/ martes 28 de julio de 2020

Lo digo como es | Claudio Zupo...una de tantas historias

En todas las estructuras la pandemia del Covid por lo agresivo de sus alcances nos ha metido en una dinámica de estira y afloja; de prueba y error.

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En lo que las instancias de gobierno se ponen de acuerdo para dictar medidas y los gobernados para acatarlas, sin duda hemos perdido horas y días valiosos que han provocado angustia, desesperación, sufrimiento y muerte.

¿Ejemplos?

La restricción de horarios para el desplazamiento fuera de casa, la venta de alcohol, la reapertura de negocios, los medicamentos, el tratamiento a los pacientes, desinfectar o no las bolsas del super y el cubreboca.

Todos con su propia dosis de polémica pero sin duda este último es la prenda más famosa; el trozo de tela u otro material que nos camufla el rostro ha provocado las grandes polémicas en todas las esferas y pasa desde el desprecio a su eficacia hasta ser considerado tan imprescindible como la ropa íntima. Ya en otro momento en este mismo espacio hablé al respecto. Su uso, para mí, es de sentido común.

Los gobiernos han exhibido incapacidad para enfrentar la crisis y en muchas ocasiones los mensajes cruzados o contradictorios han provocado la desinformación, la confusión y por consecuencia la falta de resultados.

Pero tampoco hay que olvidar la responsabilidad que todos tenemos desde nuestras individualidades para asumir comportamientos que nos protejan en lo personal, familiar y colectivo.

En el caso del Gobierno de Sonora habrá que reconocer que ha actuado. Fue el primero en decretar confinamiento social, implementó programas para apoyo a la población vulnerable y a las empresas. Sin duda se ha hecho. Indudablemente se han cometido también errores u omisiones.

La respuesta ciudadana sobre todo para atender las indicaciones de confinamiento social ha dejado mucho que desear y es donde podríamos cuestionar la eficacia de los mensajes, el nivel de ignorancia de la población y la credibilidad que le merecen las recomendaciones de los gobiernos.

Ante el fallecimiento hace unos días, del ex atleta Claudio Zupo que en su momento fuera seleccionado nacional de judo, una serie de cuestionamientos y el señalamiento de insensibilidad se expresaron en redes sociales hacia el Gobierno del Estado y particularmente hacia la Codeson dependencia en la que laboraba Zupo Gutiérrez.

Todo empezó cuando Claudio publicó en sus redes sociales un video en el que daba cuenta de su situación de salud como una víctima más de Covid y acusaba al mismo tiempo el hecho de haberse quedado sin empleo como parte de la planta de Codeson que estaba sufriendo el recorte.

La dependencia ha explicado que al enterarse de la circunstancia que atravesaba el ex atleta, dio marcha atrás y restituyó su sueldo y las prestaciones que como empleado por honorarios obtenía.

Sin embargo el video “colgado” ha prevalecido en el juicio que la opinión pública hace, por sobre el comunicado de la Codeson y la publicación de Milagros Zupo (hermana de Claudio), en la que detalla los apoyos recibidos por parte de la dependencia para los gastos funerarios y en cierta medida avala las afirmaciones oficiales.

Ayer hablé con Diana Morena Rocha Rembau ex esposa de Zupo Gutiérrez. Ella me confirma que el día 16 de julio recibió la pensión de 580 pesos que en automático se derivaba del sueldo del papá de su hijo, lo cual ocurrió un día después de que Claudio hizo la denuncia pública a través de sus redes sociales. De acuerdo a la versión de Diana, Claudio le comentó que lo liquidarían, que Codeson haría sus números… pero en ese momento todo pasaba a segundo término porque lo más importante era la recuperación de su salud... Codeson intentó enmendar la plana al enterarse de la enfermedad del ex atleta y suspendió su despido. La ex esposa de Claudio confirma que la dependencia se hizo cargo de los gastos funerarios.

La madre de Claudio falleció el viernes; Él unas horas después, la madrugada del sábado… protagonizan una de tantas historias de dolor que está registrando este tiempo.

