. Ahora también debes de conocer que hay dos estilos de metas; las cuantitativas que son las menos productivas y las cuantitativas las cuales tienen mayor porcentaje de creación de productividad y esas tienen tres tipos de metas: de corto plazo, de mediano plazo y de largo plazo.

Recuerden que un plan de acción es fundamental para la creación de una meta correcta y funcional por eso debes de tener “pequeñas” metas dentro de cada meta y hay sólo cuatro bases que necesitas para crear la tuya: un objetivo claro, cómo la quieres lograr, para cuándo la quieres lograr y que recursos requieres.

Necesitas tener un objetivo claro, conciso, completo y correcto. He visto a cientos de personas quienes por no tener un objetivo claro, no logran sus metas, pierden tiempo y otros recursos al diseñarlas e implementarlas, crean estrés, ansiedad y baja autoestima junto con emociones como coraje y miedo al perderse en el camino al éxito. Para evitar esto debes de dominar el uso de las 7C de comunicación las cuales son: claro, conciso, concreto, coherente, correcto, cordial y completo.

Se dice que un problema clara y correctamente definido está medio resuelto; mi experiencia me ha enseñado que esto es cierto, pero definir un problema correctamente es como encontrar el tratamiento correcto, y cualquier gran doctor te dirá que es un arte, no una ciencia.

De igual manera tener un objetivo claro es un arte y no una ciencia. Claro, como cualquier otra destreza —habilidad— hay personas que se les facilita naturalmente sin tener previos estudios o experiencias, pero también hay muchas personas a quienes se les dificulta aun con los conocimientos, y si eso te pasa a ti no te preocupes, es totalmente normal y esperado.

Sólo porque tengas excelentes ingredientes gourmet y utensilios especiales no te convierte en un chef… la práctica perfecta es lo que te convierte en uno. Entonces conocer de qué está formada una meta, para qué sirve, y cómo se debe de estructurar no te convertirá en un director de productividad en ninguna categoría de metas, debes de practicar, practicar y practicar hasta que te canses, te enfades y solo habrás practicado la mitad de las veces necesarias para ser excelente. Recuerda que la madre de toda habilidad es la repetición.

Y recordando unas palabras de Bruce Lee: no temo a quien ha practicado diez mil patadas una vez, temo a quien ha practicado una patada 10,000 veces”.


¿Cuántas veces estás dispuesto a practicar la creación de metas para lograr más y mejor prosperidad?

Si necesitas ayuda a incrementar tu productividad y efectividad no dudes en contactarme a mi correo electrónico: contacto@franciscoluismarino

67% de los ricos escriben sus metas; y sólo el 17 % de los pobres lo hacen

Martin Luther King Jr., tenía un sueño, pero fueron sus metas diarias lo que le brindó dirección para las acciones que crearon los resultados necesarios para lograr ese sueño.

Un sueño es algo intangible y cuantitativo hasta que se escribe en una hoja de papel y se complementa con un plan de acción basándose en información clara, correcta y necesaria.

Antes de continuar necesitamos repasar qué es una meta para estar en la “misma página”. Basándonos en la descripción de la Real Academia Española, una meta es: el fin al que se dirigen las acciones o deseos de alguien.

Hay muchos métodos y herramientas para crear metas, pero primero debes de conocer las 11 categorías de metas:

1) Metas personales.

2) Metas de trabajo.

3) Metas financieras.

4) Metas del físico y salud.

5) Metas académicas.

6) Metas de parejas.

7) Metas de desarrollo personal.

8) Metas espirituales.

9) Metas de carrera profesional.

10) Metas sicológicas.

11) Metas externas.

Por supuesto que algunas categorías se relacionan entre sí, pero es muy importante mantener divididas las clases para lograr una mejor claridad entre objetivos. Ahora también debes de conocer que hay dos estilos de metas; las cuantitativas que son las menos productivas y las cuantitativas las cuales tienen mayor porcentaje de creación de productividad y esas tienen tres tipos de metas: de corto plazo, de mediano plazo y de largo plazo.

Recuerden que un plan de acción es fundamental para la creación de una meta correcta y funcional por eso debes de tener “pequeñas” metas dentro de cada meta y hay sólo cuatro bases que necesitas para crear la tuya: un objetivo claro, cómo la quieres lograr, para cuándo la quieres lograr y que recursos requieres.

Necesitas tener un objetivo claro, conciso, completo y correcto. He visto a cientos de personas quienes por no tener un objetivo claro, no logran sus metas, pierden tiempo y otros recursos al diseñarlas e implementarlas, crean estrés, ansiedad y baja autoestima junto con emociones como coraje y miedo al perderse en el camino al éxito. Para evitar esto debes de dominar el uso de las 7C de comunicación las cuales son: claro, conciso, concreto, coherente, correcto, cordial y completo.

Se dice que un problema clara y correctamente definido está medio resuelto; mi experiencia me ha enseñado que esto es cierto, pero definir un problema correctamente es como encontrar el tratamiento correcto, y cualquier gran doctor te dirá que es un arte, no una ciencia.

De igual manera tener un objetivo claro es un arte y no una ciencia. Claro, como cualquier otra destreza —habilidad— hay personas que se les facilita naturalmente sin tener previos estudios o experiencias, pero también hay muchas personas a quienes se les dificulta aun con los conocimientos, y si eso te pasa a ti no te preocupes, es totalmente normal y esperado.

Sólo porque tengas excelentes ingredientes gourmet y utensilios especiales no te convierte en un chef… la práctica perfecta es lo que te convierte en uno. Entonces conocer de qué está formada una meta, para qué sirve, y cómo se debe de estructurar no te convertirá en un director de productividad en ninguna categoría de metas, debes de practicar, practicar y practicar hasta que te canses, te enfades y solo habrás practicado la mitad de las veces necesarias para ser excelente. Recuerda que la madre de toda habilidad es la repetición.

Y recordando unas palabras de Bruce Lee: no temo a quien ha practicado diez mil patadas una vez, temo a quien ha practicado una patada 10,000 veces”.


¿Cuántas veces estás dispuesto a practicar la creación de metas para lograr más y mejor prosperidad?

Si necesitas ayuda a incrementar tu productividad y efectividad no dudes en contactarme a mi correo electrónico: contacto@franciscoluismarino