Con un cambio en la historia, de lo sobrenatural a lo malévolo, llega a la pantalla la adaptación de la serie televisiva de los años setenta. La Isla de la Fantasía te ofrece hacer realidad tus fantasías más ocultas pero sin imaginarte el precio a pagar.
Con 7 temporadas, entre 1977 y 1984, La Isla de la Fantasía es un referente en el mundo televisivo para los que crecimos en esos años y siempre recordaremos la clásica frase “el avión, el avión” que pronunciaba Tatto (Hervé Villechaize) cuando llegaban los huéspedes de la isla y de esa manera avisaba a su jefe el Sr. Roarke interpretado por el actor mexicano Ricardo Montalbán. Como es costumbre Hollywood se ha dedicado en los últimos años a realizar adaptaciones de programas de televisión que han marcado época, pero casi siempre con resultados no muy buenos.
Originalmente el estreno de La Isla de la Fantasía estaba proyectado para el mes de marzo de 2020, pero por la pandemia no se pudo estrenar en todo el mundo, y ahora que están reabriendo las salas de cine, se encuentra como opción para verla en la pantalla grande. La historia que se maneja en la cinta nos plantea a un enigmático Sr. Roarke, en esta ocasión interpretado por Michael Peña, actor estadounidense de ascendencia mexicana, quien hace realidad los sueños de los afortunados huéspedes que acuden a su lujoso resort tropical. Sin embargo, sus fantasías se convertirán en pesadillas, y los invitados deberán resolver el misterio que oculta la isla para poder escapar con vida. La premisa suena bastante bien y diferente al programa televisivo, por lo que puede ser un punto a favor, pero en el desarrollo de la historia encontramos mucha similitud a cintas de terror y misterio, en la que nos presentan que los sueños o temores de los protagonistas se pueden volver en su contra, como es el caso de IT (Eso 2017) y de Los Nuevos Mutantes (2020).
El guión cuenta con demasiados giros sin sentido, especialmente en el tercer acto, ya que presenta varios agujeros considerables, llenando la cinta de incongruencias y haciendo que al final acabemos por tomarnos a broma todo lo que se nos plantea, tiene uno de esos desenlaces absurdos en los que se intentan explicar tanto los acontecimientos que acaban por no tener ningún sentido, recordemos que la cinta era vendida como una película de terror, pero se queda a medias, ya que la mezcla de lo absurdo, comedia y terror tiene como resultado una historia que no terminas de creer, entrando al terreno de una película llena de fantasía como su nombre nos advierte.
Al final La Isla de la Fantasía es un intento de hacer terror con la intención de sorprender al espectador con giros argumentales que no son necesarios, la cinta promete emociones pero cuando vamos descubriendo los misterios, sólo pensamos en lo absurdo que puede ser el planteamiento.
Para los fans de la serie o los que esperaban algo de nostalgia televisiva, les digo que encontrarán algunos guiños en frases y secuencias, y en el cierre de la cinta descubrirán más de la conexión que pueden tener las historias. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.