En todas las estructuras la pandemia del Covid por lo agresivo de sus alcances nos ha metido en una dinámica de estira y afloja; de prueba y error.

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En lo que las instancias de gobierno se ponen de acuerdo para dictar medidas y los gobernados para acatarlas, sin duda hemos perdido horas y días valiosos que han provocado angustia, desesperación, sufrimiento y muerte.

¿Ejemplos?

La restricción de horarios para el desplazamiento fuera de casa, la venta de alcohol, la reapertura de negocios, los medicamentos, el tratamiento a los pacientes, desinfectar o no las bolsas del super y el cubreboca.

Todos con su propia dosis de polémica pero sin duda este último es la prenda más famosa; el trozo de tela u otro material que nos camufla el rostro ha provocado las grandes polémicas en todas las esferas y pasa desde el desprecio a su eficacia hasta ser considerado tan imprescindible como la ropa íntima. Ya en otro momento en este mismo espacio hablé al respecto. Su uso, para mí, es de sentido común.

Los gobiernos han exhibido incapacidad para enfrentar la crisis y en muchas ocasiones los mensajes cruzados o contradictorios han provocado la desinformación, la confusión y por consecuencia la falta de resultados.

Pero tampoco hay que olvidar la responsabilidad que todos tenemos desde nuestras individualidades para asumir comportamientos que nos protejan en lo personal, familiar y colectivo.

En el caso del Gobierno de Sonora habrá que reconocer que ha actuado. Fue el primero en decretar confinamiento social, implementó programas para apoyo a la población vulnerable y a las empresas. Sin duda se ha hecho. Indudablemente se han cometido también errores u omisiones.

La respuesta ciudadana sobre todo para atender las indicaciones de confinamiento social ha dejado mucho que desear y es donde podríamos cuestionar la eficacia de los mensajes, el nivel de ignorancia de la población y la credibilidad que le merecen las recomendaciones de los gobiernos.

Ante el fallecimiento hace unos días, del ex atleta Claudio Zupo que en su momento fuera seleccionado nacional de judo, una serie de cuestionamientos y el señalamiento de insensibilidad se expresaron en redes sociales hacia el Gobierno del Estado y particularmente hacia la Codeson dependencia en la que laboraba Zupo Gutiérrez.

Todo empezó cuando Claudio publicó en sus redes sociales un video en el que daba cuenta de su situación de salud como una víctima más de Covid y acusaba al mismo tiempo el hecho de haberse quedado sin empleo como parte de la planta de Codeson que estaba sufriendo el recorte.

La dependencia ha explicado que al enterarse de la circunstancia que atravesaba el ex atleta, dio marcha atrás y restituyó su sueldo y las prestaciones que como empleado por honorarios obtenía.

Sin embargo el video “colgado” ha prevalecido en el juicio que la opinión pública hace, por sobre el comunicado de la Codeson y la publicación de Milagros Zupo (hermana de Claudio), en la que detalla los apoyos recibidos por parte de la dependencia para los gastos funerarios y en cierta medida avala las afirmaciones oficiales.

Ayer hablé con Diana Morena Rocha Rembau ex esposa de Zupo Gutiérrez. Ella me confirma que el día 16 de julio recibió la pensión de 580 pesos que en automático se derivaba del sueldo del papá de su hijo, lo cual ocurrió un día después de que Claudio hizo la denuncia pública a través de sus redes sociales. De acuerdo a la versión de Diana, Claudio le comentó que lo liquidarían, que Codeson haría sus números… pero en ese momento todo pasaba a segundo término porque lo más importante era la recuperación de su salud... Codeson intentó enmendar la plana al enterarse de la enfermedad del ex atleta y suspendió su despido. La ex esposa de Claudio confirma que la dependencia se hizo cargo de los gastos funerarios.

La madre de Claudio falleció el viernes; Él unas horas después, la madrugada del sábado… protagonizan una de tantas historias de dolor que está registrando este tiempo.