/ miércoles 22 de enero de 2020

La Crítica | Judy: una vida al final del arcoíris

Frances Ethel Gumm, mejor conocida como Judy Garland era parte de una familia dedicada al teatro, y desde sus primeros años de vida trabajo en al teatro musical. Su talento vocal hizo que poco a poco llegara a Hollywood y consiguió firmar un contrato con la compañía productora Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). A la edad de 16 años obtuvo el papel que cambiaría su vida “Dorothy” en la película El Mago de Oz (Victor Fleming). La cinta consiguió llevar a la joven a la fama, pero también a ser explotada por jornadas de trabajo muy largas por parte de su compañía MGM.

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Toda esta historia conoceremos en la cinta Judy está protagonizada por Renée Zellweger, ganadora del globo de oro y nominada al Oscar a mejor actriz por su actuación en esta película. Renée regresa al cine tras permanecer seis años retirada y lo hace de una manera extraordinaria con su actuación. La película tiene una narrativa con flashbacks de la joven Judy (Darci Shaw) sometida al implacable régimen autoritario de Louis B. Mayer (Richard Cordery), lo que la convierte en adicta a las pastillas, aunado a la presión familiar que siempre tenía la actriz.

En Judy, Zellweger interpreta a una Garland decadente, de cuarenta y tantos, alcohólica, quien hace presentaciones al lado de sus hijos Lorna (Bella Ramsey) y Joey (Lewin Lloyd) rodeada de fama, pero sin un hogar a donde llegar. Su ex esposo le reclama la custodia de sus hijos porque Judy no podía para una estabilidad económica y emocional a los chicos. Renée canta todas las canciones sin necesidad de imitar a Garland con temas como I’ll Go My Way by Myself o Come Rain or Come Shine, y una versión muy emotiva de Somewhere Over the Rainbow, la voz de Renée logra transmitir todo lo que vivía Judy desde su fragilidad y su inestabilidad emocional hasta la ira y depresión en las que se encontraba en aquella época.

Lo mejor de la cinta es la actuación de la protagonista porque Judy hace que Zellweger brille como nunca, ahora sé porqué lo de sus nominaciones y premios por su actuación. Me quedé con ganas de ver más sobre la vida de la actriz, pero sé que no es un documental sino una “Biopic”, pero lo que vi es como una actriz que fue consumida por la vida acelerada y exigente de un Hollywood que sólo le importaba el dinero que podían hacer con sus estrellas, olvidando la vida misma de ellas y dejándolas en el olvido.

Judy Garland es una leyenda y una de las mejores actrices que el cine musical ha dado. Vean la cinta para que recuerden la magia que la actriz inyectaba a sus trabajos, tal y como lo recordamos en El Mago de Oz. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.

Frances Ethel Gumm, mejor conocida como Judy Garland era parte de una familia dedicada al teatro, y desde sus primeros años de vida trabajo en al teatro musical. Su talento vocal hizo que poco a poco llegara a Hollywood y consiguió firmar un contrato con la compañía productora Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). A la edad de 16 años obtuvo el papel que cambiaría su vida “Dorothy” en la película El Mago de Oz (Victor Fleming). La cinta consiguió llevar a la joven a la fama, pero también a ser explotada por jornadas de trabajo muy largas por parte de su compañía MGM.

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Toda esta historia conoceremos en la cinta Judy está protagonizada por Renée Zellweger, ganadora del globo de oro y nominada al Oscar a mejor actriz por su actuación en esta película. Renée regresa al cine tras permanecer seis años retirada y lo hace de una manera extraordinaria con su actuación. La película tiene una narrativa con flashbacks de la joven Judy (Darci Shaw) sometida al implacable régimen autoritario de Louis B. Mayer (Richard Cordery), lo que la convierte en adicta a las pastillas, aunado a la presión familiar que siempre tenía la actriz.

En Judy, Zellweger interpreta a una Garland decadente, de cuarenta y tantos, alcohólica, quien hace presentaciones al lado de sus hijos Lorna (Bella Ramsey) y Joey (Lewin Lloyd) rodeada de fama, pero sin un hogar a donde llegar. Su ex esposo le reclama la custodia de sus hijos porque Judy no podía para una estabilidad económica y emocional a los chicos. Renée canta todas las canciones sin necesidad de imitar a Garland con temas como I’ll Go My Way by Myself o Come Rain or Come Shine, y una versión muy emotiva de Somewhere Over the Rainbow, la voz de Renée logra transmitir todo lo que vivía Judy desde su fragilidad y su inestabilidad emocional hasta la ira y depresión en las que se encontraba en aquella época.

Lo mejor de la cinta es la actuación de la protagonista porque Judy hace que Zellweger brille como nunca, ahora sé porqué lo de sus nominaciones y premios por su actuación. Me quedé con ganas de ver más sobre la vida de la actriz, pero sé que no es un documental sino una “Biopic”, pero lo que vi es como una actriz que fue consumida por la vida acelerada y exigente de un Hollywood que sólo le importaba el dinero que podían hacer con sus estrellas, olvidando la vida misma de ellas y dejándolas en el olvido.

Judy Garland es una leyenda y una de las mejores actrices que el cine musical ha dado. Vean la cinta para que recuerden la magia que la actriz inyectaba a sus trabajos, tal y como lo recordamos en El Mago de Oz. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.