/ jueves 16 de enero de 2020

La Crítica | El caso de Richard Jewell

El caso de Richard Jewell: La historia de un héroe que fue crucificado por el FBI y los medios de comunicación.

Bajo la excelente dirección de Clint Eastwood la cinta cuenta la historia de Richard Jewell, un guardia de seguridad de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 que descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable.

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Las películas más recientes del director Clint Eastwood se han enfocado en héroes de la vida real cuyas acciones terminan afectando su vida cotidiana, tal es el caso de sus trabajos pasados como El francotirador (2014), Sully: hazaña en el Hudson (2016), 15:17 tren a París (2018) y La mula (2018), en El caso Richard Jewell, vemos también el escrutinio social y de los medios de comunicación.

A partir de un artículo periodístico de Marie Brenner, Eastwood y el guionista Billy Ray cuentan la historia real de Jewell, un guardia de seguridad que fue culpado injustamente de un atentado llevado a cabo en 1996, y su lucha por limpiar su nombre. Estamos ante un ejemplo más de cómo el director toma un hecho del pasado para obligarnos a pensar y analizar sobre el sentido del deber, la responsabilidad de la prensa y el linchamiento de las autoridades; mientras disfrutamos la cinta vemos paso a paso cómo se construye la historia del protagonista a través de los medios de comunicación, y cómo en un segundo te pueden glorificar y al otro te convierten en el peor villano, bajo la mirada de la audiencia que no puede creer lo que esta sucediendo.

Hay momentos en que sufrimos junto a Richard y repudiamos a los agentes del FBI por la manera en que llevan el caso, confieso que hubo momentos en que se me hacía un nudo en la garganta por lo que estaba sucediendo y la forma en que te van contando la historia la hace muy ligera y en ningún momento pierdes detalle del drama vivido por el héroe de Atlanta.

Las actuaciones están muy bien realizadas y conectan en todo momento con el público, como es el caso de Sam Rockwell quien interpreta a Watson Bryant, el abogado y amigo de Richard Jewell; también tenemos a Paul Walter Hauser, el protagonista, que sorprende con un personaje complejo, demostrando como una persona sencilla e inocente con gran sentido de justicia puede ser demasiado ingenuo ante las autoridades; la película también cuenta con la magnífica Kathy Bates, en el papel de Bobi Jewell, la madre de Richard, y está excepcional con su personaje. Además la cinta cuenta con la participación de Jon Hamm como el agente del FBI Tom Shaw, que en un momento odiamos por las decisiones que toma, y por último está la actriz Olivia Wilde quien interpreta a Kathy Scruggs, la periodista que lanzó la noticia implicando al guardia de seguridad y que en momentos tambien odiaremos por su trabajo periodístico. Sin duda una cinta para ver y reflexionar sobre el uso de los medios de comunicación y el poder del FBI. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.

El caso de Richard Jewell: La historia de un héroe que fue crucificado por el FBI y los medios de comunicación.

Bajo la excelente dirección de Clint Eastwood la cinta cuenta la historia de Richard Jewell, un guardia de seguridad de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 que descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable.

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Las películas más recientes del director Clint Eastwood se han enfocado en héroes de la vida real cuyas acciones terminan afectando su vida cotidiana, tal es el caso de sus trabajos pasados como El francotirador (2014), Sully: hazaña en el Hudson (2016), 15:17 tren a París (2018) y La mula (2018), en El caso Richard Jewell, vemos también el escrutinio social y de los medios de comunicación.

A partir de un artículo periodístico de Marie Brenner, Eastwood y el guionista Billy Ray cuentan la historia real de Jewell, un guardia de seguridad que fue culpado injustamente de un atentado llevado a cabo en 1996, y su lucha por limpiar su nombre. Estamos ante un ejemplo más de cómo el director toma un hecho del pasado para obligarnos a pensar y analizar sobre el sentido del deber, la responsabilidad de la prensa y el linchamiento de las autoridades; mientras disfrutamos la cinta vemos paso a paso cómo se construye la historia del protagonista a través de los medios de comunicación, y cómo en un segundo te pueden glorificar y al otro te convierten en el peor villano, bajo la mirada de la audiencia que no puede creer lo que esta sucediendo.

Hay momentos en que sufrimos junto a Richard y repudiamos a los agentes del FBI por la manera en que llevan el caso, confieso que hubo momentos en que se me hacía un nudo en la garganta por lo que estaba sucediendo y la forma en que te van contando la historia la hace muy ligera y en ningún momento pierdes detalle del drama vivido por el héroe de Atlanta.

Las actuaciones están muy bien realizadas y conectan en todo momento con el público, como es el caso de Sam Rockwell quien interpreta a Watson Bryant, el abogado y amigo de Richard Jewell; también tenemos a Paul Walter Hauser, el protagonista, que sorprende con un personaje complejo, demostrando como una persona sencilla e inocente con gran sentido de justicia puede ser demasiado ingenuo ante las autoridades; la película también cuenta con la magnífica Kathy Bates, en el papel de Bobi Jewell, la madre de Richard, y está excepcional con su personaje. Además la cinta cuenta con la participación de Jon Hamm como el agente del FBI Tom Shaw, que en un momento odiamos por las decisiones que toma, y por último está la actriz Olivia Wilde quien interpreta a Kathy Scruggs, la periodista que lanzó la noticia implicando al guardia de seguridad y que en momentos tambien odiaremos por su trabajo periodístico. Sin duda una cinta para ver y reflexionar sobre el uso de los medios de comunicación y el poder del FBI. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.