/ miércoles 17 de julio de 2019

La Crítica | Chucky el muñeco diabólico

Hollywood está empeñado en realizar nuevas versiones de sus grandes éxitos cinematográficos

En la mayoría de los casos el resultado ha sido catastrófico y muy pocas han logrado convencer a los nuevos públicos. Ahora toca el turno de Child's Play: El muñeco diabólico cuya versión original se estrenó en 1988 con una muy buena aceptación por parte de la crítica y la audiencia, convirtiéndola en un referente del cine gore y slasher y convirtiéndola en una franquicia que realizó 6 secuelas (no muy buenas que digamos).

Cuando se anunció una nueva versión después del fracaso taquillero de Curse of Chucky no estábamos muy convencidos de que fuera una buena idea y si a eso le sumamos que el creador del muñeco diabólico Don Mancini no estaría involucrado en la producción debido a que está preparando una serie sobre Chucky para una plataforma digital, las esperanzas de que fuera una buena película eran muy pocas.

Durante la WonderCon 2019 celebrada en Anaheim, California, en el mes de marzo tuve la oportunidad de ver las primeras secuencias de El muñeco diabólico y un panel donde actores junto al director hablaban de la nueva versión, y la cinta seguía sin convencerme debido a que la historia planteada era muy diferente a la original dejando a un lado lo sobrenatural del muñeco para convertirse en un pequeño “Terminator” aunque la relación de Andy con su juguete seguía siendo la misma.

La cinta ya está en cartelera y parte de una premisa es similar a la original en la que Karen (Aubrey Plaza) una madre soltera le regala un muñeco a su hijo Andy (Gabriel Bateman) del que desconocen su naturaleza siniestra, el elemento que lo aparta de la versión de 1988 es que ahora el muñeco diabólico esta conectado a una empresa tecnológica y es capaz de realizar muchas funciones.

La cinta es muy entretenida y aunque el diseño del muñeco no me pareció el mejor se convierte en un acierto en las secuencias en las que utilizan a Chucky como un compañero que convive con sus amigos. Aunque en lo particular esperaba mas secuencias sangrientas, la película muestra de una manera novedosa escenas en donde es mejor mirar a otro lado a la hora de que Chucky intenta matar a las personas que se interpongan entre él y su mejor amigo Andy, por lo que la nueva versión de Child's Play: El muñeco diabólico sorprende a la audiencia con una historia actualizada que solo pretende entretener y hacerte brincar de la butaca con salpicaduras de sangre muy al estilo de la original.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en La Crítica soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.

Hollywood está empeñado en realizar nuevas versiones de sus grandes éxitos cinematográficos

En la mayoría de los casos el resultado ha sido catastrófico y muy pocas han logrado convencer a los nuevos públicos. Ahora toca el turno de Child's Play: El muñeco diabólico cuya versión original se estrenó en 1988 con una muy buena aceptación por parte de la crítica y la audiencia, convirtiéndola en un referente del cine gore y slasher y convirtiéndola en una franquicia que realizó 6 secuelas (no muy buenas que digamos).

Cuando se anunció una nueva versión después del fracaso taquillero de Curse of Chucky no estábamos muy convencidos de que fuera una buena idea y si a eso le sumamos que el creador del muñeco diabólico Don Mancini no estaría involucrado en la producción debido a que está preparando una serie sobre Chucky para una plataforma digital, las esperanzas de que fuera una buena película eran muy pocas.

Durante la WonderCon 2019 celebrada en Anaheim, California, en el mes de marzo tuve la oportunidad de ver las primeras secuencias de El muñeco diabólico y un panel donde actores junto al director hablaban de la nueva versión, y la cinta seguía sin convencerme debido a que la historia planteada era muy diferente a la original dejando a un lado lo sobrenatural del muñeco para convertirse en un pequeño “Terminator” aunque la relación de Andy con su juguete seguía siendo la misma.

La cinta ya está en cartelera y parte de una premisa es similar a la original en la que Karen (Aubrey Plaza) una madre soltera le regala un muñeco a su hijo Andy (Gabriel Bateman) del que desconocen su naturaleza siniestra, el elemento que lo aparta de la versión de 1988 es que ahora el muñeco diabólico esta conectado a una empresa tecnológica y es capaz de realizar muchas funciones.

La cinta es muy entretenida y aunque el diseño del muñeco no me pareció el mejor se convierte en un acierto en las secuencias en las que utilizan a Chucky como un compañero que convive con sus amigos. Aunque en lo particular esperaba mas secuencias sangrientas, la película muestra de una manera novedosa escenas en donde es mejor mirar a otro lado a la hora de que Chucky intenta matar a las personas que se interpongan entre él y su mejor amigo Andy, por lo que la nueva versión de Child's Play: El muñeco diabólico sorprende a la audiencia con una historia actualizada que solo pretende entretener y hacerte brincar de la butaca con salpicaduras de sangre muy al estilo de la original.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en La Crítica soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.