/ viernes 22 de mayo de 2020

Lo digo como es | Cananea... ¿La invasión que viene?

Vía redes sociales pudimos presenciar la transmisión de la periodista Miriam Villavicencio, directora del portal de noticias Soy Cobre, cómo cientos de metros de terrenos aledaños a las vías del ferrocarril en Cananea, están siendo delimitados y “apartados” para _ sugiere la escena_ posteriormente ser invadidos.

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La Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, establece que el uso del Derecho de Vía del ferrocarril debe ser exclusivamente para la debida operación y protección de esta vía de comunicación. Luego entonces, por ser un bien federal, los predios dentro del Derecho de Vía no se pueden vender, rentar o escriturar.

Y más allá de la evidente violación a la ley al “tomar” algo que no les pertenece (insisto los predios corresponden al derecho de vía del ferrocarril de carga en la región de Cananea), está el grave peligro que representaría tener asentamientos humanos a escasos metros de las vías del tren.

Mientras escribía estas líneas recordé inmediatamente tragedias como la de hace 10 años en Torreón, Coahuila, y que costó la vida a tres niñas o la de hace apenas dos años en Ecatepec, Estado de México, que dejó bajo un vagón de carga una vivienda con cinco personas adentro.

Como bien sabemos, detrás de asentamientos irregulares siempre hay liderazgos con capacidad de organizar y movilizar a las personas que se establecerán en dichos predios.

Liderazgos que en el discurso argumentan ver por el bien de sus seguidores pero en realidad lo que muchas veces ocurre quizá este sea uno de esos casos es que movilizan a la gente, aprovechando sus necesidades, las utilizan como carne de cañón para sus particulares intereses o de grupo que buscan provocar problemas a las autoridades para luego negociar política o a veces también económicamente.

¿Vamos a esperar a que suceda una tragedia para frenar una irresponsabilidad de esta magnitud, al buscar construir casas en los terrenos federales asociados a las concesiones ferroviarias?

Veamos qué dicen las autoridades federales, esperemos que no se hagan de la vista gorda porque para desgracias de esa naturaleza, créame, no es suficiente un té de canela...por más cargado y caliente que se tome.

Ojalá sigamos coincidiendo en www.SoledadDurazo.com Twitter: @SoledadDurazo Facebook: SoledadDurazo Instagram: soledaddurazo YouTube: SoledadDurazo

Vía redes sociales pudimos presenciar la transmisión de la periodista Miriam Villavicencio, directora del portal de noticias Soy Cobre, cómo cientos de metros de terrenos aledaños a las vías del ferrocarril en Cananea, están siendo delimitados y “apartados” para _ sugiere la escena_ posteriormente ser invadidos.

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La Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, establece que el uso del Derecho de Vía del ferrocarril debe ser exclusivamente para la debida operación y protección de esta vía de comunicación. Luego entonces, por ser un bien federal, los predios dentro del Derecho de Vía no se pueden vender, rentar o escriturar.

Y más allá de la evidente violación a la ley al “tomar” algo que no les pertenece (insisto los predios corresponden al derecho de vía del ferrocarril de carga en la región de Cananea), está el grave peligro que representaría tener asentamientos humanos a escasos metros de las vías del tren.

Mientras escribía estas líneas recordé inmediatamente tragedias como la de hace 10 años en Torreón, Coahuila, y que costó la vida a tres niñas o la de hace apenas dos años en Ecatepec, Estado de México, que dejó bajo un vagón de carga una vivienda con cinco personas adentro.

Como bien sabemos, detrás de asentamientos irregulares siempre hay liderazgos con capacidad de organizar y movilizar a las personas que se establecerán en dichos predios.

Liderazgos que en el discurso argumentan ver por el bien de sus seguidores pero en realidad lo que muchas veces ocurre quizá este sea uno de esos casos es que movilizan a la gente, aprovechando sus necesidades, las utilizan como carne de cañón para sus particulares intereses o de grupo que buscan provocar problemas a las autoridades para luego negociar política o a veces también económicamente.

¿Vamos a esperar a que suceda una tragedia para frenar una irresponsabilidad de esta magnitud, al buscar construir casas en los terrenos federales asociados a las concesiones ferroviarias?

Veamos qué dicen las autoridades federales, esperemos que no se hagan de la vista gorda porque para desgracias de esa naturaleza, créame, no es suficiente un té de canela...por más cargado y caliente que se tome.

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