/ sábado 2 de mayo de 2020

Lo digo como es | Alianzas

Ayer se celebró el Día Internacional del Trabajo.

Cosa curiosa, se celebra el trabajo y en una época sin coronavirus muchos puestos de empleo este día no eran ocupadas porque es un día no laborable… en pocas palabras se celebra el trabajo, descansando...

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La tradición también era marchar por las principales calles de las ciudades y a través de consignas a todo pulmón, en cartulinas o mantas; con representaciones de los personajes a los que había que señalar o ridiculizar, con quemas de los mismos y lo que la indignación despertara en la imaginación de los manifestantes.

Ahora esas consignas estarán probablemente a través de las redes sociales que son hoy por hoy las herramientas de fácil alcance y amplia penetración.

Para señalamientos o halagos; para reclamos o reconocimientos; para refrendar lealtades o expresar desilusiones políticas, sociales y laborales en este marco los mensajes publicados a través de las redes tienen mayor permanencia que los largos desfiles que la clase gobernante debe presenciar desde un templete, mostrando carácter imperturbable ante cualesquier imagen o reclamo que se haga en su contra por los diversos contingentes.

Si antes se medía la fuerza de un sindicato y el control de sus líderes por el volumen de sus contingentes; si se habían que incrementar los decibeles al equipo de sonido para opacar las consignas, hoy esos esquemas de control y negociación podría intentarse a través de las redes sociales cuya naturaleza es menos fácil de controlar.

Pero también no podemos olvidar que en este momento en el mundo, millones de personas no tienen nada que celebrar porque simplemente su puesto de trabajo ha desaparecido.

La economía de las naciones en mayor o menor medida, se ha visto afectada severamente y la recuperación de la misma no será cosa de meses según los diversos análisis de especialistas en la materia.

Si bien es cierto la economía es muy importante, es fundamental, en la lista de las prioridades hoy por hoy debe estar nuestra salud; pasada la contingencia tendrán que venir los reacomodos en todas las áreas de la vida social, laboral, familiar y personal… la pandemia nos está obligando a replantearnos muchas cosas y una de ellas lo son las relaciones laborales y la forma en que habremos de reinventarnos para insertarnos nuevamente, insisto, bajo diferentes esquemas en muchos casos, a la actividad económica.

Necesitamos alianzas en todas partes; en familia para protegernos y cuidar los recursos, administrarlos bien; en la empresa se ocupan también alianzas entre empleados y empleadores porque ambas partes ocupan de una empresa rentable y ambas partes también pueden encontrar formas de en conjunto, hacerlo más rentable, cuidando los recursos, optimizando los insumos, aprovechando el tiempo y sumando creatividad...alianzas entre gobernantes y gobernados, en comunidad y con el medio ambiente.

Ayer se celebró el Día Internacional del Trabajo.

Cosa curiosa, se celebra el trabajo y en una época sin coronavirus muchos puestos de empleo este día no eran ocupadas porque es un día no laborable… en pocas palabras se celebra el trabajo, descansando...

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La tradición también era marchar por las principales calles de las ciudades y a través de consignas a todo pulmón, en cartulinas o mantas; con representaciones de los personajes a los que había que señalar o ridiculizar, con quemas de los mismos y lo que la indignación despertara en la imaginación de los manifestantes.

Ahora esas consignas estarán probablemente a través de las redes sociales que son hoy por hoy las herramientas de fácil alcance y amplia penetración.

Para señalamientos o halagos; para reclamos o reconocimientos; para refrendar lealtades o expresar desilusiones políticas, sociales y laborales en este marco los mensajes publicados a través de las redes tienen mayor permanencia que los largos desfiles que la clase gobernante debe presenciar desde un templete, mostrando carácter imperturbable ante cualesquier imagen o reclamo que se haga en su contra por los diversos contingentes.

Si antes se medía la fuerza de un sindicato y el control de sus líderes por el volumen de sus contingentes; si se habían que incrementar los decibeles al equipo de sonido para opacar las consignas, hoy esos esquemas de control y negociación podría intentarse a través de las redes sociales cuya naturaleza es menos fácil de controlar.

Pero también no podemos olvidar que en este momento en el mundo, millones de personas no tienen nada que celebrar porque simplemente su puesto de trabajo ha desaparecido.

La economía de las naciones en mayor o menor medida, se ha visto afectada severamente y la recuperación de la misma no será cosa de meses según los diversos análisis de especialistas en la materia.

Si bien es cierto la economía es muy importante, es fundamental, en la lista de las prioridades hoy por hoy debe estar nuestra salud; pasada la contingencia tendrán que venir los reacomodos en todas las áreas de la vida social, laboral, familiar y personal… la pandemia nos está obligando a replantearnos muchas cosas y una de ellas lo son las relaciones laborales y la forma en que habremos de reinventarnos para insertarnos nuevamente, insisto, bajo diferentes esquemas en muchos casos, a la actividad económica.

Necesitamos alianzas en todas partes; en familia para protegernos y cuidar los recursos, administrarlos bien; en la empresa se ocupan también alianzas entre empleados y empleadores porque ambas partes ocupan de una empresa rentable y ambas partes también pueden encontrar formas de en conjunto, hacerlo más rentable, cuidando los recursos, optimizando los insumos, aprovechando el tiempo y sumando creatividad...alianzas entre gobernantes y gobernados, en comunidad y con el medio ambiente.